Hace unos días se reunió en privado con el dictador cubano
en pleno ejercicio de su tirania. Castro, Raul, fue todo sonrisas a la salida
de su entrevista con el papa Franciso. Según parece el viejo comunista se lo
pasó bomba con el obispo de Roma. Charlaron en confianza y en compadreo,
intercambiaron regalitos de recuerdo de la visita. A la prensa trascendió que
el papa visitará cuba en Otoño, y que al dictador le gustan los alfajores,
delicioso dulce argentino. Todo parece indicar que el régimen asesino cubano va
a aflojar las tuercas y permitirá una mayor libertad en la isla … para el
ejercicio apostólico. Me pregunto, que pasará con los presos políticos y de
conciencia, que se pudren en las cárceles cubanas. Me pregunto si el risueño y
dicharachero Pontífice ha tenido a bien, entre carcajada y carcajada, en medio
del cachondeo, interesarse por las victimas de los hermanos Castro, los presos
y los que trasiegan las calles de la
Habana y demás poblaciones misérrimas donde las niñas se
prostituyen por una caja de aspirinas, donde no hay una sola familia que no
tenga que llorar por un familiar o un amigo asesinado por estos dictadores de
gracejo vomitivo.
Ayer mismo la verborrea del papa Francisco le llevó a soltar
una de las suyas con motivo de una nueva visita diplomática. En este caso recibía
a Mahmud Abás. Su incontinencia verbal le ha llevado a calificar al presidente
palestino como “un angel de la paz”.
Imagino como debe flipar el bueno de Abas escuchando tales piropazos. Porque
sin entrar en mas consideraciones, que haberlas las hay y muchas, si hay algo
que no le caracteriza al lider palestino, es ni su presente ni mucho menos su
pasado arcangélico. Ciertamente que no tiene porque servir a otros intereses
politicos que los de aquellos a los que representa, pero de ahí a colocarle
entre los angeles de Dios todavía va un trecho. Y grande. Bastaría rememorar su
ferrea negación del holocausto judío, que se ocupó de expresar en su libro de
1983 El otro lado: la relación secreta entre el nazismo y el sionismo basado
en la tesis, Abbas negó que los seis millones de judios murieran en el
Holocausto; diciendo que es un "mito" y una "fantástica
mentira". Su negacionismo del mas terrible horror de los horrores del hombre contra el
hombre en toda la historia de la
Humanidad , es suficiente para delatar la pestilicencia de su
odio hacia el pueblo de Israel. No quiero entrar a pormenorizar el pasado de
este señor Abas, si puedo añadir, que su vinculación con la violencia y el
terrorismo parecen haber tenido estrechos lazos, lo que es sobradamente
conocido.
Pero el papa Francisco está a lo suyo, y no le hace ascos a
nada. Llegados a este punto me pregunto, ¿y que será lo suyo? Bueno hasta la
fecha el unico texto de su cosecha que marca la directrices de la Iglesia : Exhortación
Apostólica “Evangelii Gaudium” el 24 de noviembre de 2014 nos deja clara
como el agua cristalina una idea central de su ideología, porque no me atrevo a
llamarla teología. Su crítica radical a las raices mismas del pensamiento y la
sociedad capitalista. El pensamiento económico liberal, no le gusta al papa
Francisco. A él lo que le molan son otras ideas, otras formas, y otros estilos
de sociedad. Tampoco me atrevo a afirmar con rotundidad que sean las que
imperan en Cuba, en Corea, o en Venezuela o las que nos aconsejan los chicos y
chicas de Podemos o de Bildu. No me atrevo, por ahora.
Según leo en un diario digital, el vaticanista argentino
Andrés Beltramo Álvarez -que acaba de publicar el libro sobre Bergoglio, La
reforma en marcha- considera que el secreto del pontífice es "su capacidad
de generar empatía, tratar al otro de igual a igual, y salirse del protocolo
con chistes y bromas". O sea, lo que se diría meterse a la gente en el
bolsillo. "Esto hace que los actores políticos se den cuenta de que es
posible encontrar otras vías, más allá de la diplomacia convencional.
El papa Francisco, es en resumidas cuentas, un tipo
campechano. Un chistoso, un tipo divertido y con gracia. Con habilidades
sociales al parecer sobresalientes, dicharachero y sonriente. Lastima que su
sentido del humor se lo gaste con personajes que maldita la gracia que tienen
sobre todo para sus victimas inocentes, y lo de su militancia anticapitalista,
que voy a decir, si el papa no tiene ojos para ver, oidos para oir, y neuronas
suficientes para estudiar y reflexionar sobre el pasado de la Humanidad y el presente
de nuestro Mundo, libre de prejuicios políticos ya casposos, tampoco es algo
que le vayamos a pasar por alto. Los cementerios del universo mundo a lo largo
desde todos los tiempos están sembrados muertos consecuencia de un buenismo
incapaz de asumir responsablemente como enfrentar la injusticia y hacerlo desde
el respeto a la libertad y la divinidad inalienables de cada ser humano.
Desde otro punto de vista, en este caso desde el plano de la
espiritualidad, personalmente reivindico el derecho de todos y de cada uno a
ser caritativos, solidarios, y buenos, y ese camino se transita desde de
libertad, únicamente siendo libres somos capaces de compartir y únicamente
compartiendo somos capaces de evolucionar con garantías de éxito.
Es evidente que nuestro mundo es imperfecto, injusto, y
deficiente, y ello tiene gravísimas consecuencias sobre millones de personas y
sobre la Naturaleza
de la que somos hijos. Pero es obvio que
a lo peor de nuestro mundo han contribuido de manera directa y radical en gran
medida, aquellos que no parecen ser el centro de la atención crítica del papa
Francisco.
Yo al contrario de Pablo Iglesias, o el dictador Castro, no le encuentro nada molón, al papa Francisco. Debe ser que tenemos distintos principios, o quizá, que yo no tengo sentido del humor.