viernes, 18 de diciembre de 2015

ELECCIONES GENERALES. ESTA NO ES MI GUERRA.

A falta de dos días para la celebración de las elecciones generales escribo esta página recordando la bronca cariñosa que me dedicaba un amigo por ausentarme de esta mi casa virtual durante un largo tiempo. ¡ya te vale -me decía- hace más de dos meses que no escribes ni una palabra en tu blog¡. Es cierto. El silencio, en este caso, ha sido el mejor vehículo para expresar mi opinión sobre los acontecimientos que están teniendo lugar en mi país últimamente. La legislatura que ha encabezado como presidente del Gobierno Mariano Rajoy, al mando del Partido Popular, toca a su fin. El tiempo ha volado, como quien dice, y estos últimos cuatro años son ya historia. Resta el momento crucial de depositar el voto ciudadano que permita enterrar el pasado, y alumbrar una nueva legislatura.  

La maquinaria electoral está en marcha, a pleno rendimiento, y los principales líderes políticos echan el resto buscando llenar la cesta con el mayor número de votos posibles.  Nada que objetar, nada que añadir, que reseñar. La cuestión, en lo que a mí concierne, es que la jornada del próximo domingo día 20 de noviembre, tiene un nulo interés en relación con la fuerzas políticas dominantes. Y es justamente esta circunstancia, el infinito aburrimiento, lo que define el estado de mi ánimo en relación con los resultados de la inmediata cita en las urnas, lo que no impide que sea plenamente consciente de que abordamos estos comicios con importantísimas novedades, respecto de lo que hasta ahora han sido las distintas elecciones en España.

Por primera vez en la historia de nuestra democracia, sobre el tapete de la mesa de juego, las cartas no van a repartirse entre dos fuerzas políticas de potencia equivalente. Ahora, hay que repartir a cuatro, y de entre ellos, viendo el escaso montante que resta en el mazo de la baraja, no parece que ninguno sea capaz de alzarse con una victoria suficiente como para doblegar las ansias de poder del resto. Así las cosas, aventurar un vencedor no resulta tan difícil como intuir quien o quienes nos van a gobernar los próximos cuatro años. Porque con toda seguridad, no van a ser las siglas de un determinado partido político las que puedan hacer valer su preeminencia; serán las fuerzas de ideología, en mayor o menor medida compartida, las que estableciendo alianzas al precio que haga falta se repartirán primero el cotarro, para después, cortar el bacalao con el cuchillo que traen entre los dientes.

Escucho con frecuencia que el tiempo de las ideologías es un tiempo pretérito, que  nuestro presente, es un tiempo tecnológicamente avanzado, en el que no hay lugar para grandes elucubraciones filosófico-políticas; un tiempo domesticado por las redes sociales, y los medios audiovisuales. Nuestros cerebros están ávidos de ingerir píldoras de certezas.

Nuestro tiempo parece transcurrir siempre en un presente de indicativo, que sin embargo envejece apenas recién nacido, y se multiplica por la red de redes sin dar un respiro y sin cuartel. En este medio virtual y en gran medida, difuso,  se mueve  una  gran masa de votantes que el domingo acudirá a las urnas a expresar su voluntad, para elegir a aquellos que serán sus representantes.

Durante estos últimos cuatro años, hemos asistido a dos fenómenos extraordinariamente novedosos, que han puesto a prueba la solidez del sistema, y la eficacia del mismo para aportar innovadoras alternativas democráticas capaces de taponar las cuchilladas infligidas  al propio sistema por aquellos que han mantenido conductas publicas irresponsables,  e incluso, delictivas, y cuya única misión debería  haber sido la de velar por la salud y el progreso de nuestro sistema democrático. La crisis económica y la corrupción a la que se le ha aplicado el apellido de “política” constituyen las dos variables  que han condicionado de manera radical la legislatura que ahora finaliza.  Al albur, de ambas cuestiones, han emergido en el panorama político fuerzas canalizadoras del descontento, la decepción, la frustración y también la esperanza, de los ciudadanos que se han visto afectados de lleno en su vida personal, de manera directa e implacable por las  consecuencias devastadoras de la crisis económica y la corrupción en España.

Ambas cuestiones, crisis y corrupción, se han atribuido sin contemplaciones a Partido Popular, y en mucha menor medida al Partido Socialista (en menor medida porque en este país nuestro, los pecados veniales e incluso mortales, cometidos por politicos de izquierda suelen zanjase con la pérdida de las elecciones y pelillos a la mar). Esgrimiendo la bandera de la regeneración ha surgido el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, y la cuarta pata de la mesa, Podemos, con Pablo Iglesias al frente. Excuso decir que, ni el Partido Popular es parangonable con el PSOE, por más que hayan ambos ostentado responsabilidades de gobierno, ni lo son, Ciudadanos y Podemos porque ambos aparezcan como partidos emergentes.

Es evidente que solo pueden corromperse aquellos que detentan el poder de uno u otro modo, y solo pueden fracasar en términos de gobierno, aquellos que lo han ejercido. Es fácil deducir que las acusaciones de corruptos e incompetentes, no parece razonable imputarlas  ni a Albert Rivera ni a Pablo Iglesias, sencillamente porque todavía no han pillado cacho de la cosa pública a gran escala y durante suficiente tiempo, aunque después de las elecciones autonómicas y locales, contamos con suficientes indicios, de unos y de otros, como para hacernos una idea de cómo tocan la flauta y del pie que cojean. En este escenario, no podían faltar los nacionalistas/independentistas, apoyados todos ellos, tanto vascos como catalanes, por lo peor de cada casa: las famélicas fuerzas que le van quedando al PSOE, los filoetarras vascos y navarros, y sus homólogos antisistema de cualquier parte del territorio patrio.

Estos, son nuestros bueyes, y con ellos tenemos que arar. El panorama que se me ofrece, francamente no me resulta en absoluto seductor. La elección entre unos y otros  me exige un ímprobo esfuerzo y a estas alturas de mi vida, la pereza en estos asuntos va ganando terreno. No es que me haya vuelto pasota o indiferente ante las circunstancias políticas, económicas o sociales que vive mi país. Más bien al contrario. Mi experiencia personal me ha vuelto exigente y la valoración ética de las conductas públicas, la conducta moral de los dirigentes políticos, la eficiencia y la eficacia de su gestión, colocan el listón de mi confianza en terminado nivel que por uno u otro motivo, las propuestas políticas “dominantes” no alcanzan.

Por otro lado, tengo la viva impresión, de que, llevamos cuatro años, hablando con demasiada insistencia del parné, lo que, dicho sea de paso, me desagrada y decepciona profundamente.  La economía ocupa el centro y a periferia del discurso político, sea éste cual sea. La corrupción y la crisis calificada como fundamentalmente “económica” son la esencia de los insultos y acusaciones, de las reivindicaciones y propuestas de regeneración, que se dirigen a los ciudadanos de las que cuelgan etiquetas con su precio en euros. Por otro lado, los ciudadanos en su conjunto, preguntan a veces airados, a veces desconfiados,  esperanzados, o expectantes, ¿Qué hay de lo mío? Y eso mío tiene que ver las más de las veces, con lo mío en el sentido más literal de la palabra.

La respuesta de los candidatos, los partidos que lideran, las estructuras de poder económico que los sustentan, tienen la lección bien aprendida de manera que  sus mensajes electorales ponen el acento justamente en la cuestión económica, tanto cuando juegan en  la defensa como cuando lo hacen en el ataque.

Sucede que, el debate político en estos términos, francamente no me interesa. Considero que la dirección económica de un país es de radical importancia para su presente y para su futuro; que el progreso y el bienestar de su ciudadanía dependen de manera  importantísima de un sistema económico saludable y eficiente. Pero no únicamente, y si  me apuran, no de una manera determinante.

He puesto atención desde  hace muchos meses, en la evolución que han seguido los partidos políticos con más opciones de representación en el futuro Parlamento y como supongo la mayor parte de la ciudadanía, me he formado una opinión al respecto, basada en la cual tengo tomada mi decisión respecto de la próxima cita electoral. A grandes rasgos, y sin entrar en detalladas consideraciones …

La opción que representa la izquierda radical de Podemos supone a mi  modo de ver, un enorme peligro para la Democracia en nuestro país; otorgar el poder a su líder Pablo Iglesias, supondría retrotraernos a un pasado carente de garantías democráticas,  generaría inmensa pobreza y sufrimiento, como ha sucedido durante años en Venezuela en manos, aun hoy, de gobiernos criminales a los que los cuadros dirigentes de Podemos asesoraron concienzudamente en los procedimientos a seguir en el  acoso y derribo de los derechos humanos y libertades de los ciudadanos venezolanos. Me pregunto cómo hemos llegado a una situación en España en la que una opción liberticida como la encarnada por Pablo Iglesias, cuyos dirigentes máximos tienen un siniestro pasado político, ha conseguido aglutinar el importantísimo apoyo ciudadano que hoy detenta. La respuesta la encuentro  en la pintura de Goya “Duelo a garrotazos”, que describe dolorosamente, la ferocidad inmisericorde tan propia de los españoles cuando dejamos salir a pasear a nuestros demonios, bien nutridos por la ignorancia, el odio, el rencor y la envidia.

Creo,  que el PSOE, por su parte,  es responsable directo de la catástrofe económica que los españoles hemos sufrido de manera durísima en una crisis sin precedentes;  que el asunto de  Cataluña se radicalizó  con la determinación que tomo en su momento Rodríguez Z. en relación con la aceptación sin más de un Estatuto que vulneraba las reglas del juego democrático; que el presidente socialista, del que es directo heredero P. Sánchez, ha sido una auténtica desgracia para España, azuzando odios y enfrentamientos entre españoles, y utilizando la nación como patio de operaciones donde sus propios odios y rencores hacia los otros españoles tomaron carta de naturaleza. Con lo sencillo que hubiera sido someterse a una eficaz terapia con la que superar sus complejos, fobias y rencores. 
Pedro Sanchez, el actual lider del partido socialista es el responsable de que, Podemos y las marcas blancas de esta formación de izquierdas radical, gobierne en las principales ciudades de España. Así sucede en Madrid o en Barcelona.  No se trata únicamente de los socialistas hayan  llevado a los ayuntamientos la radicalidad más indeseable, sino que la vida publica municipal y en gran parte autonómica, se ha plagado de personajes y personajas verdaderamente impresentables en todos los sentidos. Ciertamente la representación municipal en España es de sonrojo después de las ultimas elecciones y eso, se lo debemos inexcusablemente al partido socialista y a Pedro Sanchez.


La regeneración parece llegar con aire fresco de la mano de Ciudadanos, con vocaciòn de partido nacional. Viene, avalado por una corajuda historia de resistencia en Cataluña. Su líder se ha curtido prácticamente en soledad,  tras los gélidos muros del mas nauseabundo y corrupto nacionalismo catalán. Llega con las manos limpias, y con los deberes hechos; apunta maneras y sus propuestas en defensa de  la unidad de la Nación Española son valientes y novedosas. También lo son en cuanto a la regeneración  del propio sistema democrático,  desde el punto de vista institucional, como la indispensable y urgentísima articulación de la separación de poderes y la reforma judicial.

Y pienso, finalmente, que  el Partido Popular, llega a estas elecciones acosado por los gravísimos casos de corrupción de su partido, que tocan muy de cerca al mismísimo Presidente. Todos los días amanecemos con un caso de corrupción política. Sin embargo, francamente no puedo extrañarme. El Partido socialista ha gobernado en España durante décadas, y la corrupción ha sido una constante definitoria de su actividad pública. Durante el gobierno de F. Gonzalez, la corrupción podía definirse como universal en España, al igual que ha sucedido en Andalucía, donde la hediondez de la actividad del partido socialista y los sindicatos “de clase”, lo ha impregnado todo en la comunidad autónoma. Siendo deleznables y escandalosísimos los casos de corrupción del Partido Popular, tiene en su haber que la asignatura  en economía la va aprobando con un suficiente, al que podemos añadir un +, teniendo en cuenta que el país que la izquierda representada por el Partido Socialista le entregó era un país literalmente quebrado.

Los cuatro partidos, (a los que habría que añadir los partidos independentistas) cuyas discrepancias aparentemente son radicales en algunas cuestiones, comparten sin embargo,  planteamientos éticos y morales muy similares. Parecen participar todos ello de un modelo de sociedad que yo no comparto.  La valoración de la cuestión económica no es suficiente para mi a la hora de decantar mi voto. En absoluto constituye una cuestión definitiva para que  yo entregue mi confianza a una formación política. Voy a ser mucho mas explicita, y para ello pondré dos ejemplos ilustrativos de cual es mi planteamiento ante las urnas.

Podría disculpar a Mariano Rajoy que no  hubiese acertado con sus medidas económicas, pero jamás le perdonare la puesta en libertad de Bolinga, o la continuidad de la hoja de ruta de Zapatero con la ETA, que ha llevado a los terroristas a las instituciones de mi país. Por otro lado, puedo valorar  el coraje de Albert Rivera en la defensa de la Unidad de España en Cataluña, pero no voy a participar de un proyecto político que plantea la regulación de lo que se denomina la “maternidad subrogada”. Abordar desde esta perspectiva la maternidad, la dignidad de la mujer, atenta gravemente contra mis principios morales. La supuesta “normalización” de este tipo de practicas, responde a la concepción de la sociedad que me es completamente ajena.

Imagino que alguien podría preguntarse, ¿y el resto del programa político no es suficiente? No, no es suficiente. La transgresión de determinadas líneas rojas, que delimitan mi conciencia, es definitiva para que yo adopte una u otra posición política. He puesto solo dos ejemplos, y he simplificado en mi exposición, solo para explicarla. El sentido de la misma es bastante simple. Se llama voto en conciencia, voto en valores, voto a favor de determinados principios, que son, por decirlo con claridad, innegociables para mi.


Obviamente las opciones de izquierda no las tengo en consideración. No porque no me haya molestado en leer sus programas electorales, sino precisamente por ello. He tenido la santa paciencia de leerlos, escuchar a sus líderes, y valorar su presente y su pasado. No gracias. Menos que nada necesito salvadores que me ofrezcan la paz de los cementerios, ni siquiera desde el punto de vista intelectual. 

Sigo con atención la evolución de las encuestas de opinión. He asistido verdaderamente pasmada a la manipulación de la información política, a la desinformación intencionada de la ciudadanía, por parte de unos medios de comunicación que producen sonrojo. Contemplo como la ideología dominante en cuestiones candentes, se extiende  por las redes sociales y a través de los medios de comunicación,  como una tinta que lo tiñe todo un color uniforme y sin matices. Asuntos como el cambio climático, la ideología de género, el anticlericalismo, el ateismo, el antisemitismo, el feminismo radical, el medioambientalismo  de rasgos malthusionianos, el pacifismo estéril y acrítico, conforman la superestructura en la que descansa una opinión publica ajena mayoritariamente al debate, a la discusión intelectual o moral, y me atrevería a decir, completamente ignorante y desinteresada por  presupuestos alternativos a la corriente de pensamiento dominante en los diferentes ordenes de la vida. Tengo la sensación de vivir en una dictadura sutil, pero implacable, en la que los “disidentes”, son condenados a la invisibilidad, al silencio, a la no existencia y en estas circunstancias, el control de la opinión resulta determinante en la orientación de la voluntad ciudadana a la hora de depositar su voto.

Ninguna de las opciones políticas con capacidad de gobierno contará con  mi confianza. No porque crea que todo seguirá igual. Soy consciente de que según que resultado que se derive de las urnas, todo puede incluso empeorar. Lo que sucede es que, soy consciente de que es la ciudadanía la responsable de sus decisiones, y que, francamente, ha dejado de interesarme aquellos asuntos que para la mayoría parecieran ser fundamentales. Digamos, que no quiero jugar el juego que me ofrecen, y que mi libertad me lleva a transitar por los caminos de la disidencia. Lo digo con buen ánimo, incluso con satisfacción y un poco de orgullo.

No me siento concernida por esta batalla, en la que las cosas que se discuten no me interesan de manera fundamental, y las que me interesan ni siquiera son mencionadas. Por el contrario parecen ponerse de acuerdo, los que entre si se muestran tan diferentes, en ofrecerme propuestas que me producen un profundo rechazo y una enorme vergüenza.

Como decía San Francisco, personalmente cada día necesito menos cosas, y las que necesito las necesito menos. Me hiere mas lo que se me ofrece, que temo lo me pudieran arrebatar. Si es que el temor fuera lo que tuviera que mover mi voluntad, para, en el peor de los casos, votar para votar contra alguien. En el fondo, y en determinadas cuestiones ninguno de los cuatro son tan diferentes.

Si se que algunas de las cosas que estoy segura veré, no será porque yo con mi voto las haya propiciado. Las luchas políticas que se diriman, en asuntos que no me conciernen, las observaré ajena. Que voten aquellos que todavía tengan algo que esperar, o aquellos que confíen en tener algo que conservar a las opciones políticas que les representen.  

Esta, estoy convencida de que esta no es mi guerra, por eso, votaré el Domingo con un sonrisa, con alegre ánimo y con sentido orgullo por aquellos que son silenciados, por los hablan en el lenguaje en el que yo me entiendo. Votaré por el partido que pone su voz en los labios de los no nacidos, en las propuestas a favor de la vida, en la esperanza de una nación de españoles libres e iguales, en una sociedad de ciudadanos que sustente un verdadero estado de derecho, donde la justicia sea independiente y este al servicio de todos y cada uno de los ciudadanos, sin atender a su procedencia o su capacidad económica. Votaré en la dirección contraria a la corriente dominante, votaré para que mi voto no sea una renuncia; quiero que mi voto sea uno, aunque, solo sea uno, ejemplo de ello. En definitiva, porque la Libertad, mi libertad, sigue siendo para mi lo más  importante.

domingo, 27 de septiembre de 2015

LA CITA ELECTORAL

Se ha dicho de todo, se ha dicho de todas las maneras posibles, desde todas las perspectivas habidas y por haber, en relación con la cita electoral del día de hoy, día 27 de Septiembre de 2015, en Cataluña.

Pongo mis ojos y mis oídos en el escenario en el que se desarrolla la tragicomedia bufa  y contemplo a los personajes que la protagonizan y a sus secundarios, con curiosidad intelectual, intentando adivinar hasta que punto es capaz de resistir la asfixia la nación más antigua de Europa. España  se muere, a manos de ladrones, togados, sotanas y patéticos personajillos del famoseo televisivo mientras el pueblo soberano, sus instituciones democráticas, sus estructuras jurídicas, y militares, los medios de comunicación, los agentes sociales y culturales… mientras, la nación toda, asiste impasible a la crónica de una muerte anunciada.

Yo tampoco me siento concernida. Ha dejado de gustarme este lugar mío que aún siento como mi país. De alguna manera, como los pesimistas y dolientes intelectuales del 98, me muevo entre la tristeza y la rabia, y constato el fracaso, no de la España nacida de voluntades recias y esperanzadas, hacedoras de Historia y de futuro, no. Veo con pesar y vergüenza, el desden de un pueblo por su dignidad, por su libertad, por la igualdad de los ciudadanos, catapultando a las mas altas esferas del poder, a corruptos, y corruptores, ladrones de todo tipo y pelaje, inmorales, vendedores y compradores de comisiones, y de coimas, de una derecha nacionalista devoradora durante décadas de indignidades, de una curia  católica xenófoba y racista, de una izquierda de coletas sucias y sucias intenciones,  de estómagos agradecidos. Todos estos, los peores entre los peores, se agitan grotescamente en el escenario, y hacen sonar ruidos de látigos y carracas, dejando bien claro quien manda en masía, y quien se somete.  Los indiferentes, los mansos, los neutros, en Cataluña han mirado para otro lado durante lustros, elección tras elección, y han echado a los cerdos su libertad, su capacidad de ser, de inclinar el fiel de la balanza y erigirse en árbitros del destino.   

Como siempre, como ha sido desde que yo recuerdo, las voces, las frágiles voces de los disidentes compatriotas catalanes, siendo muchas, no son suficientes. Apelan a la esperanza, al sentido común, a la  Historia; al más puro pragmatismo del interés económico, de la pertenencia a Europa. Personalmente, creo que llegados a este punto ninguno de estos motivos  puede ser determinante.  Nada puede cambiar las cosas. La suerte está echada. Ya es tarde para Cataluña y es tarde para también España.

Por mi parte, que se marchen o que se queden, ¡¡ pero que se callen ¡¡. El discurso xenófobo, racista, antihistórico, diseñado desde un talante dictatorial y totalitario, por politicastros  de medio pelo,  me parece, sinceramente insoportable. Son tan aburridos, tan previsibles, tan engreídos, tan fatuos  los discursos independentistas que hasta pereza da tomarlos en serio.

Sea cual sea el resultado de estas elecciones autonómicas catalanas, en las que se pretende ni mas ni menos que romper España, lo que me temo es que en todo caso, si o si, nos costara aflojar la cartera a todos los españoles. Si se van porque se irán llevándose lo que no es suyo. Si se quedan, porque lo harán amenazando con que se van, si no soltamos la pasta. Esto no va a ser un divorcio de mutuo acuerdo, ni tampoco un matrimonio de conveniencia, esto, desgraciadamente, supondrá para España ser tratada como una puta por el señorito catalán, y además tener que poner la cama. catre en la que llegado el caso, se buscará un hueco caliente el independentismo vasco, que,  como ya nos han enseñado,  nunca le hacen ascos a nada. Siempre será más cómoda una cama redonda que andar dejando muertos por las aceras, que afean el paisaje.

Ahora, a estas horas de la tarde, estamos a un paso de conocer lo que los catalanes ha decidido en la urnas. Pero aquí no se acaba todo, mas bien, es este el momento en que comienza el baile.

En fin, que voten los ciudadanos catalanes en una elecciones autonómicas se ha convertido en un acontecimiento nacional, al menos, eso se creen ellos. En mi opinión lo que verdaderamente debe importarnos  es lo que nos va a costar a todos los españoles su decisión, conocer los partidos y dirigentes políticos que nos han conducido a esta situación por acción y/o por omisión, y recordarlo en las próximas elecciones generales, que están a la vuelta de la esquina.


En todo caso, habrá que exigir el café para todos. Dicho de otro modo, si Cataluña se va, y no somos capaces de defender la Nación que es de todos  que se marche con lo puesto, y la España que quede, que sea una nación de ciudadanos libres e iguales. Una nación centenaria, a la que podamos llamar patria, sin avergonzarnos, sin que nos insulten y sin que nos maten.

jueves, 2 de julio de 2015

ARCHIVADA LA QUERELLA CONTRA ZAPATA... YO, SI ACUSO

El juez Pedraz de la Audiencia Nacional, archiva  la querella  contra el señor Zapata, concejal del Ayuntamiento de Madrid, por no considerar que sus twits constituyeran ofensa o humillación a las víctimas del terrorismo. Ha sido determinante en su decisión la carta remitida por Irene Villa, en la que le comunicaba al juez no sentirse humillada ni concernida por los “chistes” publicados por el ahora concejal de Madrid, miembro de Podemos. Acabo de leer el auto del Juez, y las motivaciones jurídicas de la decisión que ha tomado. No voy a reproducirlas en este momento, porque el auto esta publicado en todos los medios digitales y es sencillo acceder al mismo. No obstante, si voy a dedicar unas líneas a comentar la consideración que me merece este asunto, a  mi entender de suma gravedad.

Las redes sociales recogen millones de comentarios referentes a casi cualquier asunto divino o humano que podamos imaginarnos. En brevísimas líneas, centenares de miles de personas, convertidos en internautas, vuelcan sus opiniones, deseos, comunicaciones, que son de lectura y conocimientos público en todo el mundo. Es evidente, que no todos ellos pueden ser calificados de inocuos e inocentes, en uno u otro sentido. Sin embargo el contenido de lo publicado es de una naturaleza tan ingente, que se nos hace prácticamente imposible, el rastreo, valoración y control de todo aquello que se dice, que se propone, que se induce desde la red de redes que constituye Internet. Ni siquiera la detección y persecución de delitos tan aberrantes como la inducción al odio,  el desprecio a los derechos humanos, o simplemente, la comisión de crímenes horrendos como la pederastia, son tarea sencilla para los expertos policiales de todo el Mundo.

 Por otro lado, las democracias liberales, hemos hecho nuestra la libertad de expresión como un baluarte irrenunciable de nuestra sociedad. Sabemos que el control de la libertad de las comunicaciones por parte del poder político, es un menoscabo flagrante de nuestra libertad individual y así ha quedado reflejado en nuestras legislaciones. El caso del Sr. Zapata, entiendo que debe enmarcarse en este contexto y en ambos sentidos.

El señor Zapata es obvio que ha hecho uso de su libertad, utilizando como objeto de sus mensajes de la red social Twitter, a una víctima de los asesinos miembros de ETA, Irene Villa, a víctimas de asesinato y las torturas  más dolorosas que podemos imaginar, por parte de la delincuencia común como las niñas de Alcaser,  o a Marta del Castillo, asesinada vilmente y cuyos restos su familia no ha podido dar sepultura por la negativa de su asesino a indicar donde escondieron su cuerpo. También aludía al exterminio de millones de niños, mujeres y hombres  judíos, en los hornos crematorios de Alemania, a los que ubicaba en un cenicero convertidos en cenizas. Todas las alusiones  de estas víctimas de la mayor crueldad humana, se realizaban  por el  Sr. Concejal de la Alcaldesa Carmona, en un contexto de de canchondeo, de hilaridad, de chiste. Comentarios que movieran a la risa, al divertimento, de aquel que los leía.

En un plano menos risueño, el concejal llamaba a “hacer el amor”, lentamente dulce y lentamente, sobre un cadáver, el cadáver del alcalde de Alcorcón, una importante población de Madrid. Este último twitt está publicado en febrero de 2014. La sola imagen mental de, como se diría vulgarmente, echar un polvo sobre un cadáver, dice suficiente del personaje y de sus devaneos mentales, que imagino tendrán adecuada calificación en términos psicoanalíticos a la hora de tipificar la perversión y la sexualidad.

No tengo interés en valorar, si estos comentarios son o no merecedores de castigo en el orden penal. La legislación nacional, por cierto recientemente modificada, dará el tratamiento que merezca desde esta perspectiva la actividad twitera del Sr. Zapata, y de hasta donde es o no lícito que en el uso de su libertad utilice el sufrimiento de los seres humanos como vehículo de comunicación, la banalización del asesinato y el genocidio de inocentes provocando la risa en sus lectores. La Justicia, en el auto del Jueza Pedraza, se ha pronunciado y la causa ha sido archivada. Evidentemente, la decisión del juez me ha llamado enormemente la atención, pero no más que la innumerables actuaciones judiciales en relación con el terrorismo etarra en España y el tratamiento vejatorio que las víctimas de los asesinos han recibido de la Justicia politizada hasta extremos inconcebibles en cualquier país democrático del Mundo.

Por otro lado, una de estas víctimas, Irene  Villa, en uso de su libertad, ha manifestado no sentirse aludida ni humillada por el twit que a ella se refería.

Yo tengo mi opinión en relación con la actitud mantenida por la víctima, que entiendo no tengo por qué manifestar.  Una actitud contraria o distinta a la que Irene Villa ha mantenido, me hubiera parecido igualmente legítima, aunque no igualmente calificable.  Pero lo importante, aquello en lo que me parece realmente necesario poner el acento,  es en trascender (que no significa ignorar) de lo que esta  victima en particular manifiesta cuando judicialmente se la cita para declarar. Lo digo en el sentido, de que no podemos conocer la opinión de millones de judíos convertidos en pavesas a manos de los nazis alemanes,  de sus descendientes, de sus familiares dolientes. Tampoco podemos saber que diría la pobrecita Marta. Ellos no pueden enviarle una carta al Juez Pedraz, manifestándole que no se sienten concernidos. Ellos son víctimas de asesinato, de terrorismo, silentes, sin palabras, sencillamente porque están muertos. La cuestión no es, únicamente escuchar a las víctimas, sino establecer mecanismos para que a la defensa de su diginidad, en todo caso y en cualquier circunstancia, independientemente de si están vivas, muertas o heridas, física o psicológicamente, de si tienen voluntad, o capacidad, para hacer valer en los tribunales el respeto que se merecen. Un determinado acto es delictivo por la esencia de su naturaleza, independientemente de la percepción que del mismo tenga su víctima, siempre sujeta a indefensión.

Imaginemos un caso muy alejado del que nos ocupa. Imaginemos  que un hombre propina a su pareja (mujer, porque tiene que ser ¡mujer¡) un soberana paliza. Imaginemos que su víctima se niega a promover su denuncia. Imaginemos que la autoridad es sabedora de los malos tratos. Sería suficiente para la exculpación del maltratador que su víctima no ejerciera acciones legales contra él? Evidentemente, no. El auto del Juez Pedraz en mi opinión una verdadera basura jurídica. Pero, como ya he comento antes, no supone para mi ninguna sorpresa.

Irene Villa no acusa al Señor Zapata. Ha manifestado que no se siente concernida por sus comentarios públicos.
Yo, sin embargo, si me siento concernida. Yo, si acuso al Sr. Zapata.

Le acuso de causarme dolor y humillación, cuando a las víctimas de mi país asesinadas por ETA, de las que Irene Villa es un símbolo,  las hace objeto de sus cachondeos tiwteros. Yo, le acuso de causarme dolor  y humillación, cuando convierte la memoria del Holocausto judío en un mal chiste, al que imagino aplaudirán entre carcajadas los nazis más repugnantes que aun puedan existir. Yo, le acuso de causarme dolor y humillación, cuando menciona a las adolescentes de Alcaser despedazadas y torturadas, moviendo a la risa. Yo, le acuso de causarme dolor y humillación cuando cita el cuerpo de Marta del Castillo y lo hace en tono de broma mordaz para ridiculizar al Presidente de Gobierno, mientras sus padres llevan años llorando su ausencia.

Si, yo si acuso al Señor Zapata. No lo hago ante un juez.  No espero una sentencia. Yo,  le acuso, aquí, en esta mi casa virtual,  y le condeno a mí desprecio, porque como ciudadana, tengo derecho legítimo a la libertad de expresión, y en ese ámbito, en el de mi libertad personal, elijo estar al  lado de las víctimas de la tortura, del asesinato, de la humillación, ahora también, una vez más,  de la vejación de una Justicia indigna de tal nombre. Elijo intentar comprender su sufrimiento, elijo respetar y hacer respetar su memoria y su dignidad, aquello de lo que él, públicamente se ha mofado.

Yo, acuso a la Alcaldesa de Madrid, la Señora Carmena, como ciudadana libre, de un país democrático, de someterme a la humillación y a la vergüenza de colocar y mantener en un cargo público, pagado con mis impuestos, a una persona que ha puesto de manifiesto públicamente su bajeza moral, como Don Guillermo Zapata.

viernes, 19 de junio de 2015

EL NUEVO PODER TERRITORIAL.

Ha sucedido. El Partido Popular ha perdido las elecciones autonómicas y locales, de manera estrepitosa. Como era previsible, Mariano Rajoy ha recibido en las urnas, el justo castigo a su soberbia, a su mala ralea, pero sobre todo, a su estupidez. Cuatro años insultando a sus  votantes, con sus acciones políticas y con sus omisiones; con sus declaraciones y con sus silencios le han pasado factura.  La derecha sociológica que le llevó al poder con mayoría absoluta, aunando fuerzas con aquellos que no siendo conservadores percibieron con nitidez que el futuro de España se encontraba en el abismo con el socialista Rodríguez Z, no le han perdonado el desprecio con el que ha tratado a las bases sociales de la derecha, que le confiaron el futuro de la nación tomando en consideración y muy en serio su palabra dada. A cambio, el presidente del gobierno  traicionó a sus votantes,  desde el minuto cero de su llegada a la Moncloa.

Rajoy se ha convertido en estos cuatro años en el líder, (por decir algo) que las diferentes familias que componen la derecha sociológica, aborrecen y temen, sabedoras de  que la compleja personalidad que se le atribuye al personaje le llevará a no mover un dedo por España si ello supone el abandono del poder,  del que jamás fue merecedor. Rajoy encarna la traición, la mentira, el cinismo y la vacuidad, a que se reduce la política cuando se pierde de vista la dimensión moral de la actividad pública, convertida en un pragmatismo sin horizonte y cortoplacista, al servicio de intereses espurios, personalistas  y deleznables. Intereses, ceñidos a los caprichos, deseos, temores y complejos, de un líder rodeado de lacayos ciegos, mudos y sordos a la hora de velar por el bien común.

Rajoy tiene toda la pinta de ser historia.  Más que historia, con mayúsculas, “historieta”; una fabula ramplona, un cuentecillo en el que no ganan los malos, sino los peores.  Ganan sin honores, si vítores porque su victoria es el preámbulo agónico de un final que se encuentra a la vuelta de la esquina. A Rajoy le queda un telediario, pero antes tendremos que asistir desolados al desmoronamiento de nuestro país, que él no ha querido ni ha tenido arrestos para proteger. Le ha faltado lealtad y le han sobrado arrobas de inanidad.

Me he referido hasta este punto y aparte al aún presidente de Gobierno porque en la que hasta ahora ha sido la oposición no hay nadie. Bueno si, encontramos a un PSOE degradado,  hecho jirones, abandonado de sus votantes. El fracaso del PP en las  urnas es solo comparable a la hecatombe que ha sufrido el partido socialistas de Pedro Sánchez. Los socialistas moderados, socialdemócratas, se encuentran desnortados, viendo como sus líderes andan dando bandazos de aquí para allá,  mendigando alcaldías a cualquier precio por todo el territorio nacional. Ellos dicen que es para desalojar al Partido Popular del poder. Todos sabemos, sin embargo,  que llevan en barbecho cuatro años y son capaces de arrancarse los ojos con tal de pillar cacho. De esta guisa, con el estilo reptiliano de la lombriz, se ciscan en el compromiso adquirido con sus electores, cuando les prometieron que no apoyarían a formaciones filoterroristas y populistas (que es la forma suave de denominar hoy al comunismo y al fascisimo), y se colocan de cubito prono ante Podemos y cuando se tercie ante Bildu, esperando que entre escupitajo y corte de mangas, les dejen gobernar en ayuntamientos y capitales, mientras les tienen bien cogidos por las pudendas partes. El PSOE, el de Felipe Gonzalez o Leguina, no existe, ni siquiera es una reliquia a la que poder encomendarse, porque una vez perdida la dignidad y la vergüenza, no le queda nada que le permita levantarle la voz al amo de la coleta. El PSOE aun no esta del todo muerto, y ya apesta.

Los ciudadanos han hablado, y al tiempo que les retiraban la confianza a los grandes partidos  nacionales,  han votado a los “pequeños” que llegan para quedarse. Ciudadanos ha arribado desde  Cataluña, con Albert Ribera al frente. Llega con la experiencia de haberse fajado entre los independentistas mas rancios, corruptos y totalitarios. Los de Ciudadanos, vienen alzando la voz, con palabras graves, poniendo altísimo precio a los pactos y libres para tumbar gobiernos con los que no se comprometen. Su vocación es ahora nacional, y van a jugar la baza de la honradez política, de la moderación y la centralidad políticas. Haciendo suyos los símbolos nacionales constitucionales, y la democracia liberal como esencia ideológica. Ya veremos si los recién llegados aguantan el tirón de lo que a ellos y muchos de nosotros se nos viene encima, y se mantienen firmes en sus convicciones. Les va en ello el protagonismo como actor político cualificado en la Historia de España, o diluirse como un azucarillo en el olvido, sin llegar a nacer del todo,  sin pena ni gloria. En todo caso, la parte verdaderamente difícil del camino la encontrarán  más adelante, cuando la espiral en la que estamos sumergidos adquiera auténtica intensidad. Será en ese momento cuando deberá demostrar que es capaz no solo de aguantar el vértigo sino, si es capaz, además,  de parar la noria, y con ello de ofrecer a  España  una nueva oportunidad.

Y digo todo esto, porque el escenario político después de las elecciones del 24 de mayo, ha puesto en bandeja la gobernabilidad de una parte muy importante de la nación,  a Podemos, y a sus marcas blancas,  (que viene a ser idéntica cosa) , y están dispuestos a ejercer el poder de manera implacable.

Me da muchísima pereza entrar en el análisis de cuales han sido las razones de la ciudadanía para confiar en una formación de esta naturaleza. Los que saben de estas cosas dicen que ha sido la ira, el hartazgo ante la corrupción generalizada de los partidos nacionales, lo que ha llevado a los españoles ha votar al partido de Pablo Iglesias o a sus acólitos. El hecho es que Barcelona, La Coruña, Valencia y Madrid, y una multitud mas de ciudades y pueblos de España, están ya gobernadas por opciones políticas alineadas con Podemos, lo que supone un hecho verdaderamente preocupante, porque, por vez primera desde la Transición, un partido de corte populista y totalitario ha accedido al poder territorial la mayor parte de la geografía nacional.

Podemos y sus marcas locales, con el apoyo explícito de un partido socialista rehén de su sentimiento enfermizo guerracivilista,  del que no consigue desprenderse, y con los votos del Bildu y afines partidos filoterroristas, suman fuerzas y encarnan la esencia del odio hacia la otra mitad de España, a la que aborrecen y a la que jamás han reconocido su derecho a existir.

Vivimos una situación inédita en España para centenares de miles de españoles, que por edad solo tenemos experiencia de vivir en Democracia. Los que llegan, los que ya están aquí, vienen con otro lenguaje, basado en la exasperación de los sentimientos más bajos, azuzando el odio, convirtiendo en enemigo al adversario político, amenazando con ignorar las leyes que nos hemos dado, mofándose de nuestro estado de derechos, insultando las creencias y la fe de los cristianos y acusando a la derecha de ilegitimidad democrática.

No me gusta hablar de Podemos, de sus lideres y lideresas. Me aburre sobreañamente tener que poner mi atención en elementos antisistema, aburridos y casposos. Comprendo que sus alharacas, y sus  maneras desafiantes y barriobajeras hayan hecho las delicias en las tertulias televisivas en los medios apesebrados en los poderes facticos rojo-capitalistas. Con ellos, llegó ¿el escándalo?, ¿el divertimento? ¿el morbo? Quizá.  Yo no lo tengo nada claro. En todo caso, salían en la tele, y subía la audiencia. Así son las cosas y así, se han fabricado estos lidercillos y lidercitas, cargados de mala leche, de rencor y de fobias hacia otros seres humanos únicamente, porque , por ejemplo, van a misa, o tienen pinta (dicen) de pijos. Podemos ha llegado y ganado en las urnas el poder municipal que los ciudadanos les han otorgado. Nada más ni nada menos.

Ahora, a la ciudadanía le toca comenzar a recoger los frutos de su decisión electoral. No se si me da mas asco el elenco de representantes podemitas en los gobiernos municipales y autonómicos, o más lastima la estulticia de los ciudadanos que les han servido en bandeja un triunfo cargado de odio. No tengo la menor duda de que las ideología totalitaria y liberticida de Podemos y sus adláteres se plasmara en sus decisiones al frente del poder, como tampoco tengo duda de que una multitud inmensa de ciudadanos que les votaron llevados por la ira, serán los primeros que recibirán como una patada en la boca, las consecuencias inmediatas de una acción política que hará realidad el dicho, de “yo tuerto, pero tu ciego”. Lo que no saben es que en un mundo de oscuridad, todos los tuertos con su rencor a acuestas, caminan implacablemente hacia la ceguera total, desde donde ya no hay retorno. Y es que hay que cuidarse de los deseos por si finalmente terminan haciéndose realidad.

Por mi parte, lo he dicho en alguna otra ocasión, los recién llegados me dan mucho miedo. Pero eso es una cosa y otra muy distinta que eso sea suficiente para que yo les tome en serio. Soy plenamente consciente que entrañan un peligro real para la Democracia de mi país, para la libertad, para la igualdad de los españoles, sin embargo, no dejan de parecerme una manada de simios envalentonados y ensoberbecidos. Que le vamos a hacer, me parecen tan feos, tan sucios, tan vulgares, tan necios y tan malos, sobre todo, tan malos, que no son dignos de mi respeto. Sin embargo, habrá que seguirles la pista con atención, más que nada para mantener la consciencia, al menos, en los difíciles tiempos que se nos avecinan, a todos aquellos que hemos hecho de la libertad el eje central de nuestro juicio político como ciudadanos.


En otro momento, y con improbó esfuerzo, dedicaré el espacio que creo se merece la nueva  Alcaldesa de Madrid, y sus Concejales. A ver si tomo fuerzas, y consigo hacerlo sin vomitar.

sábado, 23 de mayo de 2015

UN VOTO EN CONCIENCIA

Llegamos a la recta final. La meta se encuentra a tan solo un par de días. Los comicios del próximo domingo todo parece indicar que  supondrán un vuelco en el panorama  político territorial. Los partidos nacionales hasta ahora mayoritarios han mostrado fisuras, grietas, y quebrantamientos que en mi opinión no vienen causadas por su edad sino por su degradación. En este contexto, para que repetir lo que todo el mundo sabe, el nicho del hartazgo ciudadano será ocupado por otras opciones que agazapadas esperan su oportunidad, su momento, para tocar poder.
Las dos palabras mas usadas en esta campaña por los diferentes lideres políticos han sido corrupción y regeneración. Está bien. Es interesante que nos hagan el diagnostico, por otro lado, también sujeto a subjetividades. Parece que todos estamos de acuerdo en que llegados aquí, somos conscientes y sufrientes, de que la corrupción en España es un problema importante,  que obstaculiza de manera radical nuestro progreso económico, social y atenta directamente contra el sistema democrático al que hemos llegado dando tumbos, con esfuerzo y como los hechos ponen de manifiesto, a trompicones.
Pero creo que sería bueno dar un paso más en el análisis, aunque el pasito sea corto y lo hagamos con las zapatillas de andar por casa. Un pasito sin pretensiones, pero que nos sirva para poder contextualizar someramente la situación en la que se celebrarán las elecciones del domingo.
La corrupción en España, desgraciadamente no es un fenómeno nuevo. Mas pareciera que se encuentra incrustada en nuestro ADN. Hagamos un poco de memoria y consideremos algunas cuestiones.
El mandato socialista de Felipe González tuvo un final apoteósico, en el que la corrupción chorreaba por  los cuatro costados patrios.  No había día que nos levantáramos sin un escándalo mayúsculo, ni institución que no estuviera pringada hasta las cachas. De esto hace ya varios lustros.
Y si atendemos a la distribución de la corrupción territorial, y no temporal, los sucedido en Cataluña con el nacionalismo de Convergencia encarnado en el prohombre Pujol, sabemos ya a ciencia cierta que era conocido por todas las fuerzas políticas de esa comunidad autónoma, PSOE, PP, ER etc. e incluso de ámbito nacional. Pero los intereses de partido, y el intercambio de cromos políticos, poder autonomico/estatal, ha funcionado como un reloj y se ha consentido durante años barra libre para el latrocinio político autonómico catalán.
Ahora podemos mirar  al Sur. La palma se la lleva, con todos los honores la izquierda andaluza, con el partido socialista a la cabeza, y los sindicatos llamados de clase. Los socialistas y comunistas, han robado más que nadie, o por lo menos, tanto como los más ladrones que por ahora se encuentran en Cataluña, atendiendo al  montante de decenas de miles de euros que han trincado.  Madrid, y Valencia, también ocupan posiciones destacadas en la cosa del trinque y manejo de lo público de manera deleznable y vergonzosa. Aunque si somos sinceros, no se si por cuestión de oportunidad o de necesidad, lo del centro reformista pepero metiendo la mano en la caja de todos, ha sido una cosa de menor cuantía, en comparación con los fortunones que se han soplado sus competidores.  
Miremos  al Norte. Alli, que tengamos noticias, por ahora, parece que robar a los ciudadanos y atracarles el bolsillo no ha sido la prioridad de los golfos. Allí, los indesables, los corruptores de tomo y lomo, a los que habría que añadir a la clase política, la Iglesia que se autodenomina vasca,  practican la mayor y peor de las corrupciones. La corrupción mas inmoral, que revestida de un supuesto espíritu independentista , ha repartido adormidera a tutiplén, y ha nutrido a sus instituciones autonomicas y municipales, de lo peor que los españoles hemos excretado desde hace 200 años. Filoterroristas y consentidores ostentan obscenamente el poder público en Vascongadas, y claman por tierra, mar y aire que el Estado libere y ponga en la calle, con diversos subterfugios, a los asesinos y torturadores etarras que cumplen sus condenas en las cárceles de nuestro país.  
Pero la corrupción adopta también la engañosa forma de legitimidad democrática otorgada en las urnas, cuando los partidos políticos, solicitan nuestro voto, nuestra confianza, y una vez obtenido el poder, abusando del mismo, y despreciando el contrato suscrito con los ciudadanos en su programa electoral, gobiernan no solo en dirección distinta a la comprometida, sino incluso, en el sentido contrario. El exponente máximo de corrupción política en este sentido lo ostenta, en mi opinión, el Partido Popular , el Gobierno de Mariano Rajoy. No solo, como se nos suele decir a modo de cantinela exculpatoria, por la herencia recibida del gobierno socialista, sino por las decisiones adoptadas libérrimamente por el partido del gobierno en asuntos de índole estrictamente  política, que son un obús lanzado al corazón mismo de los principios y valores de sus electores. Esta es una forma de corrupción tan habitual que desde la soberbia que caracteriza a nuestros gobernantes, que deben entender que está amortizada; algo de razón tienen los prohombres de la poltrona, ya que los españoles no tenemos costumbre de hacer cumplir los compromisos asumidos por los candidatos politicos.
Si decidimos poner la atención en otros ámbitos e instituciones que han dado muestras de un corrupción sobresaliente nos encontramos con las mas altas instancias del Estado, la Corona , los Jueces y Banqueros, empresarios y medios de comunicación. La aldea global nacional, en la que de manera natural, se han pasado el testigo los unos a los otros para tapar venguenzas o dejar al otro con el culo al aire, según venga el aire, y según convenga. Es el juego del poder en el todos los participantes llevan un carta en la manga, o una afilada navaja en la liga, con la que rebanarte el cuello o cortarte de cuajo los cataplines.  Todo de manera muy exquisita, con abundancia de botox, tetas de plexiglás, y ricitos jerezanos una vez recorridas las calvas evidentes, o cubiertas con crecepelos que cuestan un fortuna.  Entre ladrones anda el juego, pero lo que ponen sobre la mesa es nuestra dignidad y nuestro progreso, mientras la ciudadanía derrama lagrimas de cocodrilo y a grito pelado clama ¡¡ …y que hay de lo mio¡¡.
Y para que en el escenario no falte la corrución exótica hay que mencionar a la izquierda radical, con billete de ida y vuelta hacia los regimenes populistas, de corte fascistoide e indigenista. Han llegado con un lenguaje que si no fuera porque da auténtico terror, podría mover a la hilaridad, por el  ridículo y casposo estilo de su puesta en escena. Con frases trasnochadas, y en un lenguje incendiario, alardean de comprarse las bragas y los calconzillos en el supermercado del barrio. Traen la mochila llenecita de odio y de maledicencia, y pretenden alcanzar el podio alimentando lo peor de nuestra naturelaza, principalmente la envidia, pecado capital con el que nos adornamos los españoles como de todos es sabido. Son la opcion corrupta del engaño, de la estrategia liberticida. Encarnan la mentira y son extremadamente peligrosos porque su objetivo prioritario no es otro que acabar con la esperanza de que las cosas pudieran mejorar, aun cuando el esfuerzo exigido sea descomunal. Una victoria de las opciones tóxicas supondría la renuncia a la política y a la libertad. Donde asentan sus reales no crece la hierba,  y la Historia se convierte en el escenario de la tierra quemada.
Durante años, décadas, los ciudadanos españoles hemos hecho la vista gorda mientras el caldo era espeso, refrendando ese refrán tan nuestro, dame pan y llámame tonto.  Y nos han tomada la palabra. ¡Vaya si  nos la han tomado¡ Hemos pagado un precio carísimo por nuestro desinterés, nuestra irresponsabilidad, nuestra triste adhesión al plato de lentejas con la mezquina ilusión de ser, cada uno de nosotros, el primero en pillar el trozo de chorizo que nos han asegurado llegará en cualquier cucharada.
Entre tanto, y entre nosotros, cada uno a su nivel, procuramos buscarnos la vida y cada uno a su rollo como se suele decir, reproducimos punto por punto, los comportamientos en los que hemos sido aleccionados y que dócilmente hemos hecho nuestros. Mentimos, defraudamos, nos escaqueamos de nuestras obligaciones hasta donde  nos es posible. Procuramos hacernos con todo aquello que creemos que debe ser nuestro,  a cualquier precio, y cuando tampoco asumimos nuestros compromisos clamamos contra la mala suerte, contra los vivos y los muertos; nos cabreamos con los mandamases, y nos rebelamos contra las estrellas del mal fario, porque en el fondo sabemos que el que no hace la pifia es, porque no puede. ¿Cuantas veces hemos oido esta frase? y nos decimos que “todo el mundo tiene un precio”.
La corrupción nos acompaña desde hace demasiado tiempo. Es por eso que deberíamos comprender que ningún cambio llegará de las estrellas; que la transformación de nuestra sociedad no emanará de un elixir mágico. Que los mesías que nos prometen la felicidad para nuestra vida está invadiendo el territorio de nuestra intimidad. Que el protagonismo de la historia nos pertenece y por ello somos responsables, radicalmente responsables, del rumbo que adopte el camino por el que transite nuestra vida social.
Somos políticos. Debemos reivindicar la política como el instrumento mediante el cual los ciudadanos nos organizamos en un sociedad de seres humanos libre e iguales.
Nuestro sistema electoral es coactivo, y limitante, en la medida que la Democracia se ve mutilada por un método de representación escasamente democrático que favorece a los grandes partidos y hace extremadamente dificil la transformación y el cambio politico. No obstante, es indispensable seguir avanzando, tirando de este pesado carro en el que se han encargado de ponerle palos en la ruedas, aquellos estúpidos que sienten tocados por el dedo divino. No importa. Habrá que redoblar el esfuerzo y convertirnos de corredores de fondo, porque la meta no se encuentra al final del camino, sino en cada recodo en el que aguardan las pequeñas victorias capaces de modificar en profundidad el estado de las cosas que parecen inamovibles. Pero, solo lo parecen. La ultima palabra la tenemos nosotros, y la manifestamos cuando depositamos nuestro voto, de manera especialmente relevante, aunque no la última, ni la única.
El domingo, votemos en conciencia, haciendo memoria, y sobre todo, haciendo uso del sentido común. Votemos libremente, reivindicando nuestras creencias, nuestra ideología y nuestra fe, o nuestra falta de fe. Pero sobre todo, en mi opinión, sería importante que el voto, se convirtiera en un acto responsable y audaz, porque los ciudadanos somos mucho más que estómagos agradecidos o deudores. Votemos lo que votemos, hagámoslo a nuestro favor, pensando en nuestro futuro y reconociendo que si en el pasado ellos nos engañaron y nosotros nos equivocamos, hoy ha llegado el momento de decir …
 Nosotros votamos en conciencia, ¡¡Ya basta¡¡



domingo, 17 de mayo de 2015

POR SUS HECHOS LES CONOCEREIS...

Hace unos días se reunió en privado con el dictador cubano en pleno ejercicio de su tirania. Castro, Raul, fue todo sonrisas a la salida de su entrevista con el papa Franciso. Según parece el viejo comunista se lo pasó bomba con el obispo de Roma. Charlaron en confianza y en compadreo, intercambiaron regalitos de recuerdo de la visita. A la prensa trascendió que el papa visitará cuba en Otoño, y que al dictador le gustan los alfajores, delicioso dulce argentino. Todo parece indicar que el régimen asesino cubano va a aflojar las tuercas y permitirá una mayor libertad en la isla … para el ejercicio apostólico. Me pregunto, que pasará con los presos políticos y de conciencia, que se pudren en las cárceles cubanas. Me pregunto si el risueño y dicharachero Pontífice ha tenido a bien, entre carcajada y carcajada, en medio del cachondeo, interesarse por las victimas de los hermanos Castro, los presos y los que trasiegan las calles de la Habana y demás poblaciones misérrimas donde las niñas se prostituyen por una caja de aspirinas, donde no hay una sola familia que no tenga que llorar por un familiar o un amigo asesinado por estos dictadores de gracejo vomitivo.

Ayer mismo la verborrea del papa Francisco le llevó a soltar una de las suyas con motivo de una nueva visita diplomática. En este caso recibía a Mahmud Abás. Su incontinencia verbal le ha llevado a calificar al presidente palestino como “un angel de la  paz”. Imagino como debe flipar el bueno de Abas escuchando tales piropazos. Porque sin entrar en mas consideraciones, que haberlas las hay y muchas, si hay algo que no le caracteriza al lider palestino, es ni su presente ni mucho menos su pasado arcangélico. Ciertamente que no tiene porque servir a otros intereses politicos que los de aquellos a los que representa, pero de ahí a colocarle entre los angeles de Dios todavía va un trecho. Y grande. Bastaría rememorar su ferrea negación del holocausto judío, que se ocupó de expresar en su libro de 1983 El otro lado: la relación secreta entre el nazismo y el sionismo basado en la tesis, Abbas negó que los seis millones de judios murieran en el Holocausto; diciendo que es un "mito" y una "fantástica mentira". Su negacionismo del mas terrible horror de los horrores del hombre contra el hombre en toda la historia de la Humanidad, es suficiente para delatar la pestilicencia de su odio hacia el pueblo de Israel. No quiero entrar a pormenorizar el pasado de este señor Abas, si puedo añadir, que su vinculación con la violencia y el terrorismo parecen haber tenido estrechos lazos, lo que es sobradamente conocido.

Pero el papa Francisco está a lo suyo, y no le hace ascos a nada. Llegados a este punto me pregunto, ¿y que será lo suyo? Bueno hasta la fecha el unico texto de su cosecha que marca la directrices de la Iglesia: Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” el 24 de noviembre de 2014 nos deja clara como el agua cristalina una idea central de su ideología, porque no me atrevo a llamarla teología. Su crítica radical a las raices mismas del pensamiento y la sociedad capitalista. El pensamiento económico liberal, no le gusta al papa Francisco. A él lo que le molan son otras ideas, otras formas, y otros estilos de sociedad. Tampoco me atrevo a afirmar con rotundidad que sean las que imperan en Cuba, en Corea, o en Venezuela o las que nos aconsejan los chicos y chicas de Podemos o de Bildu. No me atrevo, por ahora.

Según leo en un diario digital, el vaticanista argentino Andrés Beltramo Álvarez -que acaba de publicar el libro sobre Bergoglio, La reforma en marcha- considera que el secreto del pontífice es "su capacidad de generar empatía, tratar al otro de igual a igual, y salirse del protocolo con chistes y bromas". O sea, lo que se diría meterse a la gente en el bolsillo. "Esto hace que los actores políticos se den cuenta de que es posible encontrar otras vías, más allá de la diplomacia convencional.

El papa Francisco, es en resumidas cuentas, un tipo campechano. Un chistoso, un tipo divertido y con gracia. Con habilidades sociales al parecer sobresalientes, dicharachero y sonriente. Lastima que su sentido del humor se lo gaste con personajes que maldita la gracia que tienen sobre todo para sus victimas inocentes, y lo de su militancia anticapitalista, que voy a decir, si el papa no tiene ojos para ver, oidos para oir, y neuronas suficientes para estudiar y reflexionar sobre el pasado de la Humanidad y el presente de nuestro Mundo, libre de prejuicios políticos ya casposos, tampoco es algo que le vayamos a pasar por alto. Los cementerios del universo mundo a lo largo desde todos los tiempos están sembrados muertos consecuencia de un buenismo incapaz de asumir responsablemente como enfrentar la injusticia y hacerlo desde el respeto a la libertad y la divinidad inalienables de cada ser humano.
Desde otro punto de vista, en este caso desde el plano de la espiritualidad, personalmente reivindico el derecho de todos y de cada uno a ser caritativos, solidarios, y buenos, y ese camino se transita desde de libertad, únicamente siendo libres somos capaces de compartir y únicamente compartiendo somos capaces de evolucionar con garantías de éxito.
Es evidente que nuestro mundo es imperfecto, injusto, y deficiente, y ello tiene gravísimas consecuencias sobre millones de personas y sobre la Naturaleza de la que somos hijos.  Pero es obvio que a lo peor de nuestro mundo han contribuido de manera directa y radical en gran medida, aquellos que no parecen ser el centro de la atención crítica del papa Francisco.

Yo al contrario de Pablo Iglesias, o el dictador Castro, no le encuentro nada molón, al papa Francisco. Debe ser que tenemos distintos principios, o quizá, que yo no tengo sentido del humor.

domingo, 12 de abril de 2015

PELILLOS A LA MAR… OBAMA Y CASTRO ENCANTADOS DE HABERSE CONOCIDO



Se ha celebrado la VII Cumbre de las Americas, dando cita a los mandatarios de la Región, incluyendo al Presidente norteamericano. Los protagonistas del evento: el dictador comunista Raúl Castro y Obama, el inquilino de la Casa Blanca. La ocasión la pintan calva, como se suele decir, y aprovechan la Cumbre para escenificar el acercamiento entre los dos países iniciado hace unos meses.

No voy a entrar en mucho detalle, francamente me importa menos que nada la puesta de largo del dictador hermano del dictador comunista. Viejo el uno y decrépito el otro, casi con un pie en el otro mundo, Fidel Castro no acaba de morirse, y con ello su abominable y criminal gobierno, se mantiene con suficiente salud como para hacerse presente en la escena internacional sacando pecho a sus muchos  hechos deleznales. Matar y morir en Cuba es el dilema en el que la sociedad lleva debatiéndose sesenta años. Las cárceles cubanas siguen llenas de disidentes al régimen, en condiciones infrahumanas. Las calles de La Habana son testigos del miedo y el silencio político; los derechos humanos mas elementales son simplemente inexistentes, y la dictadura como un monstruo abominable, enseña sus fauces amenazadoras a todo aquel se atreve a reivindicarse como un ser humano sujeto de derechos, como un ciudadano libre. Los hermanos dictadores aguantan sin morirse y el régimen comunista pervive sin perder la salud. 

Pero en esto llegó…. Fidel? No, en este caso, no llegó Fidel, que se llama Barak y es presidente de la democracia más poderosa del Planeta. Es un demócrata americano, llegado a la Presidencia de los Estados Unidos, pese a ser de raza negra o quizá, por ello, valla usted da saber. En todo caso, el color de la piel del presidente americano a mi parecer es del todo irrelevante, en su caso como en el de cualquier otro. Que la envoltura tenga uno u otro color o rasgos fenotípicos no hace, ni dice, ni aporta nada a la persona en cuestión, ni en su favor, ni en su contra. 

Y una vez puesto en faena,  el norteamericano va y le dice al dictador “….esto que tu y yo hacemos ahora, Raúl, lo de darnos la mano y poner dientes, (como diría la folclórica ante los paparazzi), será reconocido en el mundo mundial como un momento histórico”; ahora, “estamos en condiciones de mirar al futuro”.  Al presiente Barak, le ha quedado fenomenal, la charleta, divina la oportuna frase, y efectivamente, así lo recogen todos los medios de comunicación de la prensa mundial.

Raúl, apoderado de su hermano Fidel, en esto de atar bien corto a la Isla con roñosas cadenas socialistas, le dice sin caber en si de gozo, que él si que sabe, y que es un hombre honesto y cabal, no como los presidentes anteriores que miraban con malísimos ojos la muy loable revolución cubana, y que se mantuvieron enfadados y alejados del régimen del comandante Fidel durante décadas para no pringarse en la mierda tóxica del comunismo real campante en la Isla, mostrando su explícito apoyo a la disidencia por la libertad, y los derechos civiles, perseguida y masacrada. De todos modos, dice el hermanísimo, que está dispuesto a hablar de todo, pero que tiene que tener paciencia, muchísima paciencia. Ufffff.

Y prosigue la conversación entre los dos mandatarios, entre sonrisas llenecitas de dientes, haciendo las delicias de los fotógrafos de prensa, que hay que ver lo favorecidos que salen los que mandan cuando dan vaselina a la conciencias. En medio de la expectación general, se toman y estrechan las manos dando vivísimas muestras de satisfacción mutua.

"No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera", dice Barak con determinación. ¡¡¡Que frase para la posteridad¡¡¡ Lástima que a aquellos a quienes Cuba y su libertad, nos duelen en el corazón, y en nuestra razón, el momento en el que el presidente americano vino al mundo nos la refanfilfa. Sabemos que, desgraciadamente, la apisonadora comunista cubana se puso en marcha hace décadas; sabemos que hoy se mantiene viva y dando coletazos asesinos. Entre tanto el señor presidente norteamericano podría ser un niño recién nacido, o un adulto vivo y sano como una pera limonera, o estar fiambre y mas seco que la mojama que su muy estimado tiempo vital, para él y para los suyos, no es en absoluto medida ni referencia de evaluación analítica de la tragedia que vive Cuba a manos del comunismo, a no ser que, el señor presidente sea el ombligo del mundo mundial y no nos hayamos dado cuenta.

En todo caso, esto si que ha sido un encuentro interplanetario, y eso que  nos auguraba la inefable Leire Pajin, entre nuestro Rodríguez y Obama. Todavía recuerdo la foto para la prensa de los dos lideres y sus respectivas familias. Una pena que tuvieran que censurarla, y sacarla de prisa y corriendo de los medios de comunicación debido el look peculiar que las hijas de nuestro presidente eligieron para el posado,y que al parecer juzgaron los que saben de estas cosas, yo creo que con buen criterio, no era para nada favorecedor de las chicas, ni de los padres, ni de nada de nada. Pero a lo que iba, no hay comparación entre nuestro risueño (in eternum) Zapatero y el Castro hermano.¡¡Donde va a parar¡¡

El caso es que la Cumbre ha terminado, y todos felices deben haberse puesto hasta arriba de perdices. También se ha hablado de Venezuela, y no han falta también, los pesados opositores al régimen bolivariano, que dale que te dale, como la disidencia cubana, se  empeñan en denunciar cosas terriblemente desagradables de sus gobiernos dictatoriales: que si no se respetan los derechos humanos, que si el pueblo esta pasando hambre, que si la oposición esta siendo perseguida y torturada… La Presidencia norteamericana, por su parte, más de lo mismo, buen rollito y mirar al futuro, dice, templando todas las gaitas que sean menester.

La Cumbre toca a su fin, y cada  uno tira para su queli , encantados de haberse conocido. Mirando a Cuba … pelillos a la mar, el mismo mar que sirve de tumba a los miles de cubanos que perdieron la vida  escapando de la dictadura castrista, buscando la libertad. El mismo mar que recoge las lágrimas de los cubanos perseguidos y torturados. A la mar, testigo de crímenes terribles contra la vida, pelillos a la mar…de Cuba.

Aún se escuchan los lamentos y el valiente grito de las Damas de Blanco, mientras Raúl Castro y Barak Obama se declaran encantados de haberse conocido. Vuelven el rostro hacía el Mundo que les observa. Lo que nos muestran son dientes…, dientes. Feroces dientes.

sábado, 21 de marzo de 2015

DAME PAN Y LLAMAME TONTO

Mañana se celebran las elecciones autonómicas andaluzas. Menos mal, todo termina llegando y lo que es mejor, pasando. Los ciudadanos tienen la palabra, el voto, y su decisión de optar por una u otra opción política la ejercerán en absoluta libertad. Cabe deducir que de igual modo será su individual y colectiva responsabilidad, también absoluta. Dicho de otro modo, lo que decidan será para su bienestar o para su desgracia, en todo caso, y dicho vulgarmente, es su problema... que los demás tenemos los nuestros, entre otros, me temo, soltar la pasta gansa en aras a eso que llaman la solidaridad interautonómica.

El caso es que con motivo de las elecciones hemos tenido la oportunidad de ver en acción y reacción a los líderes políticos de las distintas formaciones que concurren a los comicios.  Nos han brindado estelares momentos para tomar nota, y con ella, que cada cual haga lo que le parezca conveniente. Como hoy estamos en jornada de reflexión, no quiero yo, apuntar en dirección alguna, por eso, y porque me ha llamado la atención, quiero comentar la marchita que discurre hoy por Madrid, llamada de la dignidad.

 La izquierda todita toda, se da cita a través de la asistencia de mas de 300 organizaciones que vienen a Madrid a poner toda la carne en el asador sacando músculo como antesala a una próxima huelga general que dicen será convocada para el mes de octubre. El lema de la marcha es un clásico, “Pan, trabajo y techo”. Entre los asistentes/convocantes Podemos,  IU, y Bildu. Francamente, me debato entre el bostezo y el vómito.  Los amigos de los terroristas de la ETA, y simpatizantes llegan a las calles de Madrid alzando la voz, y soltando mantras trasnochados y tóxicos. Las mismas calles que chorreaban sangre, no hace tanto, de las víctimas inocentes de las bombas asesinas que pusieron las alimañas  que estos forasteros llaman gudaris.

Estos eslóganes,  parecen sacados del baúl de los recuerdos, a modo de historieta del abuelito Cebolleta, huelen a moho y a tocino rancio, sin embargo, destilan violencia, un odio feroz, un rencor inasumible en una sociedad moderna y de progreso, en la que el pan, el trabajo, y el techo, por poner tres ejemplos que igualmente podrían aplicarse como necesidades básicas a mi perrita Tussi, (sin entendemos por trabajo su función inestimable de hacer mi vida mas feliz), son asunto de cada uno en particular, fruto y consecuencia de su libertad para decidir, de su responsabilidad individual y de su libertad personal; mas que nada, porque los seres humanos no somos perros, aunque algunos estén empeñados en hacernos creer lo contrario. Desgraciadamente la izquierda, la peor izquierda, la mas engañosa, la marxista de buena cepa, la oportunista, se da cita en Madrid, y entre los muy graves problemas que nos aquejan a los españoles, viene reclamando a grito pelado que les alimenten, les calienten y les de cobijo, como si fuéramos pobres bestias de carga, mendicantes de un pesebre y una cuadra.

A estos pastores de ovejas con el corazón emponzoñado, sin embargo, les mola toma el te con la pijeria mas televisiva, en pisos del Barrio Salamanca de Madrid y se pirran por posar en los medios a modo de baronesa subida  al tacón  y con maquillaje de nombre francés y duques de mirada profunda sin monóculo pero con muchísimo morro. Tienen a bien jugar a la juego del monopoly ocupando casitas y chaleses si se tercia, de aquella manera, y se las pintan solos en el birli-birloque del parné. Luego pasa  lo que pasa, y las malas lenguas van y les hacen preguntas en los medios y en los juzgados, indiscretas, indecorosas, impertinente, inapropiadas, inconvenientes, y muy, muy molestosas.

Lo cierto es que hemos recorrido un larguísimo camino para que la libertad real tomara forma en nuestras sociedades occidentales, en las que, cada uno de nosotros, fuéramos capaces de asumir las riendas de nuestra vida, en el seno de un Estado tutelado por la ciudadanía y no al revés. Un estado garante de la igualdad de oportunidades, que nada tiene que ver con la tabla rasa que comparten las ovejas de un rebaño; un Estado obligado cumplir la ley y a hacerla cumplir sin distinciones ni privilegios de clase o de estatus; un Estado que sea un instrumento y no un obstáculo para la innovación, la iniciativa individual, la superación personal, estimulador de la fraternidad y la solidaridad entre personas libres e iguales, donde la corrupción, el fraude,  sean castigados penalmente y donde la inoperancia y la incompetencia, la voluntad, la creatividad, la valía y la honradez coloque a cada uno en el lugar social que se merezca.

Llevamos decenios escuchando vanagloriarse a la Izquierda de su supuesta superioridad moral. Me he preguntado muchísimas veces donde se esconde su moral, para empezar, porque en aquellos lugares del Mundo en general, y en nuestro país en particular, donde los derechos humanos son masacrados de manera implacable solo se escucha su ominoso silencio, cuando no sus voces y sus deleznables actuaciones llamando y ejerciendo la violación de tales derechos.

La solución a los gravísimos problemas que nos aquejan no llegará de la mano de aquellos que han sido sus responsables directos. Aquellos que han generado la enfermedad no pueden ser el remedio. Pero, en ningún caso, pueden serlo aquellos que cuando se dirigen a nosotros nos faltan el respeto a nosotros y a nuestra libertad. Los ciudadanos libres no pedimos pan, ni techo. Exigimos al Estado que sea instrumental y este a nuestro servicio, y que en este contexto, y con este sentido, ponga los medios para que nosotros, y nadie más que nosotros, decidamos que queremos hacer con nuestra vida, en los buenos, en los malos, y en los peores momentos. No tengo la menor duda de que cada uno de nosotros, encontraremos nuestro camino, con nuestro esfuerzo, con nuestra responsabilidad, con nuestra voluntad.

A mi perrita Tussi, sin necesidad de atribuirme ninguna superioridad, ni siquiera moral, me ocupare de procurarle, su pienso y su techo, que es mi propia casa. No necesito que esta Izquierda tediosa y feroz  me baile el agua, ya lo hace Tussi, y me hace muy feliz.

martes, 3 de marzo de 2015

EL DILEMA DEL VOTO UTIL

Nos encontramos a tres meses escasos de las elecciones autonomicas y municipales. Este año parece  presentarse como un punto de inflexión en el panorama político de nuestro país, a tenor de lo que indican las encuestas. Por primera vez en los últimos treinta años, aparecen en escena fuerzas políticas emergentes, que quieren plantarle cara sin ambages ni mas dilación, a los partidos tradicionales que han venido ostentando el poder desde el  comienzo de la democracia en España. Esta es, esencialmente, la nota relevante de las consultas electorales a las que estamos convocados los ciudadanos a lo largo de este año.

Hemos llegado a 2015 jadeando y medio asfixiados por la crisis económica, y los recortes que se iniciaron con el Gobierno de izquierda socialista del presidente Rodríguez, y se profundizaron con el gobierno de Rajoy.

Sobre la crisis han corrido ríos de tinta y se han elaborado todo tipo de análisis, tratando de dar respuesta a los orígenes de la catástrofe económica a la que nos hemos enfrentado en las sociedades occidentales, recomendando recetas de todos los sabores para salir de ella, y paliar sus efectos sobre la ciudadanía. No seré yo quien entre a debatir ningún aspecto propio de la ciencia económica, que para ello, como en la Iglesia, doctores hay que lo hacen todos los días, y todos los días nos lo cuentan. Mi juicio, mi manera de acercarme a la situación que se ha vivido y se vive en España,  tiene mucho más que ver aquello que mis oídos escuchan, que mi ojos ven, y sobre todo, con lo que mi razón me dicta a la luz de lo que son hechos evidentes.

Si tuviera que encontrar un palabra que definiera este tiempo que vivimos, diría que esta es “corrupción”. No hay estamento o institución que no haya estado salpicada por escándalos, latrocinios, tráfico de influencias, y abusos de poder. La idea de que los líderes políticos, las altas instituciones del Estado, los jueces, los sindicatos, la prensa libre, todas los entes  democráticos que vertebran nuestra convivencia, debían ser modelo de rectitud, ejemplo para la ciudadanía, ha sido literalmente destruida por aquellos que tenían como su máxima obligación el escrupuloso respeto a la ley, a los valores constitucionales en su proceder personal y político.

Incidir en este panorama a modo descriptivo no tiene sentido a estas alturas, en las que unos y otros, han dejado sus vergüenzas al aire. Los ciudadanos estamos absolutamente hastiados, aburridos; empobrecidos y desesperanzados. Ya me gustaría también poder pensar, que de igual modo estamos escarmentados.

En el escenario social en el que se desarrolla nuestra vida, no solo son protagonistas los mandamases, dirigentes, y hombres de poder. No debemos nunca olvidar, que vivimos desde hace décadas en un sistema democrático, en el que elegimos con nuestro voto a nuestros representantes, que ocupan su escaño en el Parlamento de la nación, en los parlamentos autonómicos, ayuntamientos, sindicatos etc. Ninguno de ellos ha llegado de Marte sino  a través  de la libre y democrática elección ciudadana. Una y otra vez, hemos votado a aquellos que sistemáticamente han traicionado nuestra confianza y han utilizado nuestro voto para afianzarse en un poder que ha llegado, en su amoralidad, a comportamientos que nos han llenado de estupor y de ira. Sin embargo, durante años, y mientras la situación económica parecía estar poblada por enormes y lustrosas vacas gordas, los ciudadanos hemos mirando hacia otro lado,  haciendo nuestro el peor de los dichos, mientras yo ande caliente, ríase la gente. En este caso, esa gente, se reía a mandíbula batiente, pero de nosotros, mientras nos tiraban como si fuéramos sus perros, migajas luminosas de riqueza, que no era otra cosas que cristalitos de baratijas, espejismos engañosos de una realidad parca, fea, y casposa. Durante todo este tiempo España no mejoraba un ápice la educación de sus jóvenes, no avanzaba en I+D, dejó de escuchar el clamor de la victimas de ETA, acallado por el jolgorio de una ciudadanía que no estaba dispuesta a malos rollos ni a pedir cuentas al gobierno socialista primero y del partido popular después por unas políticas antiterroristas que de manera escalofriante ponía en la calle a decenas de asesinos etarras con condenas incumplidas. Y, es que la ciudadanía, como los politicastros y mandamases, también quería dar su particular pelotazo, y para ello, se fue embarcando en deudas disparatadas hasta el patetismo volviéndose con la perspectiva del tiempo, trágicamente risibles. La ciudadanía estaba dispuesta a vivir a crédito, fiado de por vida, a costa, de la libertad, la serenidad, del crecimiento productivo. Los ciudadanos han estado dispuestos en España a enrolarse en el juego de la especulación y el engaño, por eso se le han caído los palos del sombrajo a las primeras de cambio, porque los ciudadanos no debieron jugar a tiburones, cuando no eran otra cosa que débiles espantapájaros.

Llegados aquí, la realidad se ha impuesto y el sufrimiento se ha socializado. Somos pobres y estamos cansados del engaño. Millones de parados, y un país con una deuda estratosférica, nos ha puesto en nuestro lugar con una bofetada dolorosisima, y como suele suceder, cuando el barco se hunde, afloran las ratas por doquier que salen de sus ratoneras. Ahora les ponemos apellidos de insulto, a todos aquellos que ya conocíamos por su nombre, a los que se les ha venido dedicando durante décadas un lugar preeminente en los telediarios. Sabemos de ellos que son vulgares ladrones, estafadores públicos, jueces vendidos y comprados, sindicalistas rojos enriquecidos que huelen a bareto y a mariscada, banqueros y empresarios compradores de bragas y vinos, que no se pagan con un mes de salario de un trabajador español. Son periodistas a sueldo de poderes difusos, prensa de cabezada; artistas de la ceja metidos en arenas movedizas en las que la subvención es la que manda, y la que vende. Ahora sabemos quienes son, donde están, que hacen, y sobre todo, sabemos porque hablan y porque callan. Lo sabemos todo de ellos. 

Y en estas…..? No, no  llego Fidel,  como dice la canción cubana. Llegaron Pablo Iglesias, Monedero, Errejon y  Alegre.  Emergió como un fenómeno estelar un nuevo partido: Podemos. En alguna ocasión he hablado de ellos, de mi opinión sobre sus postulados y sus propuestas. Desde entonces, se han multiplicado los escándalos económicos e ideológicos, que afectan a esta formación cuyo patio de operaciones ha sido Venezuela durante años, y cuya vinculación con el dictador Hugo Chávez ya nadie pone en duda. Se han presentado ante la ciudadanía como salvapatrias, vengadores de la afrentas sufridas, en forma de tarjetas gratis total, preferentes, eres, etc., y han pedido el voto a esa multitud de ciudadanos dispuestos a confiar en comunistas rancios y peligrosos, incapaces de censurar al régimen venezolano que asesina a niños en las calles, y encarcela en penales inmundos a la valerosa oposición democrática. Una ciudadanía que entrega su voto a personajes oscuros de turbio pasado político,   a cambio de un plato de lentejas aderezadas con odio y con venganza.

Entre tanto, y mientras la ascensión de Podemos parece mostrarse como imparable, el Partido Popular y el PSOE, se disuelven como azucarillos en leche caliente. La perdida de apoyos electorales según las encuestas es espectacular. Por el contrario, se dibujan en el horizonte nuevas alternativas políticas, partidos recién estrenados que con enorme esfuerzo y sin apoyo mediáticos poco a poco van calando en sectores de la sociedad. Ciudadanos, el partido de Albert Rivera curtido en Cataluña, entre insultos y amedrantamientos del catalanismo mas radical, ha dado el salto a la política nacional, y según las ultimas encuestas, se postula como una propuesta a tener muy en cuenta, ocupando el centro político.  Vox, dirigido por Santi Abascal, eterno resistente por la democracia y la Constitución en el País Vasco, amenazado muerte por los asesinos etarras desde hace años, quiere ser la voz de un sector de ciudadanos que abiertamente se identifican con un posición liberal, democrática y de derecha conservadora, con vocación nacional en todo el territorio. UPyD, quiere ser, el adalid de una izquierda moderada y democrática, que podría representar al votante socialdemócrata.

El panorama que se presenta en las inmediatas elecciones autonómicas es muy, pero que muy interesante, porque es el momento en que la ciudadanía tendrá que retratarse, plantearse la utilidad real de su voto.  En  mi opinión otorgar el voto al PP o al PSOE, es como proponer a guardar el gallinero al zorro. Ambos partidos han sido y son nuestro problema, y ellos son incompatibles con una solución para España. Su tiempo ha pasado, y debemos ser capaces, por una vez, de ser valientes y responsables con nuestra conducta ciudadana, votando a favor del futuro, de la esperanza, de nosotros mismos, de cada uno de nosotros. Alguien podrá decir que no hay nada peor que Podemos en el horizonte, y que habría que votar con la nariz tapada cualquier opción capaz de neutralizar su acceso al poder. Es cierto que la opción que representa Pablo Iglesias puede generar inquietud e incluso temor, yo así lo siento. La vocación totalitaria de Podemos se  ha puesto de manifiesto de manera continuada en sus actuaciones y explicaciones a la opinión publica. No engañan a nadie. Pero a Podemos no se le descabalga democráticamente con el PP de la Gurtel, o el PSOE de los eres, sino con personas y propuestas políticas nuevas, limpias, y honestas, cada uno desde su preferencia política, y desde el ejercicio de su libertad. Vox, Ciudadanos, UpyD son además partidos nacionales que creen y defienden la diversa unidad de la Nación Española y podrían ser, estoy segura, elementos fundamentales para la estabilidad del país y su indispensable regeneración.

Si me preguntaran donde esta el voto útil, diría sencillamente, que lejos, muy lejos de PP y PSOE. Estos dos partidos, son palos en la rueda de nuestro futuro. No levantaremos la cabeza si debemos tirar de fardos viejos, roídos y pesados, mientras hacemos el camino largo y difícil que nos espera. Es necesario aligerar el equipaje, y partir de lugares comunes, más que nuevos, renovados, para dejar que nuestra voz se escuche en el Parlamento español, en los parlamentos autonómicos, en los ayuntamientos, por la boca de aquellos que llegan con el historial limpio y con propuestas que nos devuelvan la esperanza y la dignidad.

Lo peor del gobierno de Rajoy no han sido lo recortes, lo peor del nefasto gobierno de Rodríguez no fue abocarnos a bocajarro a la crisis, lo pero de ambos ha sido la traición y la humillación a la que sometieron a sus votantes en todos los ordenes, fundamentalmente el PP que no ha cumplido ni uno solo de sus compromisos políticos con sus electores. El voto útil es el que sirve para cambiar el rumbo de la historia, pero sobre todo, en lo que a mi concierne, el voto útil es, por ejemplo, aquel que me permita saber que de los mas de 100.000 niños abortados en España, ninguno de ellos me será imputable porque yo dije cuando me preguntaron: con mi voto NO. El voto útil es el voto de la razón, pero también, el voto en conciencia. El voto político es una acción radicalmente moral. A fuerza de olvidarlo, venimos de aquellos polvos a estos lodos. No es cierto que la única elección posible para España sea Podemos versus  PP/PSOE. Ese planteamiento forma parte de la estrategia dirigida del engaño y de la confusión. La elección posible, es el voto en conciencia, el voto de la razón, el voto del corazón. El voto útil es el voto de la libertad, que no nos confundan.