martes, 18 de diciembre de 2018

NI UNA MUJER MAS ASESINADA, NI UN DÍA MENOS DE CONDENA

Hoy es un triste día para la sociedad española. Uno más de los ya incontables días de tristeza, ira, indignación y desesperanza, ante un nuevo asesinato de una mujer a manos de un hombre. El crimen contra la integridad y la libertad sexual de una mujer, precede  al crimen contra la vida. Nuestra muerta de hoy, se llama Laura. Digo nuestra, porque al menos por unas horas, unos días, hablaremos de ella como si la hubiéramos conocido, como si se tratara de nuestra amiga, de alguien muy cercano, quizá de nuestra familia, nuestra vecina, una antigua compañera de instituto, la chica con la que flirteamos entre risas en un día de fiesta. … Haremos de ella nuestro icono momentáneo intentando retener su recuerdo, y su nombre ocupara las primeras paginas de los digitales, decenas de miles de mensajes recorrerán las redes sociales recogiendo la indignación que late en los corazones de España por esta muerte cruel, incomprensible, inadmisible, injusta con la que hombres y mujeres de todas las edades, de todas los colores políticos, de todas las clases sociales, morimos un poco más, victimas también de un fracaso sordo y persistente, que se agota en si mismo, y que no nos deja ver la luz al final del túnel. La luz imprescindible de la libertad para ser persona que pasea, que ríe, que baila, que es dueña de su existencia, de su individualidad. Ser persona mujer en cualquier circunstancia, sin sufrir el terror a la violación y la muerte, ese es el grito que se ahoga en nuestra garganta.

Tocan, nuevamente las campanas a luto. Hoy, por Laura, y con ella, lloramos nuestro duelo por todas y cada una de las mujeres salvajemente asesinadas, convertidas en cifras que engrosan las estadísticas de una tragedia inmensa e insoportable.

Los medios de comunicación están que arden con la noticia del hallazgo sin vida del cuerpo de Laura, de las circunstancias de su asesinato. Ponen el foco informativo de máximo interés en su asesino, y siguen las investigaciones policiales al minuto, compitiendo ferozmente, por la primicia del más mínimo detalle.

Yo,  me niego adentrarme en el sórdido universo del asesino, que tiene nulo interés para mí, mas allá de conocer su autoría y sobre todo, fundamentalmente, su detención. Creo, sinceramente, que una actitud colectiva de acercamiento intelectual al asesino, es un paso simultáneo hacia el olvido de la victima. La fascinación perversa que ejerce la maldad en nosotros, es una barrera invisible pero muy eficaz, para que las victimas ocupen un postrero lugar en la focalización de nuestro interés. Es por eso que creo, el asesino de Laura, en mi opinión no debería tener ni un segundo de protagonismo en nuestra atención si no es para debatir que hacemos con el monstruo y como podemos defender a la sociedad de su constante amenaza. El monstruo, no es ya, ese ser despreciable, encarnación del mal al que el trabajo policial pondrá un nombre y una cara identificable.  El monstruo que nos mira a los ojos, es la violencia, la agresividad, la psicopatía que habita en individuos con los que convivimos día a día, con los que  nos cruzamos en la calle; que compran la barra de pan en la panadería de la esquina de nuestra calle… que comparte con nosotros el aire que respiramos, el edificio en el que vivimos o los parques por los que paseamos.

Hoy especialmente, como en otros momentos en los que la calle arde con la ira de un asesinato de mujer, percibo preocupada como parece existir una búsqueda de supuestas soluciones al drama, con la presunta culpabilización colectiva de los hombres en nuestra sociedad. Se habla abiertamente de “crímenes” machistas, derivando, en mi opinión en una injusta y errónea culpabilización de la masculinidad, presupuesto origen de un comportamiento que alcanza hasta la conducta delincuencial mas repugnante como la violación y el delito mas grave, como el asesinato.

Es muy difícil, y mas en un día como el de hoy, expresar el abismo que existe entre el “ser hombre” y el “ser asesino”. Ciertamente que son hombres los que mayoritariamente cometen actos de violencia sexual y contra la vida en grado extremo…son mas los hombres que matan y mas las mujeres que mueren, pero de ese hecho, en mi opinión, no se deriva ninguna calificación que alcance a los hombres en su conjunto o a la masculinidad, como parece ser una idea extendida y argumentada, en pro de combatir la lacra del asesinato calificado de “machista”,  desde ámbitos ideológicos soportados en la filosofía feminista y de la ideología de genero.

En mi opinión el foco de atención, insisto, debe ponerse en dos cuestiones fundamentales: la violencia en nuestra sociedad y los recursos que esta sociedad despliega para combatirla. El abordaje del delito, desde la generalización del todo por la parte, es profundamente injusto, y radicalmente inoperante. Los asesinos de mujeres no lo son porque sean hombres, lo son porque son personas con determinadas características que les convierten en un peligro social y ante las que, en este caso, las mujeres son especialmente vulnerables porque constituyen el foco de atención del criminal. Podemos ver otro ejemplo en la violencia de otra índole, en este caso, contra los niños. Los menores más pequeños que son asesinados por un adulto, lo son a manos de sus madres. Entre 2013 y 2017 fueron asesinados en España 102 niños. De ellos 48, murieron asesinados por sus madres, 28 por sus dos progenitores (obviamente uno de ellos tambien mujer), 8 por una mujer cercana a ellos, 7 por un hombre cercano, y 11 por su propio padre. Imagino que podría decirse  que 102 niños muertos no es un cifra que se acerque a las 288  mujeres asesinadas por la llamada violencia de género en el mismo periodo. Es decir, los niños muertos por adultos, mayoritariamente por mujeres asesinas, son una tercera parte. Sin embargo, seria un despropósito y un absurdo, deducir de estos terribles datos estadísticos que las mujeres en general y las madres en particular, son en potencia, una amenaza para los niños, o que los crímenes tienen relevancia en función de su número, y no, atendiendo a cuestiones que atañen a la moral o si se prefiere, la ética mas profunda, como es la especial fragilidad o incapacidad para defenderse, y en este caso la vulnerabilidad y la indefensión de los niños es particularmente notoria.

No tengo interés, es entrar en cuestiones de tipo estadístico. Solo me interesa resaltar que los gravísimos delitos como el asesinato, la violación, la pederastia, incluso los actos terroristas deben ser considerados en mi opinión, como actos contra las personas cometidos por personas, independientemente de la condición sexual, de la religión, de ls clase social, o del móvil ideológico, del delincuente y de la victima. Para mí, la igualdad de todos los ciudadanos es la piedra angular de una sociedad libre y justa, lo que no es óbice para que la justicia considere la especial fragilidad de aquellas personas especialmente indefensas por ejemplo al considerar las agresiones contra los niños, las personas con discapacidad, o los ancianos, y para que, en otro orden de cosas, por supuesto,  esa igualdad quede reflejada de manera efectiva en las oportunidades y las garantías de respeto y protección de los ciudadanos independientemente de su sexo. Hombres y mujeres adultos deben ser objeto de igual consideración ante la ley. Creo, honestamente, que el delito no adquiere una mas leve o mas grave consideración atendiendo al sexo del delincuente o de la victima. Si delinquen mas hombres que mujeres responderán ante la ley éstos en mayor número, pero el valor sagrado de la vida y el derecho humano fundamental de la libertad no están sujetos a valoraciones que tengan que nada que ver con lo que la naturaleza nos ha colocado entre las piernas, sino con la responsabilidad que deberemos asumir por nuestra conducta, unos y otras.

La Ley de Violencia de género se ha manifestado como un absoluto fracaso. He escuchado en alguna ocasión que peor hubiera sido de no haber existido, o en una expresión del todo derrotista ….que algo habrá que hacer. Pues si, algo habrá que hacer pero no cualquier cosas, y no con cualquier ley. Esta ley progresista, dicen, ha sido un verdadero desastre a la hora de cumplir con sus objetivos. Y es que no se puede soplar y sorber al mismo tiempo.

Mientras se implementa una ley como la de violencia de genero, sexista, discriminatoria, y arbitraria, en la que los hombres parten de hecho de una presunción de culpabilidad y las mujeres de una presunción de inocencia, hasta el punto de que la vicepresidenta Calvo quiere imponer en el ámbito judicial el criterio de que a la persona mujer hay que darle credibilidad absoluta en un proceso por el simple hecho de serlo, en un disparatado y descarado gesto de totalitarismo feministoide, mientras tanto, digo, se presiona para la derogación de la prisión permanente revisable. Partido Socialista, Podemos y PNV con al abstención cómplice de Ciudadanos, votaron contra esta opción que permitiría el cumplimiento efectivo de las penas, para delitos de extrema gravedad, como los que nos ocupan, y que, a la vez, prevé la revisión reposada y no automática, de la conveniencia de su reconsideración, atendiendo a motivos jurídicos y de naturaleza psico-social valorados en profundidad.

Hasta este momento, asistimos a un enfoque penal que permite, por distintos motivos en los que no me voy a extender, de tipo técnico-jurídico, que el cumplimiento de las condenas impuestas por un Tribunal se vean limitadas de facto, por un lado por el limite máximo contemplado del tiempo de prisión,  y por otro, por las distintas formulas de aplicación de grados que de hecho suponen acceso a días de libertad real, incluso, a poder “vivir” fuera de la prisión con una unica obligación de acudir a dormir a la misma. En la práctica, el entramado de medidas jurídicas de aplicación en la privación de libertad, supone, asumir riesgos fehacientes de reincidencia. La reincidencia, es más que una palabra. Supone, la comisión de un delito, de un atentado contra las personas o los bienes, (que por otro lado, son también contra las personas, en la medida que son propiedad de las mismas). Esta es la cuestión a valorar y sobre la que merece hacer una reflexión actuando en consecuencia.

El padre de Diana Quer, lideró la petición que reunió dos millones y medio de firmas efectivas para que no se llevara a cabo la derogación de la ley permanente de prisión permanente revisable. Los mismos partidos que hoy se rasgan las vestiduras por el asesinato de Laura, los partidos de la izquierda del Parlamento, PSOE, Podemos, y PNV (imagino que por lo que le toca en la función blanqueadora del terrorismo vasco de ETA), se posicionaron a favor de su derogación en medio de histriónicas manifestaciones de progresismo y grandilocuentes alardes de buenísimo, colgándose la medallita de exquisitez democrática, comprada en algún chiringuito de todo a cien. Lo hicieron en el Hemiciclo donde los padres y madres de niñas y jóvenes asesinadas y violadas, habían presentado dos millones y medio de firmas de españoles, a favor de la prisión permanente revisable; súplica de padres sufrientes, y firmas de españoles de bien, que sus señorías progres, con la connivencia hipócrita y abstencionista de Ciudadanos, se pasaron por la entrepierna. Conviene, hoy más que nunca, recordarlo.

La sociedad tiene que ser implacable en la defensa de sus ciudadanos, y para ello, es muy importante mandar un mensaje diáfano, claro como el agua cristalina, de que el delito contra la vida y contra la libertad sexual de las personas, no es que  no vaya a salir gratis, es que va a salir muy, muy caro. De tal manera, que el deseo de los delincuentes extranjeros de querer cumplir a toda costa la condena de sus delitos en España porque es poco menos que un chollo, que ilustra desgraciadamente bien nuestro sistema legal y penal, debería desaparecer si o si. La persona que abusa sexualmente, que asesina, a otra persona adulta … la persona que abusa sexualmente de los niños… los depredadores sexuales en general, aquellos que practican extrema violencia, los que nos atemorizan, los que coartan nuestra libertad, deben saber que el precio a pagar es el de su propia libertad, y que con toda seguridad, ese será el ultimo de sus delitos, porque no tendrá posibilidad alguna de reincidencia, por ningún motivo, y por ninguna razón.

El día de hoy acaba para nosotros despidiéndonos de Laura. Con Laura asesinada, como sucede con todas aquellas personas muertas en las manos de sus asesinos, se pierde su presente, pero sobre todo, se pierde su futuro. Nos arrebatan el espacio vital que ella ocupaba en el Universo, y perdemos para siempre, lo que ella pudo ser, lo que nos pudo dejar, lo que de ella pudimos aprender…Su asesino le robó su existencia y a nosotros nos arrebató lo irrepetible del ser humano irreemplazable. … El aleteo sutil de una mariposa, dicen, puede desencadenar un tsunami poderosísimo al otro lado del Mundo. Su asesino nos ha privado por toda la eternidad del pestañeo vital de Laura … es imperdonable y no lo olvidaremos. Muchos de nosotros, seguiremos reclamando, Memoria, Dignidad y ….Justicia, …Justicia, …incansablemente JUSTICIA, para las victimas.

También para Laura

sábado, 8 de diciembre de 2018

NUEVOS ACTORES EN EL ESCENARIO POLÍTICO

Nunca antes los resultados de unas elecciones autonómicas habían suscitado tanto interés. Andalucía se ha convertido en la gran protagonista de la vida política española. Acostumbrados como estábamos a una calma chicha de décadas en las que el PSOE hacia de su capa un sayo con la política andaluza, contra todo pronostico, los andaluces se han plantado y le han dicho nones a la izquierda incrustada desde hace décadas en la vida social, económica y política de Andalucía. La ciudadanía ha resistido presiones, augurios, y todo tipo de promesas demagógicas y ha hecho valer con rotundidad su voluntad histórica de cambio.

En mi opinión, los resultados de estas elecciones han significado en primer lugar, que  Andalucía ha votado mayoritariamente al centro derecha; en segundo lugar, que desde este ámbito del espectro político, ha emergido con una fuerza insospechada, una nueva formación VOX, que se sitúa en el ala más conservadora de esta tendencia y que ha sido respaldada, ni más ni menos, que con 400000 votos por los electores. A día de hoy se puede afirmar sin ninguna duda que  Ciudadanos, Partido Popular y VOX constituyen el bloque de “las derechas” que juntas constituyen una mayoría social de cambio

 Este escenario, que en principio no tendría por que tener mas complejidad que la derivada de los intereses que legítimamente esgriman las tres fuerzas políticas responsables de hacer posible el cambio de “régimen” encomendado por los andaluces, ha sido y está siendo sometido, desde un primer momento, a un escudriño que no se recuerda en la vida democrática de  nuestro país. El  motivo de la inquietud manifestada por medios de comunicación y partidos políticos variopintos, radica en el supuesto carácter antidemocrático de la formación liderada por Santiago Abascal. Al parecer el criterio de decenas de miles de andaluces que le han dado la confianza a VOX no es del gusto del macro chiringuito de lo políticamente correcto, en el que se ha convertido la vida política en España y cuyos tentáculos ahondan en las estructuras sociales, culturales e incluso económicas de nuestro país.

He leído detenidamente el programa electoral de VOX, y que he seguido desde hace tiempo, primero con curiosidad y luego con mucho interés, las intervenciones de sus lideres, y sus comunicaciones y manifestaciones en las redes sociales, de igual manera que lo hice con Podemos, y con sus dirigentes, cuando llegaron a la escena política. Es precisamente por el conocimiento que tengo de sus propuestas por lo que las posiciones adoptadas por los medios de comunicación y los partidos del espectro político, de radical beligerancia, e  incluso de  agresividad contra VOX constituyen, en mi opinión, un síntoma muy preocupante en relación con la salud de las fuerzas políticas, culturales y de opinión,  que son parte fundamental de nuestro sistema democrático.

La izquierda política, en el amplio sentido del término,  se ha lanzado desde el primer momento a calificar de ultra derecha, de extrema derecha, de Fascismo, a la nueva formación conservadora, poniendo en entredicho su legitimidad para ser un actor político de pleno derecho en nuestra sociedad. Desde el partido socialista, en el alarde de inmensa estupidez, se ha tachado de “inconstitucional” el programa político de VOX.  Los dirigentes socialistas han vertido acusaciones gravísimas contra Santiago Abascal calificándole de “cómplice de maltratadores” de mujeres, de xenófobo, racista, machista etc., etc. El socio comunista del gobierno socialista,  Podemos, por boca de su máximo responsable, Iglesias, ha llamado a la “movilización activa en las calles”, con objeto de materializar y hacer visible,  la “alerta antifascista.”. Los medios de comunicación mayoritariamente de izquierdas han amplificado los mensajes de los dirigentes comunistas y socialistas, a los que se han unido, como no podía ser menos, las fuerzas golpistas e independentistas, y filo terroristas, de las comunidades autónomas vasca y catalana. Las consecuencias no se han hecho esperar. Las manadas de horcos antisistema y antiespañoles, se han echado a la calle haciendo alarde de la violencia que les caracteriza con la intención de aterrorizar a los españoles que libremente, vuelvo a repetir, libremente, han votado y apoyado la opción política que les ha venido en gana. En este caso a un partido político, democrático en su fundación, democrático en sus proposiciones y constitucional en sus propuestas.

Me interesa mucho recalcar, que nadie encontrará en el programa de VOX ni una sola propuesta a  los ciudadanos que no sea plenamente legitima y legal en su planteamiento, y que no se conciba como un objetivo que, si exigiera una modificación constitucional, no prevea expresamente su sometimiento a la voluntad popular, a través de las vías previstas por la propia Constitución para su modificación. Este es el caso, por ejemplo,  de su  propuesta de recentralización del Estado autonómico desde el presupuesto de un mejor acceso a los servicios a los ciudadanos y una mayor igualdad de todos los españoles en cuestiones fundamentales como la sanidad, la educación o la seguridad. En cuanto su programa en general, se puede estar más o menos o nada de acuerdo con el mismo, pero eso, en ningún caso  convierte a VOX en una amenaza ni para la convivencia ni para la Democracia, ni justifica el acoso brutal del que esta siendo victima el joven partido conservador.

La cuestión de fondo a plantearse como un verdadero problema para las libertades en España no es VOX y su pedigrí democrático, exigido por una clase política que se ha puesto exquisita de la noche a la mañana escudriñando cada palabra, cada gesto, cada imagen de la formación que lidera Santiago Abascal. La cuestión realmente grave para nuestro país es la constatación, una vez mas, de que persiste en la izquierda su patológica incapacidad histórica para vivir la experiencia democrática de manera saludable. Una izquierda radicalizada, nostálgica de la hoz y el martillo,  que instalada en una supuesta superioridad moral, a las primeras de cambio, nunca mejor dicho, una vez que ha perdido el poder en las urnas, recurre a su estrategia de siempre, en España y en todos y cada uno de los momentos y lugares del mundo donde ha tenido presencia y poder y que no es otra cosa que trasladar la agitación  las calles, la demonización del oponente, amenazar con el terror y ejercer la violencia contra la libertad y la integridad de las personas.

La acusación frívola, maledicente, antidemocrática  y peligrosísima de calificar a VOX como un partido carente de legitimidad para representar a los españoles, coloca a nuestro sistema democrático en una situación de indeseable fragilidad en un momento ya de por si enormemente tensionado por el golpismo y el independentismo. Es importante recordar que el partido que lidera Santiago Abascal, ha tenido siempre y en todo lugar, un comportamiento exquisitamente democrático. Sus representantes, han soportando todo tipo de insultos, agresiones y amenazas, alguno de ellos mujeres, como Rocío Monasterio, ha sido escupida y amenazada de muerte por mujeres del movimiento feminista, según  sus propias declaraciones. En este contexto, de acoso y descalificación prácticamente generalizada,  se han pronunciado los andaluces en las recientes elecciones autonómicas. La respuesta a esta estrategia de amedrentamiento y acoso,  ha sido la consecución de12 diputados para VOX,  con parlamento autonómico redistribuido de tal forma, que, para desalojar al régimen archicorrupto social comunista del poder, es necesario si o si, el beneplácito del partido conservador, muy conservador si se quiere, pero tan legítimo y democrático como cualquiera, y mas necesario para el cambio político que ninguno.

Una vez que las izquierdas han sido aparcadas por la voluntad popular, son el Partido Popular, Ciudadanos y VOX, lo que tienen que dirimir, como y de manera van a asumir el mandato de los electores, y es precisamente este el momento en el que nos encontramos, con dos actores principales que nos van a dejar claro como el agua cristalina si están a la altura de las circunstancias que el momento histórico les plantea, el Partido Popular y Ciudadanos.

El Partido Popular, poco a poco, parece irse alejando de la triste y patética figura de Mariano Rajoy, el presidente del partido que recibió los votos de un electorado desesperanzado y sometido a la ley de la lentejas, que se ha visto obligado a poner su voto en la urna con la nariz tapada y haciendo uso de buenas dosis de prinperan. Esos tiempos parece que están llegando a su fin. El Partido Popular que lidera a día de hoy Pablo Casado parece orientado a reconstruir un partido de centro derecha, en el que todavía pesan como una losa, los elementos supervivientes del marianismo sorayesco. No obstante, la recientísima elección como jefe de gabinete de Pablo Casado de Javier Lasquetti, dice mucho del proyecto que tiene en mente para el partido su joven secretario general, lo que permite suponer que de aquí en adelante, el maltrecho, desnortado y desideologizado partido popular, se ira sacudiendo el moho de la corrupción y de los consentidores de  la misma, de manera que determinadas voces deberán ir tomando protagonismo al tiempo que algunos rancios y templagaitas miembros del partido tendrán que hacer las maletas.

El primer paso del nuevo PP  lo tiene que dar en Andalucía. Pero como venimos diciendo los números  indican que deberá ir acompañado del partido de Albert Rivera, y Ciudadanos no parece tener intención de poner las cosas fáciles en la gobernabilidad de Andalucía, mas bien todo lo contrario. La formación naranja esta planteando lo que en mi opinión en un brindis al sol, exigiendo el apoyo del PP para que su candidato el señor Marin presida el gobierno de la Junta. A mi me parece, tanto Moreno Bonilla, como el señor Marin, dos figuras menores dentro de sus respectivas formaciones. Desde el principio me parecieron pésimos candidatos, sin fuste, sin atractivo político de ninguna clase. Evidentemente, a ambos dos, si los comparamos con los representantes de Podemos y del PSOE, pueden parecernos Sócrates resucitado. En todo caso, creo yo que serán Casado y Rivera quienes fijen las posiciones de un acuerdo que forzosamente tiene que contar con VOX, y es, precisamente en esta circunstancia, donde al parecer  se presenta un problema de muy difícil solución, toda vez que Ciudadanos, en una postura de difícil comprensión pretende pescar peces sin mojarse el culo. En un alarde de vacua soberbia, dice negarse a que en su compromiso de gobernabilidad aparezcan las siglas de VOX, amenazando veladamente con una repetición de las elecciones.

Lo cierto es que Ciudadanos se encuentra electoralmente en una posición delicada y, por si fuera poco, su decisión de apoyar la candidatura de Manuel Valls para la alcaldía de Barcelona, lejos de despejar el horizonte al partido, va camino de convertirse mas que en un china en el zapato, en un clavo ardiendo, con el que finalmente puede resultar abrasado. Este señor hispano francés, que al parecer tenía escaso, por no decir nulo, recorrido en la política francesa, ha llegado a España alardeando de escrupulosidad democrática propugnando un cordón sanitario contra VOX. D. Manuel le ha colgado al partido español conservador el sambenito estigmatizador de “ultraderecha”. Es importante considerar para comprender el mensaje de monsieur Valls, que ha sido miembro del partido socialista francés hasta 2017, partido que abandono después de haberlo perdido prácticamente todo en el mismo. Por otro lado, pudiera ser también, que  el socialista francés Manuel Valls, tenga un desconocimiento profundo de la realidad política española, lo que sería perfectamente lógico dado que su vida y el ejercicio de su actividad política se han desarrollado en Francia, y no en España.

Aun me estoy preguntando,  que ha llevado a Ciudadanos a verse representado por este ciudadano de la política francesa en la alcaldía de Barcelona. A mi me parece que el error de la formación naranja ha sido extraordinario. El caso es que mientras en Barcelona el político franco-español propugna el cordón sanitario contra VOX en Andalucía, es precisamente VOX quien tiene la llave de su gobernabilidad… o le va a pedir el señor Marin a Susana Díaz la abstención del PSOE en la investidura?  En caso de pretender un apaño de esta indecorosa y vergonzante naturaleza, a cambio de que, y donde esta el trueque? Cuantas alfombras seguirían ocultando los nidos de gusanos alimentados con la ingente corrupción de la izquierda socialista en Andalucía  y durante cuanto tiempo?

Las elecciones andaluzas han sido determinantes para el futuro político de una España que silenciosamente parece impulsar el cambio en el rumbo de la política de los últimos años. Andalucía le ha plantado cara a un social-comunismo corrupto e ineficaz a la hora de ejercer el gobierno, y al que  no le ha perdonado sus veleidades cuando no su complicidad de facto, si no por acción, si por omisión,  con aquellos que pretenden destruir nuestra nación y nuestra convivencia democrática. Los electores, en  un alarde de inteligencia y de lealtad a la nación, han icho con claridad meridiana, que lo que no es bueno para España no es bueno para Andalucía.

Ciudadanos debería, de una vez por todas, bajar a la arena y hacer política-realidad. No puede mantenerse eternamente en la adolescencia política sin pagar un altísimo precio por ello. Su decisión de elegir a un socialista para la alcaldía de Barcelona coloca a su formación como un interrogante para los socialistas españoles, y como un oscuro borrón que puede ahuyentar definitivamente al votante de centro derecha y, por supuesto, de la derecha más conservadora en España. Que razón podría tener el electorado de derechas a día de hoy para votar a Ciudadanos, si puede votar un Partido Popular rejuvenecido y renovado, y a una formación, como VOX de derechas mas conservadora, que da respuesta firme y clara a sus demandas, impecablemente democráticas?

En mi opinión Ciudadanos tendrá que andarse con pies de plomo y no equivocarse de “oponente” o para ser mas precisos de enemigo, porque no son los militantes, votantes o dirigentes de VOX los que les apedrean en Alsasua, los que escupen a Inés Arrimadas, los que asaltan sus sedes, los que les insultan y acosan, los que les desprecian, los que les agreden en las calles, los que les silencian en los platos, los que les amenazan a ellos y a sus familias; no son de VOX esas manadas salvajes que toman las calles para acosarles, las escuadras de estilo nazi que escrachan sus mítines.

VOX es por el contrario el partido, que está a su lado, defendiendo la democracia en nuestro país, la unidad de nuestra nación, la memoria de las victimas del terrorismo, nuestra Constitución, nuestra Monarquía, la libertad e igualdad de todos los españoles, amparados por el Estado de Derecho.

VOX lo hace desde posiciones conservadoras, legitimas y plenamente democráticas, y a día de hoy 400.000 ciudadanos españoles de Andalucía, han refrendado su proyecto con absoluta claridad. Si el partido de Albert Rivera comete el error de ignorar o despreciar esta realidad, corre el riesgo de que los españoles le recuerden en las urnas que ha dejado de ser imprescindible y que quizá, nunca mereció serlo. Desde el centro, pasando por la derecha, ya no son dos las alternativas políticas, son tres, número impar. Convendría no olvidarlo, sobre todo a Albert Rivera. Sería una triste paradoja pasar a la Historia, sin haber llegado a ella.

domingo, 2 de diciembre de 2018

¡¡ GRACIAS, ANDALUCIA ¡¡

Día histórico para España. Andalucía acaba con el régimen socialista de cuarenta años. El sueño se ha hecho posible, demostrando, una vez más que en Democracia la llave de nuestro destino no hay que ir a buscarla en el fondo del mar, la tenemos en nuestro bolsillo, muy cerca del corazón. Los ciudadanos tenemos la ultima palabra, porque somos los dueños absolutos de nuestra voluntad, de nuestra libertad.

Andalucía se mira a si misma y se ve en el Espejo de España. La Andalucía bella, culta, valiente y leal, coge el testigo para liderar el proyecto de España. Con la mirada puesta en el futuro, inician el camino inexplorado de la madurez política, de la aventura de la libertad. Andalucía es España, y España, no se comprende sin Andalucía.

Hoy es un momento verdaderamente emocionante para millones de españoles, entre los que me encuentro. ¡Felicidades andaluces¡.

¡¡¡ Gracias ¡¡¡