martes, 21 de febrero de 2012

EN MEMORIA DE SILVIA SANTIAGO. Tenía solo 6 años …

Toñi Santiago, madre de la pequeña Silvia Martínez Santiago, asesinada por ETA en 2002 en el atentado contra la casa cuartel de Santa Pola (Alicante), pide justicia para su hija durante el juicio que se celebra en el día de hoy, en la Audiencia Nacional contra los etarras Andoni Otegi y Oscar Zelarain.


 
La madre de la niña Silvia Martínez, de 6 años, ha contado que aquella tarde volvía de trabajar a la casa cuartel junto a su hermano, su cuñada, su sobrino y su hija, y que todo ocurrió cuando los niños subieron de jugar en el patio para cenar. "En unos instantes todo se volvió oscuro, todo se movía, no sabía lo que pasaba y le preguntaba a mi hermano: ¿qué pasa Santos?", ha recordado la testigo antes de señalar que cuando pasó "esa incertidumbre" notó "como corría un chorro de sangre" por su cara y escuchó a su hija llamarla.
 
"No podía verla, pregunté a mi hermano y me dijo donde estaba. Corrí hacia donde estaba, cubierta de escombros, sólo se le veían los ojos, empecé a quitar escombros desesperadamente", "según iba quitando escombros, sabía que mi hija se moría".
 
En esos momentos pidió auxilio porque no la podía sacar ni mover de entre los escombros, tras lo que dos compañeros de su marido la indicaron que debía abandonar la casa ya que había otra bomba. "Les dije que no iba a salir y que yo me quedaba con mi niña". Uno de los agentes cogió a la niña en brazos y salieron corriendo de la casa escaleras abajo. "Sentí cómo los cristales se me incrustaban en los pies y gritaba y les llamaba hijos de puta".
En el camino al hospital, Toñi Santiago empezó a rezar y a cantar al oído a su hija, que murió al llegar al centro médico. "
 

Los acusados, miembros asesinos de la banda terrorista vasca ETA, Andoni Otegi y Oscar Zelarain, han permanecido impasibles ante el testimonio de la madre de la niña.

...a Mariano Rajoy Grey, Presidente del Gobierno de España… al Juez de la Audiencia Nacional D. Fernando García Nicolás….

 
Jamás les perdonaremos que los asesinos de Silvia no cumplan su condena íntegramente. Jamás les perdonaremos que permitan que los asesinos terroristas vascos salgan a la calle ni un solo día antes de cumplir cada minuto de condena. Jamás les perdonaremos que usen formulas o subterfugios jurídicos que impidan que a Silvia se le haga Justicia.

 
D. Mariano Rajoy Brey, Presidente del Gobierno de España: podremos perdonar todos su errores, e incluso, podremos perdonarle sus aciertos … pero jamás le perdonaremos que traicione a las victimas del terrorismo. Le retiraremos nuestra confianza, le negaremos nuestro voto, y su persona, será el objeto de nuestro desprecio. Estamos vigilantes, atentos, alertas…No lo olvide, porque nosotros jamás olvidaremos a Silvia símbolo en el día de hoy de todas y cada una de las victimas inocentes del terrorismo vasco etarra.
 

 

 

viernes, 10 de febrero de 2012

VIERNES…EL DIA MAGICO DE LA SEMANA.

Si alguien me preguntara cuál es el mejor momento de la semana para mi, contestaría sin dudarlo que el viernes por la mañana; no porque cambie sustancialmente mi vida cotidiana en este día, sino porque aventura un par de días que puedo dedicar íntegramente a “mis” cosas. Es decir, a las cosas que no tienen nada que ver con asistir al puesto de trabajo. Alguien podría pensar que éste, el trabajo, también forma parte de lo mío, es decir de mi vida laboral. Pues no, en ningún caso. El trabajo es para mi, eso, trabajo, la actividad personal que desempeño a cambio de dinero. Vamos que soy una mercenaria en sentido estricto, en lo tocante a ganarme el sustento. Así ha sido desde mis dieciséis años, y así sigue siendo. En el momento que salgo por la puerta de mi centro laboral, previo fichaje de salida, desconecto completamente de mi ocupación profesional. Saco el e-book, que siempre va conmigo alojadito en el bolso, y encamino mis pasos al metro donde aprovecharé cada minuto para leer lo que tenga entre manos. Haga frío, calor, lluvia o sol, cuando dejo atrás la oficina ya estoy en el estado mental de a otra cosa mariposa.

En alguna ocasión, y casi siempre por “marrones” laborales, el desconecte se produce con una ligera demora. Pero eso sucede pocas veces. Ya se que la gente se lleva el trabajo a casa, o en papeles o en el cerebro, o lo que es peor, en mi opinión, en ambas cosas. No es mi caso. La vida es demasiado corta y el tiempo es un recurso escaso y muy valioso como para que no tenga muy en cuenta lo que quiero hacer con él. El sentido economicista que le doy al tiempo hay que ponerlo en relación con el sentido fundamentalmente materialista que asigno a mi actividad productiva. Me pagan por el desempeño de una función determinada, porque ese desempeño sea correcto. Después de llevar años entrenada en recibir órdenes y en ejecutarlas, sin entender muy claramente su sentido e incluso discrepando de su utilidad o eficacia, he aprendido a no discutirlas, a poner cara de cartón-piedra, y a guardarme mis opiniones al respecto. Evidentemente, es inevitable que yo, como todo el mundo, haga una valoración de las instrucciones que recibo respecto de las tareas laborales que debo desempeñar. Esta evaluación es inevitable en términos sicológicos. Está ligada a la capacidad de análisis de que disponemos y se produce de manera automática e involuntaria. Pero con el debido entrenamiento, pueden convertirse en fugaces ráfagas de posicionamiento mental ante la tarea encomendada y el procedimiento para ejecutarla. La discrepancia adquiere el carácter de un levísimo obstáculo para llevar a cabo lo encomendado y nos exime en gran medida de la responsabilidad personal, en las consecuencias y los resultados de la propia tarea.

En otras ocasiones la actividad laboral se desarrolla normalmente, sin alteraciones o imprevistos. Lo que yo llamo “al tran-tran”. Es decir, se trata de una actividad productiva que controlamos sin dificultad, que constituye el día a día de nuestro trabajo, y que no sufre cambios o alteraciones de importancia en el tiempo. Este es el caso de la actividad productiva en estado de confort. Se realiza con destreza, con confianza, sin que origine tensiones y con amplias dosis de automatismo. Esta es para mí la más deseable. A veces, puede resultar reiterativa o adolecer de cierta monotonía, pero comparados estos leves inconvenientes con las múltiples ventajas que aporta al trabajador, me lleva a pensar que es la situación idílica en la vida laboral.
Hoy es viernes, por todo el día, pero sobre todo desde la salida del trabajo. Por delante se vislumbra el fin de semana, que como un suculento bizcocho vemos como se va dorando y comenzamos a saborear antes de que termine de hornear. Mis fines de semana no se nutren de grandes cosas, de eventos o actividades lúdicas especiales y notorias. Mas bien al contrario. Son tiempos para lo cotidiano, para lo doméstico, para lo íntimo, que siempre me resultan breves y fugaces.

Cuando me quiero dar cuenta, ya es lunes por la mañana, y me encuentro nuevamente haciendo el camino por el parque hasta la boca del metro. Recorro con la mirada los árboles que rodean la acera, y compruebo como pasa el tiempo por ellos. Ahora se muestran con una especie de triste impudor, desnudos. Como grandes osamentas rígidas y oscuras que soportan el frío estoicamente, silenciosamente. Parece que estuvieran muertos, inertes, bajo una inmensa, luminosa y bellísima cúpula de color azul. Camino con pasos apresurados sobre la escarcha que cubre las aceras del parque, porque como siempre, voy con el tiempo pegado, diciéndome a mi misma, que de pronto, he hecho tarde, también como siempre.

Regreso a mi puesto de trabajo con las pilas cargadas de muchas cosas, de las cosas importantes, de risas y de silencios, de palabras, de gestos, de ladridos y ronroneos, de juegos y de besos. Comenzaré el día dándole gracias a la vida también por este nuevo lunes que acabo de estrenar en el que, quizá, comience a apuntar el primer brote verde y tierno en la rama desnuda de un árbol mudo. Y eso es, una estupenda noticia

jueves, 9 de febrero de 2012

GARZON CONDENADO POR PREVARICACION


La noticia está fresca y la red está más que calentita, está que arde. Garzón ha sido condenado por el Supremo y la izquierda no puede soportarlo, brama y protesta, se solivianta, se altera, se pone de los nervios, bufa y haces fusss, ¿Que tal una tilita en vena para pasar la noche?.  Y es que está muy mal acostumbrada. Llevamos decenas de años, casi todo el periodo democrático, en los que la izquierda ha hecho y deshecho lo que le ha venido en gana en prácticamente todos los órdenes de la vida social, política, mediática, judicial y hasta económico-financiera, con total impunidad.
He leído lo que se ha publicado de la sentencia del T.S, y ha habido unanimidad por parte del Tribunal Supremo en la calificación del delito como prevaricación, lo que conlleva una pena contundente, proporcional a la actuación delictiva de un funcionario. Garzón, al parecer, se ha pasado tres pueblos en su actuación profesional como juez y ha actuado a sabiendas, (porque es imposible presumirle ignorancia) de que lo estaba haciendo era  injusto. Violar los derechos de los ciudadanos en prisión, bajo tutela del Estado, espiando las conversaciones de éstos con sus abogados es, a todas luces, una golfada que no tiene nombre, bueno si lo tiene: prevaricación.
En todo este tinglado resulta que los imputados son, o están, vinculados al partido popular y a la llamada trama Gurtel,  que como todo el mundo sabe apesta a corrupción de tipo económico y político. Pero eso, en mi opinión, no es suficiente para pasarse por la entrepierna, por muy judicial que ésta sea y mucha toga que la tape, lo que la ley dicta en esta materia: "... que únicamente en casos de terrorismo (excepcionalísimos) y de que los abogados defensores puedan estar incursos en tales delitos, se pueden producir estas escuchas". No era este el caso. No lo era. Hasta tal  punto no podía serlo, que se grabaron las conversaciones de estos letrados en los locutorios con sus defendidos, sin ni siquiera conocer sus nombres o identidades. Es para nota. Pero claro, el juez iba toito sobrao, él sabrá por qué, y otros, muchos otros que no lo sabemos, nos lo barruntamos.
El señor Juez es hombre que gusta de la fama, y no tiene inconveniente, muy al contrario, de estar un día si y otro también chupando cámara, en los medios. En la memoria tenemos la famosa cacería en la que "coincidieron" Garzón, el ministro (Sr. Bermejo) y el poli ( Comisario General de la Policía Judicial), en plena operación del caso Gurtel, apenas unas horas después de ordenar la detención de diversos empresarios vinculados con el Partido Popular. Ni siquiera se tomaron  la molestia de guardar las formas. Hasta tal punto llega la prepotencia de la izquierda en España. Se reunieron entre las matas a campo abierto y a tiro limpio, derribando animales, y luego, a ponerse cieguitos en la cena, ahora si, compañados  el Señor Comisario para completar el trío y la mofa.   Esa cacería apestaba no solo por la sangre de los animales abatidos, si no porque una mínima higiene democrática hubiera exigido que los representantes de los tres poderes del estado, hubieran mantenido las debidas distancias en aras de la imparcialidad y el juego limpio. Pues no. Todo lo contrario. El juez, el político y el poli, se van de cacería a una finca privada como los señoritos de toda la vida, que no se diga. Se cachondean de todos y se van de jolgorio, supongo que a celebrar que tenían en la trena a gente vinculada a la oposición... Recuerdo con bastante claridad la noticia,  porque la fotografía con los cadáveres de los animales abatidos y la presencia del juez sorteando las cornamentas de los venados muertos me produjeron una profunda repugnancia.
De todos modos, no se le juzga a Garzón por sus formas que son en mi opinión de una desvergüenza mayúscula. Se le juzga por el fondo, por la sustancia de una actuación gravísima en un funcionario público, la prevaricación, y por ello, se le condena. El juez ha contado con todas la garantías procesales; ha tenido a su favor al Fiscal del Estado, (que ya es decir); sus simpatizantes le aclaman y se movilizan en la calle con proclamas y fervorines  intentando presionar en lo posible al Tribunal; ha contado con los medios de "progresistas" que son prácticamente todos, que nos han machacado hasta el hartazgo en los telediarios, informativos y tertulias. Y, después de todo esto... ha sido condenado. Ha tenido muchísimas más garantías que cualquier otro ciudadano, y desde luego, muchísimas más de las que él respetó a la hora de juzgar a los implicados o imputados en el caso Gurtel.
Veo en la red que se multiplican las declaraciones airadas de personajes públicos de la Izquierda, y su hija se dirige por carta a  quienes bridan con champán por la resolución condenatoria de su padre... Está bien, cada uno resuelve su necesidad de pataleo como considera oportuno y cada uno se toma el champán o el vino tinto, cuando estima por conveniente, bailando un tango o de cacería, como por ejemplo, su padre.
Lo cierto es que la Ley está para cumplirse, y los Tribunales para aplicarla. Los jueces tienen como misión administrar la Justicia, en el caso Gurtel y en el caso de la actuaciones judiciales del juez Garzón.
 Por cierto, hablando de jueces, de prevaricación, de traiciones, de linchamientos mediáticos, de sectarismo, de venganzas ideológicas, de vergonzosos silencios...llevo toda la tarde acordándome de un  modélico juez, de un hombre de honradez exquisita: el juez Gómez de Liaño ¿Por qué será?. Es este, sin duda, un momento estupendo para mirar atrás,  y contemplar con serenidad, como el paso del tiempo, a veces, no siempre, pero si a veces, pone las cosas en su sitio, y a los hombres, en el lugar que se merecen. También a Baltasar Garzón.

EL CONGRESO EL PSOE... "Rubalcaba, ganador a los puntos"

El Partido Socialista, por fin, arranca su andadura. Inicia la travesía del desierto que le depararon las urnas el noviembre pasado, y lo hace, con un nuevo líder. Rubalcaba ha ganado el Congreso y una vez asentado en el cargo, ha dado matarile a todos sus contrincantes, a aquellos que apoyaron a su oponente, la señora Chacón.

Se ha rodeado el ex-ministro de Interior de sus más fieles, a los que ya conocemos hasta el aburrimiento porque le acompañaron, con fe inquebrantable, en su estrepitosa derrota de las Elecciones Generales. Los socialistas se ponen en marcha dirigidos por su perdedor favorito, porque perdedora sin paliativos es también la señora Chacón, artífice del peor resultado del partido que se recuerda en Cataluña. El elegido para ponerse al frente del proyecto de los socialistas es de armas tomar, astuto y peligroso. Tiene fama de ser hombre inteligente, un “animal político” dicen; yo, personalmente no creo que llegue a tanto. Lo de animal político .... pudiera ser; lo de inteligente, eso ya es harina de otro costal. Me parece, más bien, que esa reputación obedece más a que vivimos tiempos peculiares en los que se tiende a confundir la maldad con la inteligencia, siendo estos dos conceptos, en esencia, muy contrarios el uno al otro. Decía Aristóteles que “no es posible ser bueno sin prudencia, ni es posible la prudencia sin sentido ético. Estoy de acuerdo, completamente de acuerdo, con Aristóteles.

Por otro lado, ser malo está tirado. Es fácil; está al alcance cualquier chichiminichi. Incluso el mayor de los estúpidos puede ser malo, malísimo. Ser bueno es otra cosa, exige disciplina, esfuerzo. Escalar los duros peldaños del autocontrol para que la voluntad dirija la conducta por el sendero de la rectitud ética. Ser bueno exige, grandes dosis de coraje y de valor, priorizar lo esencialmente humano sobre lo superficial; defender, a veces en soledad, las causas perdidas que uno se ha encontrado en el camino, sin saber cómo, solo porque entendemos que son justas. Por eso, me sorprende sobremanera la frecuencia con la que veo a mí alrededor como se valora positivamente lo que no es otra cosa que la manifestación de la banalidad del mal, y se celebra el éxito atribuido sin sonrojo a la simpleza y a la necedad, como si ambas cosas, fueran meritorias y deseables.
Llevo años escuchando por tierra, mar y aire, que Rubalcaba es poco menos que un gigante de la política, un brillante hombre de la res publica, etc, A mi lo que este señor me inspira es auténtica inquietud. No porque le considere poseedor de una inteligencia privilegiada, que a lo mejor tiene, o a lo mejor no, sino porque el recorrido de su vida política permite adivinar en él una personalidad oscura y una conducta previsiblemente tenebrosa en su acción política. Portavoz del gobierno socialista de los Gal y responsable del ministerio de Interior en el caso del bar “Faisan”, se ha vanagloriado, incluso, de saberlo todo de todos, esgrimiendo amenazante este conocimiento con sus adversarios políticos. Ha tenido la osadía de exhibirse como el gran ojo que todo lo ve, como el gran hermano que nos vigila. Un personaje tejido con estos mimbres a lo largo de sus muchos años de permanencia en la primera fila de la política inspira en muchos ciudadanos un profundo temor y, cuando menos, una prudente desconfianza.
El caso es que finalizado el Congreso y la elección del líder, se ha quedado la señora Chacón compuesta y sin novio. Eso si, ha sido la suya una derrota más que honrosa, quedándose a un pasito de lograr la Secretaría General. Dicen que se lo ha tomado fatal, con derroche lacrimógeno y todo; que ella se veía con posibilidades de dirigir el partido y que ahora, a ver como se lo monta para no terminar en el baúl de los recuerdos apolillándose mientras ya se comienza a pensar en la próxima cita en la que el PSOE decidirá quien será su candidato a la Presidencia del gobierno como alternativa a Mariano Rajoy. Según tengo oído, para agradecer a sus seguidores el apoyo que le han prestado, sobre todo en estas aciagas horas, les ha enviado un mensaje en su tuwiter con una canción de Luz Casal, que se titula “Un nuevo día brillará”.
Pues si. Eso es una verdad incuestionable. Siempre a un día, otro día le sucede. Es lo normal desde el principio de los tiempos. Además, después de la tormenta, viene la calma, y, lo que aún es mejor, quien no se consuela es porque no quiere… Sobre todo, teniendo en cuenta, que siempre hay un roto para un descosido, la señora Chacon todavía tiene alguna oportunidad …O no?. Eso es lo malo, que no estamos seguros, se debe decir a sí misma, en pleno berrinche. Además, si se cumple el dicho de que "no hay dos sin tres, le queda otra ocasión para intentarlo y para... fracasar