La otra tarde, intenté, sin éxito, ver y escuchar al completo en Internet las intervenciones de los congregados en la Universidad Complutense de Madrid en defensa del Juez Garzon, y contra la admisión a tramite por parte del T. Supremo de las querellas contra él presentadas por Manos Limpias y Falange. Lo intenté sin conseguirlo no porque mi ordenador me dejara tirada en la intención o porque Youtube no hubiera recogido con presteza el evento, sino porque después de asistir al spich que lanzó Jiménez Villarejo, (19 minutos “cascando” en tonito rojeras trasnochado), no pude llegar más allá del minuto 4 de la intervención del comunista Toxo, pasando por el prolongado aplauso del concurrente a un inaudito Berzosa apunto de derretirse de gusto. ¡Que nivel Maribel, el de la Universidad madrileña¡
Mi primera impresión, en un principio, fue que no había que darle demasiada importancia a estos numeritos de la izquierda siempre tan previsiblemente aburrida. Villajero, al que como digo escuché y vi con disciplina prusiana, me pareció sencillamente patético. Su lenguaje ampuloso, engolado, engreido y gerracivilista podría dar, sin embargo, verdadero miedo de no tomarse a cachondeo (con perdón). Lo de considerar la intervención de este señor a modo de las historietas del abuelo cebolleta, es francamente una tentación pero me temo que los insultos al Tibunal Supremo tachándole de fascista, colaborador con torturas etc, tienen bastante más enjundia, sobre todo considerando los aplausos que levantaban en un publico entregado cada exabrupto, cada barbaridad vertidos en el discurso de este señor. Podría también plantearme que semejantes insultos al Estado de Derecho proferidos por este personaje eran fruto de sus cansadas y ya achacosas neuronas como consecuencia de su avanzada edad. Sin embarro, me temo que tiene toda la pinta de estar en su más absoluto y peligroso juicio.
El aquelarre montado en la Complutense por la izquierda, con el pretexto de la defensa del juez con tres causas pendientes por prevaricación y cohecho, tiene un tufo golpista verdaderamente pavoroso, en la medida que supone un frontal ataque al eje vertebral de la estructura judicial del Estado en la persona del Tribunal Supremo, máxima institución de la judicatura en la aplicación de la Ley, también de la Ley de la Memoria Histórica.
Los argumentos justificantes de esta agresión sin precedentes en la Democracia española son tan peregrinos que podrían resumirse, por no extenderme más, al supuesto de que son los “franquistas” los que sientan al juez en el banquillo; los franquistas-fascistas-totalitarios que todavía quedan España…
Si, efectivamente, todavía quedan bastantes “franquistas” y para encontrarlos solo tienen que mirarse a ellos mismos o buscar referencias directas en su entorno familiar. Sin ir más lejos el propio Villarejo ya ejercía de fiscal aplicando la ley que emanaba del régimen dictatorial de Franco por los años 60, de manera que si quiere encontrar con un “puro residuo” franquista solo tiene que mirarse al espejo. Porque elegir ser fiscal en un régimen totalitario no es como ser zapatero, o médico, o albañil, es otra cosa mucho más “comprometida”, por decirlo de suavemente. El lo sabe, y nosotros también. La izquierda que padecemos está plagadita de padres, abuelos, tíos etc. que hicieron carrera y fortuna como altos y medios cargos públicos al servicio de la dictadura de Franco.
Y en este discurso-alegato de defensa del juez acusado de prevaricador, les escucho también decir que les indigna especialmente que sea Falange o Manos Limpias quienes le puedan sentar en el banquillo. Que yo sepa, Falange es un partido perfectamente legal, que se presenta incluso a las elecciones y Manos Limpias, ni siquiera eso, es un sindicato de funcionarios. Se llega a afirmar que los demandantes deberían ser ilegalizados siguiendo en la ya vieja y archiconocida tradición de las vocaciones totalitarias de “matar al mensajero” cuando toca el momento de dar la cara y la tienen llena de babas porque se han engullido lo que no se debe y la digestión comienza a ser muy pesada. Si, se pide la ilegalización de estas formaciones. ..¿ Y para cuando dejamos la ilegalización del Partido Comunista y afines? Los PCs responsables de millones de muertos en la Historia moderna, y desgraciadamente desarrollando su actividad criminal en la actualidad, en países como Cuba, China, o Venezuela, no reciben ni la más leve crítica por parte de sus correligionarios españoles, más bien al contrario. Hace bien poco que la plana mayor de PSOE con motivo de no recuerdo qué acto político de autobombo nos obsequiaron con una cantada grupal de la Internacional con el puño en alto que todos pudimos ver en las varias televisiones encargadas de la propaganda gubernamental (por cierto, sería de agradecer que evitaran semejantes espectáculos en la hora de la cena). Y es que los socialistas-capitalistas no se cortan un pelo. Me preguntaba, cómo se atreven a hacer ostentación y propaganda de la simbología social-comunista que genera pánico, dolor y sufrimiento en millones de seres humanos. También en nuestro país, en el que bajo esos símbolos se asesinó y torturó a decenas de miles de personas para las que aun quedan lágrimas de sus padres, sus hijos o sus nietos; Los asesinatos masivos, de miles de personas llevados a cabo por la izquierda en Paracuellos durante la guerra civil (pregunten a Carrillo), muchísimos de ellos menores, permanecen anclados a la memoria como un acto de terror sin limites, al que habría que añadir los asesinatos y torturas de religiosos y religiosas, católicos, a opositores de derechas etc. Sin embargo piden la ilegalización de Falange o Manos Limpias cuando su actividad y sus estatutos se encuentran dentro de la más absoluta legalidad en nuestro país de acuerdo con Ley de Partidos. Esta es la misma posición política e ideológica que ha llevado a eliminar todas las estatuas del dictador Franco, los nombres de calles de personas del régimen, mientras se erigen monumentos a personajes relevantes de la izquierda como J. Besteiro, o la Pasionaria en la Guerra Civil y se ponen sus nombres a las calles de los neuvos barrios.
De todo este asunto el juez de marras me importa poco, mas bien nada. En mi opinión el personaje está absolutamente sobredimensionado y de no ser por su propensión a estrellato con fuegos de artificio y mucha parafernalia, estaría ocupando el lugar que le corresponde, que al parecer, según relevantes opiniones, no pasaría de ser un mediocre instructor, porque sus actuaciones en términos profesionales han dejado muchísimo que desear en todos los aspectos en los últimos años. Me da, eso si, cierta grima por lo estético, verle rodeado de animales yacentes en sus cacerías, a carcajada limpia compartida con personajes como el ministro de justicia Bermejo y el “poli” jefe cuando ¡casualidades de la vida¡ tenía entre manos, un asunto que podía dar en el trullo con miembros del Partido Popular. Pero al margen de estas y otras abundantes notas de mal gusto, (no pueden evitarlo, son así de horteras), el talante, el estilo, las formas y actuaciones del Juez, también en otros temas, de extrema gravedad como el caso del chivatazo del Bar Faisán, me parece que apestan. En todo caso, si en términos jurídicos es adecuado, me parece bien que se le pidan explicaciones en el banquillo al juez cuando existen indicios de que ha cometido uno o como en este caso, tres delitos, por otra parte gravísimos en su cargo, de prevaricación y cohecho. Si la demanda procede del sindicato Manos Limpias, Falange, o de la abuela de Caperucita, me parece irrelevante. Lo verdaderamente importante es que el Estado de Derecho funcione, y lo haga con eficacia.
A Garzón , le “enfila” la Justicia, no porque si el franquismo esto o lo otro...No. Se le acusa de cosas mucho más prosaicas y mucho más simples. Se le imputa delitos de prevaricación y cohecho por sus actuaciones como juez en relación con las victimas durante la Guerra Civil y el franquismo, (recordemos cuando pidió la partida de defunción del Franco); en relación con la pasta (300.000 Euros “del ala”) que obtuvo en su momento del Presidente del Banco de Santander, señor Botín , y por realizar escuchas telefónicas en el casto Gurtel entre los abogados y clientes cuando estos estaban presos. Garzón tiene todos los medios que el Estado de Derecho pone a su disposición para defenderse, para demostrar su inocencia de los cargos que se le imputan y que vienen avalados por los indicios de su culpabilidad (de no ser así no se hubiera admitido las demandas). Que lo haga. Así de simple.
Lo verdaderamene preocupante, en mi opinión, de toda esta movida es que la Izquierda variopinta de nuestro país (incluyendo a “artisteo” rojo, como a ellos les gusta denominarse), nos viene a decir que Franco está vivo todavía y que ellos están, por lo tanto, en posición de “lucha” como lo estuvieron hace 70 años. No es intención de estas líneas entrar ahora en las razones y valoraciones de nuestra Guerra Civil, la guerra de todos. Lo que si tengo claro es que Franco no está vivo. Franco está muerto, y lo se sin necesitar, como al parecer necesita Garzón, su partida de defunción. Tengo claro también que, desgraciadamente, ellos, la Izquierda no quieren enterrar al dictador, porque, ¿qué sería de ellos sin el espantajo del General que agitar?. Por eso reviven el fantasma, para que se pasee por la memoria de todos nosotros y ellos tengan, por fin, algo nuevo que decir, cuando ya la Historia les ha demolido cada argumento; porque las acciones del social-comunismo están cargadas de sangre inocente y se ha demostrado no solo que son un fracaso estrepitoso en términos sociales y económicos sino que además constituyen una fórmula asesina de control de los ciudadanos.
La Izquierda quiere volver a hablar de muertos, de asesinatos, de fosas comunes, de odio, de violencia … de guerra, pero lo hace silenciando a las victimas que murieron a sus manos; quiere arrebatar el nombre a aquellos a los que torturaron porque rezaban, o porque eran hijos (incluso siendo niños) de personas “con posibles” como se decía entonces. La Izquierda española dice que hay que resarcir a las victimas, pero no quiere cerrar las heridas por las que se desangró nuestro país en una guerra fraticida cuya ferocidad todavía hoy sigue sobrecogiendo a sus analistas tanto nacionales como internacionales.
Todas las familias que conozco, tuvieron víctimas de la represión por ambos bandos. Mi propia familia tuvo un pie en cada una de las dos españas, y cada uno de mis abuelos sufrió el miedo y la desgracia en sus propias carnes en guerra civil, padeciendo el odio del bando contrario. Exijo para ellos, para ambos, desde estas páginas, el respeto a su descanso eterno. Que no se pervierta ni se violente en su nombre, su libre voluntad de perdonar al enemigo, como lo hicieron mientras tuvieron vida. Porque ellos sabían que era necesario que sus hijos y sus nietos construyeran una país en el que nunca más fuera posible un baño de sangre como el que arrasó sus vidas.
Por eso perdonaron, y por eso, la Democracia fue posible en España.
El vergonzoso y terrible acontecimiento de la Universidad Complutense, con el pretexto de reivindicar la figura de un juez acusado de cometer graves delitos, ha puesto de manifiesto en mi opinión, una vez mas, pero en esta ocasión de manera especialmente nítida, el peligrosísimo ánimo despótico, revanchista y antidemocrático que anida en el corazón de la izquierda española. Veremos si la ciudadanía sabe mantener la cordura censurando o al menos desoyendo los cantos de sirena que no conducen a otra cosa que al hundimiento de nuestra Nación en las oscuras aguas de las tentaciones totalitarias.
Mi primera impresión, en un principio, fue que no había que darle demasiada importancia a estos numeritos de la izquierda siempre tan previsiblemente aburrida. Villajero, al que como digo escuché y vi con disciplina prusiana, me pareció sencillamente patético. Su lenguaje ampuloso, engolado, engreido y gerracivilista podría dar, sin embargo, verdadero miedo de no tomarse a cachondeo (con perdón). Lo de considerar la intervención de este señor a modo de las historietas del abuelo cebolleta, es francamente una tentación pero me temo que los insultos al Tibunal Supremo tachándole de fascista, colaborador con torturas etc, tienen bastante más enjundia, sobre todo considerando los aplausos que levantaban en un publico entregado cada exabrupto, cada barbaridad vertidos en el discurso de este señor. Podría también plantearme que semejantes insultos al Estado de Derecho proferidos por este personaje eran fruto de sus cansadas y ya achacosas neuronas como consecuencia de su avanzada edad. Sin embarro, me temo que tiene toda la pinta de estar en su más absoluto y peligroso juicio.
El aquelarre montado en la Complutense por la izquierda, con el pretexto de la defensa del juez con tres causas pendientes por prevaricación y cohecho, tiene un tufo golpista verdaderamente pavoroso, en la medida que supone un frontal ataque al eje vertebral de la estructura judicial del Estado en la persona del Tribunal Supremo, máxima institución de la judicatura en la aplicación de la Ley, también de la Ley de la Memoria Histórica.
Los argumentos justificantes de esta agresión sin precedentes en la Democracia española son tan peregrinos que podrían resumirse, por no extenderme más, al supuesto de que son los “franquistas” los que sientan al juez en el banquillo; los franquistas-fascistas-totalitarios que todavía quedan España…
Si, efectivamente, todavía quedan bastantes “franquistas” y para encontrarlos solo tienen que mirarse a ellos mismos o buscar referencias directas en su entorno familiar. Sin ir más lejos el propio Villarejo ya ejercía de fiscal aplicando la ley que emanaba del régimen dictatorial de Franco por los años 60, de manera que si quiere encontrar con un “puro residuo” franquista solo tiene que mirarse al espejo. Porque elegir ser fiscal en un régimen totalitario no es como ser zapatero, o médico, o albañil, es otra cosa mucho más “comprometida”, por decirlo de suavemente. El lo sabe, y nosotros también. La izquierda que padecemos está plagadita de padres, abuelos, tíos etc. que hicieron carrera y fortuna como altos y medios cargos públicos al servicio de la dictadura de Franco.
Y en este discurso-alegato de defensa del juez acusado de prevaricador, les escucho también decir que les indigna especialmente que sea Falange o Manos Limpias quienes le puedan sentar en el banquillo. Que yo sepa, Falange es un partido perfectamente legal, que se presenta incluso a las elecciones y Manos Limpias, ni siquiera eso, es un sindicato de funcionarios. Se llega a afirmar que los demandantes deberían ser ilegalizados siguiendo en la ya vieja y archiconocida tradición de las vocaciones totalitarias de “matar al mensajero” cuando toca el momento de dar la cara y la tienen llena de babas porque se han engullido lo que no se debe y la digestión comienza a ser muy pesada. Si, se pide la ilegalización de estas formaciones. ..¿ Y para cuando dejamos la ilegalización del Partido Comunista y afines? Los PCs responsables de millones de muertos en la Historia moderna, y desgraciadamente desarrollando su actividad criminal en la actualidad, en países como Cuba, China, o Venezuela, no reciben ni la más leve crítica por parte de sus correligionarios españoles, más bien al contrario. Hace bien poco que la plana mayor de PSOE con motivo de no recuerdo qué acto político de autobombo nos obsequiaron con una cantada grupal de la Internacional con el puño en alto que todos pudimos ver en las varias televisiones encargadas de la propaganda gubernamental (por cierto, sería de agradecer que evitaran semejantes espectáculos en la hora de la cena). Y es que los socialistas-capitalistas no se cortan un pelo. Me preguntaba, cómo se atreven a hacer ostentación y propaganda de la simbología social-comunista que genera pánico, dolor y sufrimiento en millones de seres humanos. También en nuestro país, en el que bajo esos símbolos se asesinó y torturó a decenas de miles de personas para las que aun quedan lágrimas de sus padres, sus hijos o sus nietos; Los asesinatos masivos, de miles de personas llevados a cabo por la izquierda en Paracuellos durante la guerra civil (pregunten a Carrillo), muchísimos de ellos menores, permanecen anclados a la memoria como un acto de terror sin limites, al que habría que añadir los asesinatos y torturas de religiosos y religiosas, católicos, a opositores de derechas etc. Sin embargo piden la ilegalización de Falange o Manos Limpias cuando su actividad y sus estatutos se encuentran dentro de la más absoluta legalidad en nuestro país de acuerdo con Ley de Partidos. Esta es la misma posición política e ideológica que ha llevado a eliminar todas las estatuas del dictador Franco, los nombres de calles de personas del régimen, mientras se erigen monumentos a personajes relevantes de la izquierda como J. Besteiro, o la Pasionaria en la Guerra Civil y se ponen sus nombres a las calles de los neuvos barrios.
De todo este asunto el juez de marras me importa poco, mas bien nada. En mi opinión el personaje está absolutamente sobredimensionado y de no ser por su propensión a estrellato con fuegos de artificio y mucha parafernalia, estaría ocupando el lugar que le corresponde, que al parecer, según relevantes opiniones, no pasaría de ser un mediocre instructor, porque sus actuaciones en términos profesionales han dejado muchísimo que desear en todos los aspectos en los últimos años. Me da, eso si, cierta grima por lo estético, verle rodeado de animales yacentes en sus cacerías, a carcajada limpia compartida con personajes como el ministro de justicia Bermejo y el “poli” jefe cuando ¡casualidades de la vida¡ tenía entre manos, un asunto que podía dar en el trullo con miembros del Partido Popular. Pero al margen de estas y otras abundantes notas de mal gusto, (no pueden evitarlo, son así de horteras), el talante, el estilo, las formas y actuaciones del Juez, también en otros temas, de extrema gravedad como el caso del chivatazo del Bar Faisán, me parece que apestan. En todo caso, si en términos jurídicos es adecuado, me parece bien que se le pidan explicaciones en el banquillo al juez cuando existen indicios de que ha cometido uno o como en este caso, tres delitos, por otra parte gravísimos en su cargo, de prevaricación y cohecho. Si la demanda procede del sindicato Manos Limpias, Falange, o de la abuela de Caperucita, me parece irrelevante. Lo verdaderamente importante es que el Estado de Derecho funcione, y lo haga con eficacia.
A Garzón , le “enfila” la Justicia, no porque si el franquismo esto o lo otro...No. Se le acusa de cosas mucho más prosaicas y mucho más simples. Se le imputa delitos de prevaricación y cohecho por sus actuaciones como juez en relación con las victimas durante la Guerra Civil y el franquismo, (recordemos cuando pidió la partida de defunción del Franco); en relación con la pasta (300.000 Euros “del ala”) que obtuvo en su momento del Presidente del Banco de Santander, señor Botín , y por realizar escuchas telefónicas en el casto Gurtel entre los abogados y clientes cuando estos estaban presos. Garzón tiene todos los medios que el Estado de Derecho pone a su disposición para defenderse, para demostrar su inocencia de los cargos que se le imputan y que vienen avalados por los indicios de su culpabilidad (de no ser así no se hubiera admitido las demandas). Que lo haga. Así de simple.
Lo verdaderamene preocupante, en mi opinión, de toda esta movida es que la Izquierda variopinta de nuestro país (incluyendo a “artisteo” rojo, como a ellos les gusta denominarse), nos viene a decir que Franco está vivo todavía y que ellos están, por lo tanto, en posición de “lucha” como lo estuvieron hace 70 años. No es intención de estas líneas entrar ahora en las razones y valoraciones de nuestra Guerra Civil, la guerra de todos. Lo que si tengo claro es que Franco no está vivo. Franco está muerto, y lo se sin necesitar, como al parecer necesita Garzón, su partida de defunción. Tengo claro también que, desgraciadamente, ellos, la Izquierda no quieren enterrar al dictador, porque, ¿qué sería de ellos sin el espantajo del General que agitar?. Por eso reviven el fantasma, para que se pasee por la memoria de todos nosotros y ellos tengan, por fin, algo nuevo que decir, cuando ya la Historia les ha demolido cada argumento; porque las acciones del social-comunismo están cargadas de sangre inocente y se ha demostrado no solo que son un fracaso estrepitoso en términos sociales y económicos sino que además constituyen una fórmula asesina de control de los ciudadanos.
La Izquierda quiere volver a hablar de muertos, de asesinatos, de fosas comunes, de odio, de violencia … de guerra, pero lo hace silenciando a las victimas que murieron a sus manos; quiere arrebatar el nombre a aquellos a los que torturaron porque rezaban, o porque eran hijos (incluso siendo niños) de personas “con posibles” como se decía entonces. La Izquierda española dice que hay que resarcir a las victimas, pero no quiere cerrar las heridas por las que se desangró nuestro país en una guerra fraticida cuya ferocidad todavía hoy sigue sobrecogiendo a sus analistas tanto nacionales como internacionales.
Todas las familias que conozco, tuvieron víctimas de la represión por ambos bandos. Mi propia familia tuvo un pie en cada una de las dos españas, y cada uno de mis abuelos sufrió el miedo y la desgracia en sus propias carnes en guerra civil, padeciendo el odio del bando contrario. Exijo para ellos, para ambos, desde estas páginas, el respeto a su descanso eterno. Que no se pervierta ni se violente en su nombre, su libre voluntad de perdonar al enemigo, como lo hicieron mientras tuvieron vida. Porque ellos sabían que era necesario que sus hijos y sus nietos construyeran una país en el que nunca más fuera posible un baño de sangre como el que arrasó sus vidas.
Por eso perdonaron, y por eso, la Democracia fue posible en España.
El vergonzoso y terrible acontecimiento de la Universidad Complutense, con el pretexto de reivindicar la figura de un juez acusado de cometer graves delitos, ha puesto de manifiesto en mi opinión, una vez mas, pero en esta ocasión de manera especialmente nítida, el peligrosísimo ánimo despótico, revanchista y antidemocrático que anida en el corazón de la izquierda española. Veremos si la ciudadanía sabe mantener la cordura censurando o al menos desoyendo los cantos de sirena que no conducen a otra cosa que al hundimiento de nuestra Nación en las oscuras aguas de las tentaciones totalitarias.
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