sábado, 20 de abril de 2019

ELECCIONES GENERALES, DAVID CONTRA GOLIAT


Nota aclaratoria: A lo largo de este texto, se utilizará el masculino genérico. Estoy segura de que todo aquel que se acerque a estas páginas es conocedor del significado de este precepto gramatical del idioma español.. No utilizaré, por tanto, como ya tengo por costumbre, el lenguaje inclusivo por considerarlo un insulto a la inteligencia de los hombres y sobre todo de las mujeres, en absoluto necesitadas de muletas de ninguna índole, y por tanto, tampoco semántica.


El 28 de abril está a tiro de piedra. Las urnas esperan los votos de los ciudadanos españoles, en unas elecciones generales, que son cruciales para el presente y el futuro de España. Navegamos a través de las encuestas demoscópicas que no sabemos si en sus conclusiones reman a favor o en contra de unas u otras formaciones políticas y por si fuera eso fuera poco, y para curarse en salud de un estrepitoso fracaso en sus augurios, nos avisan de que un tercio de los electores que dicen irán a votar, aun no saben por quien lo harán. Con lo cual, los lideres políticos estan batiéndose el cobre a base de bien, intentando sacar un voto de debajo de las piedras, que pudiera ser decisivo en la consecución de un escaño.

El Gobierno tiene su propia empresa demoscópica. En este caso, gratis total porque se la pagamos con el dinero de nuestros bolsillos.  Al frente, Sánchez, (Pedro) ha colocado a  sociólogo socialista, de barba y sesentón, del estilo de la vieja guardia del PSOE de toda la vida, de esos inconfundibles progres añejos, bufanda sobre terno de lanilla, y en el sobaco, la biblia en prosa del rojerío de bien, el diario que quitaba y ponía ministros a su antojo sobre todo en la época del felipismo y de los GAL. El señor Tezanos se puso en posición de firmes,  cuando el jefe le mandó a trabajar de pulidor de la rueda de molino que nos tragaríamos sin rechistar los españoles. El narcótico en forma de decretazo de cada viernes desde el anuncio de las elecciones parece que ha surtido efecto en los ciudadanos españoles que puestos hasta las cejas del alucinógeno infalible de la subvención y la prebenda facilonga y según las encuestas del CIS, le otorgan al PSOE una mayoría suficiente para formar gobierno los próximos cuatro años.

Como digo, entre la publicación de las encuestas del CIS tezanita y los viernes de nodo sanchista rindiendo culto al partido socialista, estamos en un sin vivir los españoles. Tezanos, fiel esbirro, lanzándonos los dardos envenenados de la desesperanza, y los viernes de llamada en el corral, pitas, pitas, pitaaaasss, han diseñado la tormenta perfecta,  una mezcla de depresión y subidón bipolar, que nos tiene la cabeza tarumba. Mientras tanto Sánchez valora si estamos suficientemente sonaos, para que todo el campo se le vuelva orégano y lleguemos a la cita electoral con el cerebro reblandecido y macerado en las falsas promesas de su gobierno, dice, que progresista.

Las encuestas de Tezanos son una pasada, pero no solo las del CIS. Las distintas empresas demoscópicas parecen indicar por unanimidad que los españoles nos pirramos por votar en rojo, es decir, a Sánchez, Pedro. Sin embargo, hay en el ambiente cierto tufillo de inquietud que emana precisamente de las encuestas, porque al tiempo que le dan aliento al PSOE, le plantan en sus  mismísimos morros, a un 30 por ciento de indecisos. Entre aquellos que dicen van a votar el DIA 28 de abril, son demasiados los que afirman no tener todavía decidida la papeleta que pondrán en la urna. Este gigantesco interrogante resulta que deja abierta de par en par la puerta de la Moncloa, por la que se cuelan gélidos vientos de incertidumbre que le ponen los pelos como escarpias a Sánchez, Pedro. Si finalmente la intoxicación permanente de Tezanos, y el control de los múltiples resortes del poder desde el gobierno, no son  instrumentos suficientes para atenazar la voluntad ciudadana, pudiera ser que Pedro, tenga que ir pensando en comprarse  un nuevo colchón y en hacer las maletas mas pronto que tarde. La duda está sembrada: a lo peor para Sánchez y a lo mejor para España,  los españoles que dicen debatirse en la duda, lo  tienen, por el contrario, claro como el agua clara, y le dicen desde el secreto del voto, que a otra cosa mariposa o lo que es lo mismo,  están pensando en mandarle al menda del Falcon, a buscarse la vida, en lo  que pueda y su talento le permita, pero alejado del Gobierno, que con las cosas de comer se juega. Aquí me quedo y no digo más al respecto. Es el pudor lo que me impide imaginar donde emplearía yo a un fulano o a un mengano incluso, incapaz de escribir su tesis doctoral, con vocación de chupóptero, y que se limpia las manos con gesto de repugnancia, después de estrechárselas a una mujer, que no es de su clase.

Estamos a una semana justa de la cita electoral, y a dos días de la primera de los dos consecutivos debates televisivos. Tremendo escándalo el que se ha producido con la expulsión de VOX de los mismos, pero sobre todo, con la intención manipuladora y cobarde del Partido Socialista, intentando evitar la presencia de Sánchez en un debate que no pudiera directamente controlar como le viniera en gana, y le fuera electoralmente rentable. La televisión que pagamos de nuestro bolsillo los ciudadanos convertida en una alfombra al servicio de Sánchez, Pedro. La televisión publica en manos del PSOE, arrastrada por el fango, se ha retratado de manera deshonrosa, lo que por otro  lado, a nadie puede extrañarle.  Llevamos los españoles pagando la campaña electoral del partido socialista desde el minuto cero que no es desde la convocatoria de elecciones, sino desde el mismismo momento que mintió por toda la boca en la moción de censura con el compromiso que nunca pensó cumplir de convocar elecciones de manera inmediata. Hemos llegado a la fecha electoral, después de 10 meses de imposiciones y, manipulaciones; de control de las instituciones publicas, de la Administración G. del Estado, y del ejercicio del gobierno como medio de burda propaganda electoral, lo que le ha permitido reforzar enormemente  su poder desde la poltrona confortable de la Moncloa, con ese estilo despótico y hortera de emperadorcillo asiático que le es tan propio. Sabemos quien es y que pretende. Durante estos interminables meses hemos acumulado información más que suficiente. De manera que el PSOE llega fortalecido a las urnas y los ciudadanos avisados, mas que nunca, de las consecuencias que nuestra decisiones van a tener directamente sobre el futuro de nuestro país, y de manera inexorable, sobre nosotros mismos.


El Partido Socialista es día de hoy, en mi opinión, un problema para España de primera magnitud. Bien es cierto que ha constituido históricamente una formación política de intenciones “oscuras”, siempre guiada por una avidez de poder extraordinaria, y con pocos o nulos escrúpulos a la hora transgredir la lealtad en su acción de gobierno a la nación y a la democracia.  Por no remontarme mas allá de la transición, y no ahondar en su historia de los 100 años de supuesta honradez a la que se alude con tanta frecuencia, que han constituido décadas de protagonismo político contaminado por la traición, el crimen, y el espíritu de una izquierda peligrosa y dictatorial, de que a duras penas pueden desprenderse.  

Todos los gobiernos socialistas, desde Felipe González hasta la fecha, sin excepción, han estado jalonados por la corrupción, no solo a nivel estatal sino a nivel autonómico. La corrupción y el desastre económico han ido de la mano en todos los momentos en los que el PSOE ha gobernado en España. El máximo exponente de la corrupción lo vivimos con el terrorismo de estado llevado a cabo con el Gobierno de González, para oprobio y vergüenza histórica de nuestro país. Por si fuera poco, el mismo partido socialista que practicó desde las cloacas del Estado la violencia como método de enfrentar el terrorismo vasco, siguió en esta misma línea de actuación deleznable, con los gobiernos de Rodríguez Z.. En este caso adopto los objetivos contrarios y, se llegó a acuerdos con la ETA, una organización terrorista que había asesinado durante décadas en nuestro país, que había secuestrado las libertades de los ciudadanos aterrorizados, sobre todo en P. Vasco. Confío en que mas pronto que tarde los españoles podamos conocer las actas de los acuerdos abyectos y humillantes que firmo el Partido Socialista con la organización terrorista, y que ha permitido, entre otras cosas, que a DIA de hoy queden menos etarras en las cárceles que asesinatos sin resolver perpetrados por la banda y que ETA esté en las instituciones. La falta de escrúpulos democráticos del Partido Socialista, es absolutamente incontestable y ha sido una autentica desgracia para España.

Rodríguez rizo el rizo hasta lograr la cuadratura del circulo, poniendo a los pies del independentismo catalán la unidad de nuestra nación, cuando se comprometió a aceptar como gobierno las decisiones que el parlamento autonómico catalán tomara en relación a su estatus de relación con España. No me extiendo mucho más. El PSOE nuevamente, y como es habitual en su acción política, mantuvo un comportamiento desleal con España y la traición y la mentira fueron la piedra angular de un gobierno cuyas consecuencias nos han llevado a sufrir un golpe de estado a nuestra Nación que condiciona de manera decisiva nuestro presente y nuestro futuro.

Pero la toxicidad de los gobiernos socialistas no termina aquí, ni mucho menos. Hay que añadir la inconmensurable corrupción económica a la que sistemáticamente nos han abocado, y su manifiesta incapacidad para llevar las riendas de la nación por el senda de la prosperidad y el progreso. Tengo que insistir en la obviedad de que no ha habido ni un solo mandato socialista que no haya finalizado con la ruina y la debacle de la economía, de las que nos ha costado Dios y ayuda remontarnos, pero que han supuesto un auténtico frenazo a nuestro crecimiento. Así fue con González, y así fue con Rodríguez Z, por no hablar de las autonomías con gobiernos socialistas que si no fuera por las inyecciones económicas del Estado estarían a día de hoy en niveles tercermundistas en educación o sanidad, y de desarrollo empresarial y social. Desempleo y empobrecimiento están cantados con los gobiernos de izquierdas, y el PSOE, no solo no ha sido una excepción, sino que constituye un exponente clarísimo de esta realidad incontestable. Lo suyo es acceder al poder con las cuentas saneadas y traspasarlo cuando son expulsados por las urnas, con una hoja de servicios llanecita de borrones y espacios en blanco, en el mejor de los casos.

Eso si, tenemos que mencionar, que durante los mandatos socialistas, sobre todo el de Rodríguez Z., se sentaaron las bases para alcanzar altas cotas en asuntos que muchos hubiéramos deseado evitar. Algunos datos ilustrativos… somos el segundo país con mas casos de cristiano fobia en Europa,  1 de cada 5 personas que intercambian archivos pedófilos, en el mundo, lo hace desde España, éramos ya en 2015 el tercer país europeo, en numero de abortos; en 2018 estábamos a la cabeza en Europa en consumo de cocaína y cannabis, y ostentamos una peculiar característica ya folklórica en Barcelona convertida en la capital del mundo del cine pornográfico por la “facilidades” que la ciudad ofrece; en este tiempo, hemos entrado en el ranking los 10 países del mundo con mayor consumo diario de alcohol… Todo esto sucede, a la vez, que nuestro país esta a la cola de la productividad laboral en Europa en 2019, y que nos encontramos sistemáticamente por debajo de la media de la OCDE en educación según el Informe Pisa, y en el caso de algunas Comunidades Autónomas, como en Andalucía (pero no solo Andalucía) los resultados del informe son verdaderamente lamentables. Una vergüenza para decirlo con todas letras.

Durante décadas, en las que ha habido alternancia, mucho mas breve, del Partido Popular, es justo reconocer que el problema territorial no solo no se ha encauzado, sino que el partido conservador que se puso de apellido “reformista”, se hizo heredero de  la inercia del PSOE, y busco la connivencia del nacionalismo, que hiciera factible su mantenimiento en el poder, y le revistiera con el traje progresista de lo políticamente correcto. La insaciable voracidad autonómica, se devoró sin pestañear la independencia de los gobiernos centrales, capidisminidos e incapaces de mantener y defender como era su obligación constitucional, la igualdad y la libertad de los ciudadanos españoles en todo el territorio nacional, y sucumbiendo de manera cobarde e interesada a las demandas nacionalistas/independentistas, que no han servido para otra cosas que no sea financiar las estructuras de odio y desprecio hacia España, hacia sus símbolos, y hacia la Monarquía. Cada transferencia, cada euro, procedente de los bolsillos de los ciudadanos españoles, que ha fluido desde el Estado hacia las autonomías durante cuarenta años, se ha traducido en gran medida en la construcción de micro estados guiados por el objetivo de la independencia, de la creación redes clientelares políticas capaces de mantener enormes bolsas de voto cautivo, y de ambas cosas a la vez, con un progresivo debilitamiento y ausencia del Estado en los territorios autonómicos y un fortalecimiento de la presión política independentista sobre los ciudadanos.  El control de la educación y los medios de comunicación públicos, y privados, han contribuido de manera decisiva a que la deslealtad hacia España haya sido una constante tanto en los gobiernos del PSOE, como en los gobiernos populares fundamentalmente del presidente mas aborrecido por sus propios votantes, de la democracia, Mariano Rajoy.

Igualmente, en justicia hay que añadir, que en el orden ideológico, los gobiernos del Partido Popular han mantenido prácticamente intactos los presupuestos progresistas de sus predecesores de izquierdas, y han favorecido su implantación en todos los casos en que han tenido oportunidad, tanto a nivel nacional como autonómico. La ideología de género, la discriminación lingüística del español, y la política antiterrorista, y las permanentes concesiones y privilegios económicos cedidos a las fuerzas independentistas, son claros exponentes de la sintonía habida entre los últimos gobiernos socialistas y populares. Como una broma del destino, tendría que ser el socio de referencia, el PNV, tantas veces ponderado por los gobiernos de la nación, tras negociaciones con el gobierno popular y personalmente con Rajoy que fructificaron con sustanciosas ventajas económicas que pagamos todos los españoles, (esto es muy importante tenerlo en cuenta), quien le apuñalara políticamente y materializara su derribo.

Rajoy pago, pero el PNV no cumplió y busco un nuevo postor que siguiera siendo fuente de privilegios para los vascos. Rajoy abandonó a España en manos de un socialista de dudoso honor, apoyado por aquellos que durante lustros recogían los frutos de la acción terrorista, como dijo Arzalluz; de los filo terroristas, de los comunistas colaboradores directos del régimen criminal de Hugo Chávez, y de los políticos catalanes que habían perpetrado un golpe de Estado contra España. Imagino que dentro de unas décadas, habrá quien analice con la objetividad que el tiempo permite, los acontecimientos que vivimos en aquellos días, en los que el Presidente de la nación española, se refugiaba en una botella de güisqui, mientras España quedaba a merced de aquellos cuyo objetivo no era otro que su destrucción. Difícilmente se me ocurre un deshonor y una indignidad, en las formas y en el fondo, mas elocuentes que las protagonizadas por Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, que en aquellos momentos no estuvo a la altura de tal responsabilidad ni consideración. Ciertamente que a su gobierno hay que reconocerle el merito de lidiar con una España agostada económicamente, con una situación de crisis económica radical y peligrosísima, y de que su actuación permitió alejarnos del abismo del rescate europeo. Rajoy, además, sacó al país del pozo económico en el que el gobierno del PSOE nos había sumido con su interesada indeferencia ante la crisis mundial que nos acechaba, sumada a su absoluta y completa incompetencia. Pero nada de esto puede soslayar ni borrara jamás de nuestra memoria, los innumerables momentos de humillación, de frustración, de desesperanza en los que sumió Mariano Rajoy a millones de personas que le dieron su confianza que le llevaron al poder gobernando directamente contra los valores fuerza, los principios básicos, su propio programa electoral. Su ultima traición la perpetró el día que decido mantenerse en el poder por unas horas, las de a ignominia y la vergüenza.

Llegamos a la cita electoral en un escenario nuevo y en cierto modo desconcertante. El silencio de centenares de miles de españoles ha encontrado un cauce de expresión que se constituye en una opción política, no solo nueva, sino joven. VOX  ha irrumpido con una fuerza todavía sin calibrar del todo en el escenario electoral. La perplejidad se deja notar por todos los rincones de España, cuando día tras día, una muchedumbre acude a las citas y a las convocatorias de Santiago Abascal y los suyos. Llegan con un discurso nuevo. Son contestones y lenguaraces, retadores y sin complejos. Levantan la voz para decir que no comulgan con ruedas de molino, y que se ponen una medalla con cada insulto. No conceden entrevistas ni le dan carrete a los medios que manipulan y distorsiona su mensaje sin importarles su poder. Hablan de la grandeza de nuestro país, del valor y el coraje de nuestros antepasados, y asumen el compromiso vital “con España y por España”, como el principio y el fin de su existencia política. Hablan sin tapujos de libertad, de igualdad entre españoles, y desafían al lenguaje inclusivo y a la ideología de género. Afirman que la inmigración debe ser objeto de control y de impulso contenido, y defienden los valores occidentales originados en Roma y en el Cristianismo. Pretenden una Europa fuerte, en la que la soberanía de sus naciones sea respetada, y no se diluya en una entidad inaprensible y omnipotente. Se dicen defensores de la vida desde su inicio hasta el final, y defienden la familia hasta las últimas consecuencias y desde los hijos y los ancianos con igual ímpetu. Sus mujeres y sus hombres se declaran feministas en la igualdad, que no en el enfrentamiento entre los sexos, y se niegan con rotundidad a aceptar la masculinidad como germen de violencia o de agresividad. Defienden la prisión permanente para los hombres que asesinen o violen a mujeres, así como para delitos de extrema gravedad y pretenden exonerar de culpabilidad a aquellas personas que en su hogar sean victimas de una agresión, y actúen en su legitima defensa o en la de sus hijos por cualquier medio, incluso un arma de fuego, debidamente reglamentada y con los permisos y controles suficientes…

Santiago Abascal y los suyos, han sentado en el banquillo a los golpistas catalanes, y lo han hecho en solitario, con sus propios recursos y sus escasos medios. Se han lanzado a tumba abierta al ruedo político, y han levantado la cabeza para decir que no tienen miedo, y que no tienen precio, y los ciudadanos muchísimos ciudadanos les están dando la mano, les acompañan, les jalean  y también, disfrutan con ellos, de un entusiasmo alegre y esperanzado. Creo que tienen razón, cuando dicen que una España viva, silenciada, humillada, ha encontrado en VOX razones más que suficientes para ser optimistas, para aventurarse por el camino siempre difícil de acercarse a lo imposible, esgrimiendo la bandera de la nación española, con argumentos democráticos, desde la ley, y el respeto a la Constitución.

VOX ha nacido, podría decirse, en Andalucía. Han sido los andaluces los primeros que han dado el paso, que han perdido el miedo. Justamente en el feudo socialista, del clientelismo político, es donde los ciudadanos han dicho ¡basta¡ A partir de aquí, las ciudades de España, una a una, acuden cada día a la cita con VOX. Esta eclosión, inesperada ha puesto de manifiesto también una gravísima realidad. La izquierda en pleno, las terminales mediáticas, los televisiones publicas, privadas, las emisoras de radio, (con contadas y significativas excepciones) están llevando a cabo una intensísima actividad de acoso y amedrentamiento contra esta formación política. La demonización, el insulto permanente, se materializa en la extrema violencia de carácter fascista contra los líderes y los simpatizantes de VOX.

La izquierda, con el Partido Socialista a la cabeza y todos el entramado sociopolítico de Podemos, una y otra vez, insisten en catalogar como un peligro publico a la formación que lidera Santiago Abascal. Hemos asistido a escenas de peligro gravísimo para sus líderes, de lesiones a sus simpatizantes, de coacciones, amenazas, insultos, que ha obligado a la policía a establecer cinturones de seguridad en sus mítines. La izquierda en España mantiene, desgraciadamente, el carácter guerra civilista de otros tiempos, lejanos en décadas, pero perfectamente imaginables a tenor de lo que estamos viendo con nuestros propios ojos. La izquierda en España encarna aun hoy, una violencia inaudita contra la libertad de pensamiento, de opinión y de expresión política, inconcebible en Europa, desde los tiempos de la segunda guerra mundial.

El 28 de abril, cada votante en España toma una decisión, importante, que puede ser definitiva para el futuro de nuestro país, y por tanto, para cada uno de sus ciudadanos. Es cierto que alta política nos queda muy lejos, pero no es menos cierto, que todo lo que suceda en los despachos gubernamentales y en el Parlamento, nos afectara si o si, querámoslo o no. Quien ocupe la Moncloa tendrá un efecto directo sobre nuestra economía, sobre nuestra sanidad, nuestra educación… Sobre el desempleo, sobre el progreso económico, sobre nuestra libertades, sobre la pervivencia de nuestra nación.

Escucho todos los días hablar de voto útil. Yo prefiero darle la vuelta a la frase y hablar de la utilidad del voto y cuando lo hago, me pregunto a mi misma cual es la razón prioritario por la que el Domingo próximo me voy a acercar al colegio electoral y voy a mirar detenidamente mi papeleta para comprobar que esta en perfectas condiciones, porque no quiero que mi voto se pierda. Voy a depositar en una urna muchas cosas. La primera y mas importante, la confianza, para que alguien lleve mi voz a la cámara de la soberanía popular y hable en mi nombre; para que se escuche mi voz y se respeten los valores y principios que comparto con la formación política por la que voy a votar. Esta es mi apuesta. Es una apuesta sin duda alguna ganadora independientemente de que sea más o menos mayoritaria. Sabre, en todo caso, que ese escaño, me representa a mi, mi voluntad, mi libertad. En esto consiste  el voto útil para mí. En que responda a los principios éticos y democráticos que guían mi conducta ciudadana. Nada más y nada menos que eso.

Recuerdo, una de las convocatorias de las victimas contra el terrorismo vasco etarra, cuando el Partido socialista ya había iniciado el proceso de desactivación social de la organización, que daba lugar a plantearse si acudiría al acto más o menos gente. En ese momento, se podía atisbar la progresiva debilidad de la rebelión cívica que lideraba J.A. Alcaraz y era más que posible que la convocatoria se saldara con un fracaso de afluencia.
En ningún momento me plantee dejar de asistir. La fidelidad y la lealtad, tiene todo que ver con lo mas profundo de nosotros mismos. El éxito y el fracaso, tienen además de una dimensión publica o social, una dimensión personal, intima, incomparablemente mas importante y cierta. Luchar por lo que se cree siempre es garantía de éxito, de la victoria inconmensurable que constituye obrar desde nuestros principios y valores, desde la Libertad. No hay una apuesta más segura.

Este debió ser el secreto que condujo a la victoria de David contra Goliat.