domingo, 9 de noviembre de 2014

CATALUÑA: AUTONOMIA-CASTA

Hoy ha tocado numerito independentista en Cataluña. Las autoridades políticas separatistas se han cachondeado a base de bien del Estado, y han montado una especie de consulta callejera sobre si la autonomía debe o no convertirse en un estadito independiente. Hay que reconocerles que han echado el resto y que finalmente, el numero circense han contado con el atrezzo mas sofisticado. Cataluña juega a irse de casa. Está por ver hasta cuando la madre España tendrá que lavar su ropa sucia y sonarle los mocos. Porque irse, no se se irán, pero la pasta se la están llevando gansamente por mor de la dirección política e institucional de la Nación española, en manos de personajillos de medio pelo, incapaces de hacer otra cosas que no sea taparse las verguenzas, viejas y ajadas, de quienes ya no pueden ni con la caspa que llevan sobre los hombros.

En la cosa esta, incalificable, que ha tenido lugar en Cataluña en el día de hoy, no ha habido el menor interés por mantener el pundonor, la limpieza democrática que cualquier consulta a la ciudadanía debe tener para ser digna de una mínima consideración y de tal nombre. Imagino que en este ejercicio onanista de los independendistas, con el placer de la exaltación, tienen suficiente. Por ahora. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. La consultilla, multitudinaria, eso si, no ha contado con las mas elementales condiciones democráticas, las que habrían sido consideradas, sin la menor duda, en una tribu de chimpacés, a la hora de repartirse una apetitosa presa. Pero insisto, no creo que estas cuestiones de limpieza democrática tengan el menor interés para la clase política separatista en Cataluña. Mas bien, por lo que venimos viendo en las últimas fechas, en las que se ha materializado lo que muchos exiliados del “paraiso catalan”, habían denunciado durante décadas. Su preocupación es mucho mas prosaica, y tiene que ver, directamente, con la pasta: la que nos sacuden del bolsillo a los españoles y que ellos se llevan “pa la saca”.

Entre tanto, las instituciones del Estado... de perfil, mirando al horizonte, y cantando el pio pio. El presidente Rajoy dicen que ha seguido desde Moncloa, el acontecimiento del día, que francamente ya huele, de puro pasado que esta. Lo de el Presidente del Gobierno comienza a ser mas que preocupante. Para España, tóxico. Llevamos meses en los que las noticias que llegan de Cataluña son para informarnos del pestilente latrocinio de sus prohombres honorables y la amenaza de que se quieren ir de España. Y entre col y col, nos pasan la relación de sus cuentas autonómicas en bancarrota, y como viejas plañideras nos piden que les salvemos el trasero de la absoluta quiebra económica en la que tienen sumida a su comunidad.

Si ya es bastante insoportable lo cansinos que son, los aburridos que resultan sus hechos diferenciales, y lo antipáticos que se han vuelto, ahora, ademas, pretenden que financiemos con nuestros impuestos, sus ensayos balbuceantes de malcriado eterno adolescente, jugando a ser un hombrecito. Mami y papi, quiero decir, papa Estado, está sufriendo una especie de ridículo y patético canguelo, y le llora suplicante a su vástago talludito y consentido, para que no se marche de casa, mientras este, entre mohines, planea cuidadosamente como acabar de limpiarle a la familia la cuenta bancaria.

La cuestión no tendría la gravedad que reviste si no fuera porque, para intentar complacer al hijo díscolo y caprichoso, la familia está dispuesta a dejar sin leche ni colacao a los hijos pequeños y más débiles.

Mi personal opinión respecto de lo que esta sucediendo en este momento en Cataluña es que es evidente que la Generalidad está dando un golpe de Estado a la Nación Española. Que sus autoridades, cuya legitimidad deriva del reconocimiento expreso que de ellas hace la Constitución de 1978, están realizando un acto de sedición, de traición, delante de nuestras mismas narices. Esta circunstancia es gravísima, en la medida que si las autoridades no cumplen, ni se ven obligadas a cumplir, con la legalidad vigente, ¿por que habrían de cumplir las leyes el resto de los ciudadanos en cualquiera de las cuestiones por las que se vieran afectados?

Lo que ha sucedido hoy en Cataluña es patético. En este farsa no solo no se han respetado las indispensables formas y garantías de un proceso de consulta democrática, sino que se han perdido el respeto a sí mismos, poniéndose en ridículo ante la Historia, jugando con la Democracia como si de un muñeco roto se tratara, sobándola, y arrastrándola por el fango, en una bufanada carente de libertad y de legitimidad.

A mi, llegado este punto, tanto se me da que Cataluña forma parte de España o de Corea del Norte, y esto es aplicable, de igual modo, a Vascongadas. Lo que de verdad me preocupa es que, tanto si se van como si se quedan, el resto de los españoles nos veremos sometidos a financiar con nuestros impuestos la “superior condición diferencial catalana”, es decir, lo que ya sufrimos con Vascongadas y Navarra. Y como las fuerzas políticas y los poderes fácticos, no están dispuestos a consultar al resto de la Nación española si queremos o no seguir aguantando comunidades autónomas convertidas en “castas privilegiadas”, o si para este viaje, esas alforjas son un estorbo y un lastre, para nuestro bienestar ciudadanos y el progreso de nuestra historia, mucho me temo, que los politicastros que hoy nos gobiernan, y los que a pasos agigantados se acercan al poder, con disfraz de cordero, forzaran si o si, el empobrecimiento de los españoles de buena fe, el de nuestros abuelos, nuestros hijos y nuestros nietos, para mantener el actual estado de las cosas, que a mi me parece, el peor de los Estados: un Estado que ha perdido la memoria, que alimenta las alimañas políticas y la comunidades autónomas-castas.


Como decía Albert Boadella, brillantísimo catalán exiliado de su tierra en Madrid que le ha acogió con los brazos abiertos, “España ya no es cervantina, nadie cree en el amor platónico, la dignidad y los valores inalcanzables”.