sábado, 13 de octubre de 2018

VISTALEGRE SE VISTE DE VOX

¡¡ Llenazo ¡¡ Lo impensable en la política española de las ultimas décadas ha tomado cuerpo y se ha hecho realidad en la plaza de toros madrileña de Vistalegre. Tras años de de sufrir el ninguneo, el desprecio, el silencio mediático, VOX el proyecto político liderado por Santiago Abascal Conde se ha expresado con rotundo éxito de convocatoria. Mas de 10.000 personas  acudieron a la cita con VOX, llevaron sus banderas de España, jalearon su emoción, y disfrutaron de lo lindo en un acto alegre, lleno de sonrisas, pacífico, y entusiasta. 

Tenía una enorme curiosidad por la presentación de VOX ante la opinión pública española, e incluso europea y seguí con atención por la red el acto en su totalidad, y en particular, los 100 puntos programáticos que constituyen el eje sobre el cual gira el programa político del partido conservador. Tengo que decir que tanto en el fondo como en la forma,  me parecieron absolutamente legítimos e incuestionablemente democráticos. Todos y cada uno de los discursos estaban en consonancia con nuestra Constitución, y con el reconocimiento y asunción de los valores europeos occidentales, de respeto a la vida, la libertad, y la propiedad, que constituyen la base misma del ordenamiento social en las sociedades democráticas. 

VOX  llega a la esfera política en unos momentos de inestabilidad gravísima en España, hasta el punto de que la propia viabilidad existencial de nuestra nación está cuestionada. El Partido Socialista ha sucumbido a la tentación de hacerse con el Gobierno de España por la puerta de atrás, de manera indecorosa siendo muy benevolente en el calificativo,  apoyado en neocomunistas y una amalgama de partidos independentistas, golpistas, y filoterroristas, que han puesto como precio a su apoyo para mantener a Sanchez en la Moncloa, nada mas ni nada menos, que la connivencia del PSOE con el proyecto lento pero inexorable de la destrucción de España. Es fundamental no olvidar este extremo. Es innegable que Sanchez lidera un gobierno legal, pero, en mi opinión es un gobierno moralmente ilegítimo, no tanto por la gestación de su origen, que también, sino por el carácter de cambio de régimen que persigue de manera antidemocratica. El Partido Socialista presentó una moción de censura al ejecutivo del Partido Popular, comprometiéndose con la nación en el Congreso de los Diputados, de convocar elecciones “de manera inmediata, en cuanto fuera posible”. Esta “promesa” y la propia moción de censura no fue otra cosa que un subterfugio, un engaño, una estafa a los españoles. Es verdaderamente trágico para España que el Psoe haya alcanzado a estos niveles de indecencia política.

En este contexto ha tenido lugar la convocatoria de VOX a la ciudadanía en Vistalegre.  Una cita histórica, con vocación de alternativa, dirigida a un electorado que hasta este momento, sobre todo en los últimos años, se debatía entre la perplejidad y el desconcierto, sin una opción política que le representara y en la que depositar la confianza de su voto. Se podría argumentar que para votar un partido conservador o de derechas, ya existía el Partido Popular. Esta afirmación quizá en algún momento del pasado, cada vez menos reciente, habría estado cerca de ser cierto, pero en ningún caso eso ha sido así con Mariano Rajoy al frente del PP. Las políticas llevadas a cabo por el Partido Popular han tenido, en el mejor de los casos, ciertos rasgos “centristas”, pero han sido básicamente homologables a las aplicadas por cualquier gobierno socialdemócrata europeo. Rajoy ha dirigido gobiernos continuistas, en lo fundamental, de los nefastos gobiernos de Zapatero,  en materia antiterrorista y territorial; ha impuesto politicas demagógicas y populistas en el ámbito de lo social, antiliberales en el campo de la comunicación, y medrosas cuando no complacientes con la peligrosísima deriva independentista que ha intentado apaciguar alimentando la codicia de los nacionalismos, fundamentalmente catalán y vasco, y en ensanchando la brecha de la desigualdad entre los distintos territorios, con las consecuencias dramáticas por todos conocida, y con el golpismo envalentonado llevando a España a una situación de extrema gravedad.

En resumidas cuentas, si bien los españoles de izquierdas han contado con un abanico amplio de partidos a los que remitirse a la hora de expresarse en la urnas, los votantes de derechas debían, hasta este momento, comulgar con las ruedas de molino que el Partido Popular ponía sobre la mesa a su electorado cada vez que tenia que poner su voto en una urna, con la desoladora paradoja de tener que comerse las lentejas a palo seco y aguadas del liderazgo de Rajoy, condicionado por  la amenaza, que mira tu por donde, se ha hecho realidad,  de que vienen los neocomunistas de Iglesias de la mano de los socialistas dispuestos a lo que haga falta para mantenerse en el poder. A poca memoria que uno tenga, todos sabemos el significado que eso tiene: menoscabo radical de los derechos y libertades y penuria económica. 

En medio de esta suerte de chantaje político a los electores, VOX ha venido a tomar la palabra, con un mensaje diáfano, para hablar de las cuestiones que estan en el epicentro de la actualidad en España, desde una perspectiva nacional, conservadora en lo social y liberal en materia económica. Las propuestas de VOX son radicales en su firmeza, y absolutamente democráticas en sus contenidos. Las alternativas que el partido de Santiago Abascal propone a los españoles son esencialmente constitucionales en la defensa de la soberanía del pueblo español en su conjunto, de la igualdad de derechos y obligaciones de cada ciudadano español indistintamente del lugar en el que haya nacido. Esta es la letra de sus proposiciones. La música es la reivindicación de la Historia de España centenaria, de su tradición cultural, de su contribución incuestionable a la construcción de Europa a lo largo de los siglos, a la expansión universal de los principios valores de Occidente. VOX viene para reivindicar la riqueza inmensa de la tradición cultural de España en su conjunto y de cada uno de sus territorios, y llega para defender y hacer respetar la bandera que identifica la nación, frente a aquellos partidos que la ningunean, la esconden,  la desprecian o la combaten.

La propuesta política de VOX se sustenta en la radical, si radical, defensa del  principio de respeto a la vida de aquellos cuya existencia es irrelevante, la vida de los seres humanos que todavía no han llegado a nacer; de la vida aquellos que están acercándose al final de su camino; de aquellas vidas poco valiosas y  nada productivas. VOX defiende de manera radical la necesidad de que la sociedad se mantenga firme y valiente en su protección, en su bienestar, en la aplicación de políticas “defensa de la vida” en lugar de promocionar y banalizar con criterios materialistas y economicistas su aniquilación.

La libertad y la propiedad individual efectiva son otros dos pilares fundamentales del programa político de VOX. Ambas cuestiones constituyen conceptos de muy hondo calado político, e incluso filosófico. Como el derecho a la vida, el derecho a la libertad y a la propiedad se consideran en el liberalismo político anteriores, incluso, a su reconocimiento por el Estado. Son la vida, la libertad y la propiedad, derechos humanos inherentes, intrínsecos  a la propia condición humana, del individuo, desde el punto de vista moral y político, por tanto, inalienables e inviolables, por ninguna persona, grupo, o colectividad. Por tanto, al Estado le corresponde, en su ámbito de actuación, ser el garante de su escrupuloso respeto.

El programa político del partido que lidera Santiago Abascal, tengo que decir, que no le gusta nada a la izquierda de nuestro país. A escasos minutos de finalizar el acto de convocatoria de Vistalgre ya estaban en marcha  y funcionando a todo trapo las terminales mediáticas del Partido Socialista, y de la ultraizquierda neocomunista, a las que se suman como una única voz los partidos independentistas y golpistas sin excepción. 

La mayor parte de los medios de comunicación alimentados literalmente con el alpiste de la pasta gansa del dinero público que sale de nuestros impuestos, al servicio de los partidos políticos, (probablemente, de los mas corruptos de esfera internacional) lanzaban exabruptos, insultos, y veladas amenazas contra VOX, calificando al partido con los epítetos mas descalificadores que podría imaginarse, algo que Santigo Abascal ya advirtió en su intervención ante un auditorio que asistía entregado y divertido a la ironía fina con la que el  líder del partido calificaba los  improperios “los insultos y sambenitos de Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y Quim Torra nos los ponemos como medallas en el pecho”, o las palabras de Rocio Monasterio cuando decía: “es uno  honor que un  medio como El Pais, que es un medio de la mentira de la corrupción, nos insulte”.

Mi impresión personal es que, como reza el dicho, se acabó lo que se daba. Se ha roto el techo de la represión, de la imposición de lo políticamente correcto en España, que se ha resumido hasta ahora en que si o si, la ciudadanía tiene que acatar sin rechistar los postulados que marca la izquierda. Este axioma incuestionable ha llevado a la derecha política, e incluso al centro liberal, a arrastrarse con una sumisión vergonzante ante las izquierdas, por en todos los ámbitos de la vida social, política, económica y cultural. El mundo de la cultura, la intelectualidad, los medios de comunicación, la educación, la universidad, incluso el mundo empresarial, asociaciones no gubernamentales, todo el tejido estructural de España ha sido impregnado de los valores, los principios, e intereses de una corriente poderosísima gestada en la socialdemocracia occidental fracasada, que hoy agoniza asfixiada en su propio vomito de corrupción política, incapaz de dar una respuesta serena,  honesta y valiente a los grandes transformaciones que la globalización ha traído a nuestras sociedades, entre ellas, y de las mas relevantes, los flujos migratorios de poblaciones procedentes de culturas cuyos valores entran en colisión con las democracias occidentales con el consiguiente impacto de conflicto y desestabilización de las sociedades europeas, sobre todo en el seno de las clases sociales pobres y desprotegidas y, por tanto, mas vulnerables, condenadas por sus élites políticas socialdemócratas a lidiar con el problema de la inmigración con un coste inmenso en prosperidad, pero sobre todo en su propia seguridad.

Lo políticamente correcto en España es ser de izquierdas, con la peculiaridad, de que ser que ser “progre” significa, además, aborrecer la idea de ser español, y de estar orgulloso de serlo. La ecuación se simplifica al máximo cuando sentirse español, amar a tu patria, y ser conservador, te convierte de manera automática en un fascista, lo que vulgarmente se describe como “un facha”, como muy acertadamente señaló Santiago Abascal en su discurso. Pues bien, esa consideración, ese estigma, ese sambenito insultante, comienza en Vistalegre a percibirse por una parte de la ciudadanía, como inocuo, como irrelevante. Esta es la gran novedad. VOX propone, en un alarde de inteligencia política, convertir el insulto en una medalla que enorgullece, la amenaza en un cauce para la reivindicación de la libertad, si es necesario en los tribunales, que para eso están, para defender a los ciudadanos decentes de los delincuentes, da igual si el look que eligen es de estudiado desaliñe de rastas o de pijo de corbata.

VOX sugiere a la ciudadanía recorrer el camino del progreso para España sin ambajes,  cubriendo distancias guiados por  línea recta, que ya sabemos, es la mas corta posible entre dos puntos por mas distantes que estos estén. No siempre será posible, pero su llamada es a iniciar un camino por el que transitar con la cabeza levantada y la mirada dirigida el horizonte, puesta en el futuro y alimentada de esperanza. Su líder, Santiago Abascal se ha curtido en la adversidad, ha sobrevivido junto a su padre, a su familia, a las constantes amenazas de muerte de la ETA por ser vasco y español. Ha defendido a su patria desde la constancia, el silencio y la valentía necesaria para ganarle la batalla al terror. Le acompaña en su camino, quien él mismo califica como “el mejor de todos nosotros”, José Antonio Ortega Lara, victima del secuestro mas abominable y cruel que pueda imaginarse por parte de la misma ETA que hoy encuentra acomodo en la persona del terrorista Otegui, entre los que se autocalifican de demócratas en el Partido Socialista y demás partidos de izquierdas e independentistas, pero no solo… el Partido Popular, puso en la calle a Bolinaga, el repugnante secuestrador de José Antonio. Dijeron que por el estado terminal de su enfermedad…. Tuvo tres años en libertad para cachondearse de sus victimas, hasta que finalmente le abandonó su miserable vida. Pero el Estado cumplió con lo pactado. Misión cumplida. Algunos no lo olvidaremos jamás

José Antonio Ortega Lara, es mucho mas que una víctima a día de hoy. Es un abogado, un ciudadano libre, un hombre lucido; es un icono para muchos españoles, un modelo de cordura, de sensatez. Es un demócrata y un patriota en el mejor sentido de la palabra. Detrás de ellos, de Abascal, de Ortega Lara hay muchos otros, mujeres y hombres brillantes y valientes, como Rocio Monasterio arquitecta y madre de cuatro hijos, o Javier Ortega abogado y  muchas mas cosas. Cada uno de ellos, trabajando incansables, dando la cara donde no la ha querido poner nadie porque solo quedaba esperar el insulto y el desprecio. VOX ha llevado a los tribunales a los golpistas catalanes, heroicamente, desde la mas absoluta soledad, desde el silencio mediático mas contumaz impuesto desde el poder político, con la ley como unico instrumento para la defensa de España, y todo ese esfuerzo titánico de unos pocos, a día de hoy, comienza a dar fruto. Lo vimos en Vistalegre.

VOX tiene por delante un camino que recorrer extremadamente difícil, plagado de intereses poderosísimos para los que su mera existencia constituye una amenaza, hasta el punto de que no dudaran, ni por un momento, en intentar por todos los medios su destrucción o su neutralización.  No tengo la más mínima duda de que las cloacas del estado ya están agitando a sus cocodrilos buscando carnaza. Sin embargo, detrás de lo que VOX defiende puede encontrase, efectivamente, esa España viva, transversal, y nacional hasta hoy silenciada. Una España, que también existe, aunque durante décadas, se la haya insultado, vilipendiado y calumniado injustamente, impunemente, forzando su ocultamiento. 

Hay una España guapa, alegre, moderna, solidaria, democrática y constitucional, que no es franquista ni fascista. Es una España conservadora y liberal. Es una España, de derechas. Si, de derechas. De mujeres que no son de cuota, de hombres que no son machistas, de jóvenes que quieren, si les da la gana, ir a misa sin que les insulten. De músicos y de artistas, que admiran a Unamuno o a Luis Rosales y  también a García Lorca. De profesores de Universidad que buscan la excelencia de sus alumnos y son críticos implacables con el marxismo al igual que lo son con el nazismo o cualquier forma totalitarismo político. Hay una España de derechas, de la que se sienten formar parte trabajadores y empresarios, pequeños autónomos que aspiran a la prosperidad y el progreso,  y que desean unas relaciones laborales en las que  prevalezca la justicia y la paz social, en interés  mutuo. Esa España que quiere educar a sus hijos en libertad y en consonancia con sus propios valores y principios, que defiende la libertad de pensamiento, opinión y expresión y el derecho a que se respeten las creencias religiosas; que coloca entre sus prioridades la atención y protección de las mujeres mas pobres embarazadas para que puedan traer hasta la luz de la vida a sus hijos.

La España de derechas existe. Claro que existe¡ Es una España que comienza a despojarse de sus complejos, a reivindicarse como necesaria, con un inmenso potencial que aportar a nuestro progreso nacional. Una España que viene a sumar, a innovar, sin miedo al futuro, aventurera y descubridora no ya de nuevos mundos, pero si de una nueva mirada, de soluciones y propuestas a las situaciones de conflicto propias de la  modernidad desde perspectivas alternativas.  VOX se ha dirigido a esta España de derechas, que efectivamente, está viva. Quizá no son los más, pero si pudieran ser los mejores. En todo caso, en mi opinión, hoy los hombres y mujeres, jóvenes y mayores que acudieron a la llamada de VOX en Vistalegre podrían ser los españoles imprescindibles. No tienen miedo, y no miran atrás. Solo les queda el futuro por delante.