Menuda la que hay montada con el nidito de amor del señor
Iglesias y la señorita Montero. La joven pareja, como les denominan con
simpatía algunos, debe estar flipando con la polvareda que ha levantado en la
opinión pública la adquisición de su espectacular vivienda. Lo de pareja parece
ajustado a la realidad, pero lo de joven…? D. Pablo va para los cuarenta, y
Doña Irene ya ha cumplido los treinta, a estas edades, una ya llevaba
trabajando más de veinte años, o casi quince, según considere a uno o a otra.
Pero voy al grano, ¿es el chaletazo el
problema de Iglesias?
A primera vista pudiera parecer que la compra de un pedazo
de mansión a cuarenta Km. de Madrid capital, ha sido el origen del sarpullido picajoso
por el que no paran de rascarse desaforadamente algunos dirigentes del partido,
las bases y sus simpatizantes desde que la noticia saltó a la prensa, con
profusa información en todos los sentidos, incluyendo imágenes nítidas y
coloridas de las dependencias de la misma, del interior y del exterior. Yo creo, sin embargo, que el problema que Iglesias tiene no el es
chaletazo, sino la boca. La boca y la lengua. La boca de la que han salido
innumerables insultos y descalificaciones. La lengua viperina, con la que ha
atacado, despreciado de manera inmisericorde a sus oponentes políticos con un
discurso, por llamarlo de alguna manera, populista y superficial, carente de
enjundia intelectual, y apoyado en la máxima de que todo aquel que disfrutase
de un determinado estilo de vida, debía ser objeto de censura y acoso.
No le ha gustado a la pareja que su vida privada, su
vivienda, estuviera expuesta en un escaparate público. Francamente, no me
extraña. Cada metro cuadrado de su recién adquirida propiedad descalifica por
si sola la matraca perroflautera con la que nos tienen la cabeza modorra, que
diría mi abuela. A mi, tengo que ser sincera, la casita me gusta y mucho. Mi
perrita, mis gatos, mi canario y yo misma, estaríamos la mar de bien en
chalette de Iglesias y Montero, respirando aire puro y escuchando el trinar de
los pajaritos recién amanecido en lugar del oir el destemplado rugido del camión de la basura, y disfrutando
de un florido vergel con piscinaca incluida, en lugar de conformarnos con un
mini-jardincillo de terraza urbana. Pero claro, pertenecemos mi familia y yo a lo
que Montero e Iglesias llaman “gente”, y lo nuestro es de ese de otro mundo del
que Iglesias y Montero han salido pitando en el momento que han tenido
oportunidad. Lo han hecho con tanta ostentación que han hecho mucho ruido y nos
hemos enterado todos, de lo que pensaban que, llevados de su estúpida soberbia,
no nos enteraríamos ninguno.
La boca Iglesias, la boca y la lengua. Dice una cita bíblica
en Proverbios 6:2 “ Te has enlazado con las palabras de tu boca, y
has quedado preso en los dichos de tus labios”. No hace tanto, Iglesias daba un
entrevista en su mismísima casa de Vallecas, y lanzaba el mensaje proleta a su
grey, tomándose un desayuno en una cocinita, que por cierto parecía estar
necesitada de un buen zafarrancho, a trapo y lejía. En aquella oportunidad no
solo no le incomodó compartir la “intimidad” de su hogar, sino que busco la
proyección mediatica que le interesó. Es que el pudor de Iglesias ha sido muy
relativo. Recuerdo cuando se dirigía a los españoles diciendo cosas como que él
se compraba su ropa en Al Campo…¡Pero que gracejo tiene este D. Pablo¡
Como las redes están que arden, Montero y su pareja, han
tenido que salir a la palestra, para dar explicaciones, sobre todo a los suyos.
Sus argumentos no pueden ser mas inconsistentes…Que si van a tener dos hijos,
que si necesitan privacidad para su familia, que si tienen derecho a su
intimidad, que si les gusta vivir en el campo, que si van a pagar con ¡la
herencia¡ Con qué desparpajo se cachondean, con perdón, del personal l Vamos que sus
planes para hacer frente a sus descomunal deuda hipotecaría consiste en que alguien que está en este Mundo y coleando pase a mejor vida? Esta claro, que no han leído a Chesterton, cuando
dice, “Si le quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes” .
Sus excusas son patéticas y no dan respuesta a cuestiones
elementales. Para irse a vivir al campo
es necesario hacerlo en un supermega chaletazo?, No hay mas colegio publico
digno de acoger a sus futuros hijos, que el elegido por ellos en Galapagar? Se
han olvidado Iglesias y Montero de los escraches y violaciones de la intimidad
a las que han sometido a políticos, su formación o sus simpatizantes, que ellos
han defendido sin pestañear? Como, por
que y que entidad financiera les ha proporcionado una financiación tan
extraordinariamente ventajosa e infrecuente, para el común de los mortales? Todas
estas preguntas y sus ridículas respuestas que a mi me interesan absolutamente
nada, resulta que a su militancia les han sentado como una patada en la
entrepierna y para intentar, dicen, dar voz a los suyos van y les presentan…
¡un plato de lentejas¡
Montero e Iglesias se han supuesto superferolíticos, y con
caritas de carnero degollado, se han presentado como victimas de un sistema que
les acosa, por eso mismo, por ser supermegaguays. De esta guisa, van dicen a sus militantes que convocan una
consulta para que les confirmen o no en sus actuales respectivos cargos. Es
decir, que son lentejas, o nosotros o el descabezamiento de la formación a un
año de los primeros comicios. De este modo ponen a la militancia entre la
espada y la pared, buscan la oportunidad de salvar el trasero, de mantenerse
en el machito y de paso pagar la hipoteca, del “chaleto”. No dan puntada sin
hilo estos dos.
Veremos que opinan las bases, los círculos, las mareas, y
toda la panoplia del entramado podemita. Tienen una complicada elección, a
saber, o el descrédito mas absoluto, al que habría que sumar el ridículo y la
humillación publica, o el vacío de poder, en una organización, Podemos, en la que Iglesias ha sentado sus reales desde
el minuto cero con absoluto despotismo. Entre tanto, su vecina Bescansa (al
parecer vive muy cerca del chaletazo, eso si, de alquiler), y Errejon deben
estar afilando los cuchillos a conciencia, esperando su oportunidad de dar el
golpe de gracia al un líder de estilo chulesco, y en el fondo vacuo, que además,
no parece tener mucho mas recorrido en términos políticos que mantenerse en un papel
de segundón, corriendo el riesgo de convertirse en prescindible e irrelevante.
Pero claro esta, que este bodebil de tres al cuarto, todavía
no ha terminado. Con todo, a día de hoy, y sin conocer aun el veredicto de los
militantes podemitas, la cosa pinta para Iglesias color de hormiga. El que se presentó como azote de
la casta va a resultar que es un puro bluff, y un estafador en términos
políticos. Personalmente su vida, obra y milagros a titulo personal me
interesan menos que nada. Si me parece importante, descabalgar de la esfera
política, del poder, a todos aquellos que como él y ella, deliberadamente mienten a los ciudadanos, que
practican la engañifa, y utilizan las necesidades de aquellos a los que ellos
llaman “gente” para alcanzar y disfrutar a lo grande del poder.
El problema de Iglesias y Montero no es el chaletazo. No. El
problema es la boca.
Como todos sabemos por la boca muere el pez, incluso
cuando el pez es un tiburón llenecito de afilados dientes. Pero esos, los tiburones, también la palman, por
el mismo sitio…por la boca.