domingo, 12 de abril de 2015

PELILLOS A LA MAR… OBAMA Y CASTRO ENCANTADOS DE HABERSE CONOCIDO



Se ha celebrado la VII Cumbre de las Americas, dando cita a los mandatarios de la Región, incluyendo al Presidente norteamericano. Los protagonistas del evento: el dictador comunista Raúl Castro y Obama, el inquilino de la Casa Blanca. La ocasión la pintan calva, como se suele decir, y aprovechan la Cumbre para escenificar el acercamiento entre los dos países iniciado hace unos meses.

No voy a entrar en mucho detalle, francamente me importa menos que nada la puesta de largo del dictador hermano del dictador comunista. Viejo el uno y decrépito el otro, casi con un pie en el otro mundo, Fidel Castro no acaba de morirse, y con ello su abominable y criminal gobierno, se mantiene con suficiente salud como para hacerse presente en la escena internacional sacando pecho a sus muchos  hechos deleznales. Matar y morir en Cuba es el dilema en el que la sociedad lleva debatiéndose sesenta años. Las cárceles cubanas siguen llenas de disidentes al régimen, en condiciones infrahumanas. Las calles de La Habana son testigos del miedo y el silencio político; los derechos humanos mas elementales son simplemente inexistentes, y la dictadura como un monstruo abominable, enseña sus fauces amenazadoras a todo aquel se atreve a reivindicarse como un ser humano sujeto de derechos, como un ciudadano libre. Los hermanos dictadores aguantan sin morirse y el régimen comunista pervive sin perder la salud. 

Pero en esto llegó…. Fidel? No, en este caso, no llegó Fidel, que se llama Barak y es presidente de la democracia más poderosa del Planeta. Es un demócrata americano, llegado a la Presidencia de los Estados Unidos, pese a ser de raza negra o quizá, por ello, valla usted da saber. En todo caso, el color de la piel del presidente americano a mi parecer es del todo irrelevante, en su caso como en el de cualquier otro. Que la envoltura tenga uno u otro color o rasgos fenotípicos no hace, ni dice, ni aporta nada a la persona en cuestión, ni en su favor, ni en su contra. 

Y una vez puesto en faena,  el norteamericano va y le dice al dictador “….esto que tu y yo hacemos ahora, Raúl, lo de darnos la mano y poner dientes, (como diría la folclórica ante los paparazzi), será reconocido en el mundo mundial como un momento histórico”; ahora, “estamos en condiciones de mirar al futuro”.  Al presiente Barak, le ha quedado fenomenal, la charleta, divina la oportuna frase, y efectivamente, así lo recogen todos los medios de comunicación de la prensa mundial.

Raúl, apoderado de su hermano Fidel, en esto de atar bien corto a la Isla con roñosas cadenas socialistas, le dice sin caber en si de gozo, que él si que sabe, y que es un hombre honesto y cabal, no como los presidentes anteriores que miraban con malísimos ojos la muy loable revolución cubana, y que se mantuvieron enfadados y alejados del régimen del comandante Fidel durante décadas para no pringarse en la mierda tóxica del comunismo real campante en la Isla, mostrando su explícito apoyo a la disidencia por la libertad, y los derechos civiles, perseguida y masacrada. De todos modos, dice el hermanísimo, que está dispuesto a hablar de todo, pero que tiene que tener paciencia, muchísima paciencia. Ufffff.

Y prosigue la conversación entre los dos mandatarios, entre sonrisas llenecitas de dientes, haciendo las delicias de los fotógrafos de prensa, que hay que ver lo favorecidos que salen los que mandan cuando dan vaselina a la conciencias. En medio de la expectación general, se toman y estrechan las manos dando vivísimas muestras de satisfacción mutua.

"No estoy interesado en disputas que francamente empezaron antes de que yo naciera", dice Barak con determinación. ¡¡¡Que frase para la posteridad¡¡¡ Lástima que a aquellos a quienes Cuba y su libertad, nos duelen en el corazón, y en nuestra razón, el momento en el que el presidente americano vino al mundo nos la refanfilfa. Sabemos que, desgraciadamente, la apisonadora comunista cubana se puso en marcha hace décadas; sabemos que hoy se mantiene viva y dando coletazos asesinos. Entre tanto el señor presidente norteamericano podría ser un niño recién nacido, o un adulto vivo y sano como una pera limonera, o estar fiambre y mas seco que la mojama que su muy estimado tiempo vital, para él y para los suyos, no es en absoluto medida ni referencia de evaluación analítica de la tragedia que vive Cuba a manos del comunismo, a no ser que, el señor presidente sea el ombligo del mundo mundial y no nos hayamos dado cuenta.

En todo caso, esto si que ha sido un encuentro interplanetario, y eso que  nos auguraba la inefable Leire Pajin, entre nuestro Rodríguez y Obama. Todavía recuerdo la foto para la prensa de los dos lideres y sus respectivas familias. Una pena que tuvieran que censurarla, y sacarla de prisa y corriendo de los medios de comunicación debido el look peculiar que las hijas de nuestro presidente eligieron para el posado,y que al parecer juzgaron los que saben de estas cosas, yo creo que con buen criterio, no era para nada favorecedor de las chicas, ni de los padres, ni de nada de nada. Pero a lo que iba, no hay comparación entre nuestro risueño (in eternum) Zapatero y el Castro hermano.¡¡Donde va a parar¡¡

El caso es que la Cumbre ha terminado, y todos felices deben haberse puesto hasta arriba de perdices. También se ha hablado de Venezuela, y no han falta también, los pesados opositores al régimen bolivariano, que dale que te dale, como la disidencia cubana, se  empeñan en denunciar cosas terriblemente desagradables de sus gobiernos dictatoriales: que si no se respetan los derechos humanos, que si el pueblo esta pasando hambre, que si la oposición esta siendo perseguida y torturada… La Presidencia norteamericana, por su parte, más de lo mismo, buen rollito y mirar al futuro, dice, templando todas las gaitas que sean menester.

La Cumbre toca a su fin, y cada  uno tira para su queli , encantados de haberse conocido. Mirando a Cuba … pelillos a la mar, el mismo mar que sirve de tumba a los miles de cubanos que perdieron la vida  escapando de la dictadura castrista, buscando la libertad. El mismo mar que recoge las lágrimas de los cubanos perseguidos y torturados. A la mar, testigo de crímenes terribles contra la vida, pelillos a la mar…de Cuba.

Aún se escuchan los lamentos y el valiente grito de las Damas de Blanco, mientras Raúl Castro y Barak Obama se declaran encantados de haberse conocido. Vuelven el rostro hacía el Mundo que les observa. Lo que nos muestran son dientes…, dientes. Feroces dientes.