Se acerca la fecha que marca el final de la legislatura del segundo gobierno consecutivo socialista, Domingo 20 de noviembre. Llegamos sin resuello, medio noqueados, con el agua al cuello y boqueando. El viejo presagio lanzado como una maldición gitana sobre los españoles, tiempo ha, por el tenebroso socialista Alfonso Guerra, cuando el tipo mandaba lo que González le permitía (que era mucho), se ha cumplido con creces. A España no la conoce ya ni la madre que la parió.
Se le han ido cayendo a la nación, en estos últimos años, sus vestiditos de oropeles de todo a cien y la realidad se abre paso a grandes zancadas, arrasando las esperanzas y los ensueños de los ciudadanos; aplastando, como una apisonadora, los restos ajados ya, de una fiesta en la que los españoles no hemos sabido mantener la compostura, nos hemos pasado de vuelta, y hemos perdido los papeles. Ahora, andamos dando tumbos de aquí para allá aturdidos y despistados, intentando encontrar la salida para volver a casa, amnésicos y estupefactos, con la cabeza dolorida y los pasos torpes y espesos. Resacosos y entontecidos por la jarana, aun no nos hemos dado cuenta del todo de que la casa a la que queremos regresar la tenemos hipotecada, que la cuenta bancaria hace tiempo que se ha teñido de rojo, y que, acostumbrados como estábamos a ir en alpargatas, los zapatos de plexiglás nos han hecho llagas y nos cuesta un triunfo retomar el camino de vuelta.
Se acabó lo que se daba y la diversión ha tocado a su fin. Los alemanes se han puesto bordes, así, como se ponen ellos, que no tienen ni pizca de gracia, no como nosotros, que a todo le encontramos el chiste. Debe ser este Sol tan nuestro, que nos hace, pues eso, más alegres y más divertidos. Y van, y nos dicen con esa cara de vinagre que Dios les ha dado, que no ponen ni un euro más para pagar el cachondeo nacional que nos hemos traído los españoles en los últimos tiempos. Estos, los alemanes, que pese a todo son gentes sobrias y prudentes, y a discreción y buenas maneras no hay quien les gane, primeramente nos han dicho en la oreja del presidente Rodríguez que era ya hora cumplida de devolver lo que debemos. Nos lo dijeron por primera vez ya hace más de tres años, así, suavecito y sin dar mucho el cante. Después venga celebraciones de eso que llaman "cumbres", reuniones con el FMI, del G 20. etc, y nosotros, a lo nuestro, ni una mala palabra ni una buena acción; a montar embajadas catalanas allende los mares, y ERES corruptos de proporciones gigantescas en Andalucía, dos botones que bien sirven para muestra de lo que es la España del Gobierno socialista: un gran patio de Monipodio, un campo abonado para el latrocinio, donde chorrea el despilfarro y los abusos del poder público por los cuatro costados.
Los gobernantes socialistas no se han cortado un pelo, y para seguir manteniendo el elefantiásico chiringo en que han convertido a España en medio de la crisis internacional que estaba cayendo, han recurrido a pedir prestado a los vecinos empeñando hasta los pañales de los escasos bebes que nacen en nuestro país. Una gran deuda se cierne sobre las cabezas de cada ciudadano español, que como espesa bruma ha comenzado a asfixiarnos. Lo debemos todo, es más, debemos hasta lo que no hemos ni soñado tener. Ahora el presidente Rodríguez les dice a los prestamistas que no tiene cash, que estamos sin blanca, que nos hemos pulido en risas lo que debimos emplear en libros; que los bolsillos los tenemos pelados y no encuentran acomodo en las costuras ni las chinches. Con un morro que se le pisa, les pide tiempo a ver si toca la flauta Bartolo y la crisis amaina. A ver si subidos al portante del carro del que tiren otros, ellos mismos sin ir más lejos, somos capaces de llegar a alguna parte, de salir del agujero en el que estamos pringados de lodo hasta las cachas. Pero no cuela. Ya no cuela la mandanga. Porque, por ahí fuera no tienen el salero que tenemos los españoles, ni tanto gracejo, ni la Merkel sabe decir esas cosas tan bonitas e ingeniosas como aquello de ..."el viento no es de nadie... ¿Cómo era aquello del viento, tan poético que se le ocurrió al presidente Rodríguez...? Tampoco tienen responsables del Estado que igual sirven para compartir mesa con terroristas que para mandarlos a la tumba de un balazo, que va, ellos tienen costumbres muy extrañas, como cumplir y hacer cumplir la Ley. Ni compran jueces, ni venden medallones y galones a cambio de tenebrosos silencios y servicios. Son así de raritos, ya ven. Pero, gilipollas no son, francamente, y a los alemanes, se han unido los franceses, y hasta el presidente de USA, el de encuentro intergaláctico según la señora ministra Pajin. ¡Qué momento memorable aquel, que buenísimo rato nos deparó la señora ministra con aquella ocurrencia del encuentro interestelar de los dos mandatarios, el señor Obama y nuestro Rodríguez, ¡qué momento, Dios, qué momento¡
Decía, que los alemanes y los franceses, no tragan, y están empeñados en que saquemos el parné de donde haga falta y en que cumplamos y paguemos lo que les debemos. El Gobierno de Zapatero y de Pérez (Rubalcaba) le dice a Merkel y a Sarkozy.. Que sí, que mañana mejor que pasado; que hemos entendido el mensaje; que estamos dispuestos, y que España es un país serio capaz de afrontar sus compromisos, no como los griegos que fíjate la que están montando...etc, Y, Pérez y Zatero, ya en casa, sacan la chuleta para consumo interno, y nos largan en dosis calculadas el argumentario socialista en pildoritas, comenzando con lo de los brotes verdes, la reformilla laboral y diversas medidas de tres al cuarto que dan como resultado el pertinaz aumento del desempleo.
Vamos a por la cifra espeluznante de los cinco millones y medio de parados; y los sindicatos de clase, como a ellos les gusta llamarse, que no dicen ni pio, oye. Que cada día se van miles españoles a engrosar las listas de desempleados, y ellos como si nada... Se comprende, que entre hermanos socialistas no van a ponerse piedras en el zapato. Así que echan mano, coommmmpañeros, cooooompañeras y cooooocompañeres, del ideario al más puro estilo tradicional y de las Jons, perdón, no, de las Jons no, quuiero decir del socialismo igualitario, el de los cien años de honradez, (que siempre es muy socorrido), lo de la supremacía moral de la izquierda, y toda esa colección de zarandajas antiguas y casposas. A pachas con el Gobierno de Zapatero y de Rubalcaba (Alfredo), despliegan a todo trapo los sloganes lavacerebros de todos conocidos, que repetirán hasta la saciedad día, tarde y noche, zurra que dale, y dale que toma, y como una lluvia fina irán penetrando en los cerebritos poco acostumbrados al ejercicio crítico de los españoles. "A ver, a repetir a conmigo: La culpa de la crisis es de los especuladores, de los tiburones financieros de Wall Street, de la burbuja inmobiliaria, de la Derecha y de Aznar, sobre todo de Aznar, ehhhh, y más que de nadie....¿De quiennnnnnn....? Esssooooo de Aznar".
Esta misma tarde he podido escuchar a Guerra, Alfonso, en vivo y en directo, en un mitin en alguna ciudad de Andalucía y me ha resultado muy divertido. Si no hubiera sido porque le han caído sus añitos, como a todos, hubiera podido jurar que se trataba del Alfonso de hace treinta años. Escupiendo, por esa boquita de víbora que Dios le ha dado, salivazos de ira como en sus mejores tiempos, con un auditorio delirante de felicidad cuando hablaba de la Derecha y de los ricos. Como si no estuvieran en sus filas, precisamente, las fortunas mas floridas e influentes de nuestro país.
Como hoy es sábado, y deben estarse batiendo el cobre por las plazas de toros y los estadios deportivos los candidatos y sus primeros espadas, he tenido también oportunidad de escuchar un par de frases de la Ministra recién llegada al socialismo desde el comunismo cordobés, la Sra. Aguilar. También, en este caso, ha sido muy instructiva su intervención desgranando los mantras socialistas, diciendo que la Derecha quiere amordazar a las mujeres, y mandarlas a casa....¡¡Qué gran aportación a la causa, cuanto derroche de inteligencia...¡¡ Por cierto, añadía que tenía (a los de derechas) bien calados, como a los melones ... ¡Qué imágen tan elocuente, tan consustancial al pueblo llano; cuanta sutileza y candorosa elegancia, derramadas así, como que no quiere la cosa, sin apenas esfuerzo alguno. ¡Como a melones...¡¡ Qué delicada y pedagógica comparación¡¡ ¡¡Cuan halagado se ha debido sentir el auditorio y no digo la momia de Lenín, ¡¡ Este sí que la palmó dejando todo atado y bien atado, y no otros...
Yo creo que en Europa deben flipar si alguien les traduce lo que aquí se cuece. Para mí que están esperando a ver qué pasa el 20 de noviembre para cerrar el grifo definitivamente o dejarlo goteando, y que nos busquemos la vida como buenamente el gracejo hispano nos dé a entender que será con lo único que contemos, así que vamos dados.
De todas formas, a mí modesto entender, los europeos de postín tampoco son inocentes del todo, ni todo lo listos que se había pensado. Han elegido bailar con una de las más feas, solo porque la creían también de las más tontas, y podían sacar cacho. En el pecado llevan la penitencia, y ahora les toca apechugar, que el baiolongo ha sido tan agarrao que para soltarse lo tienen crudo.
Este país nuestro que habita el Sur es así señores, más bien tirando a cigarra que a hormiga, y vivimos a lo nuestro, que no nos hace falta mucho más que sentirnos reina por un día para justificar prácticamente nuestra existencia de vivalavirgen. Volviendo al símil, que nos quiten lo bailao, filosofía existencial, como pueden ver práctica donde las haya. Podemos los españoles sentirnos mendigos o marqueses, depende de cómo amanezca el día y del humor que nos acompañe, así nos encontrarán a veces suplicantes de un simple saludo o altivos como gallitos de gallinero coloraos. Otras veces, seremos faisanes, con las plumas chorreando sangre de nuestros propios ciudadanos, para los que apenas dejamos espacio en nuestra corta y maleable memoria. Los tiempos, en los que en España, con un apretón de manos se sellaba un trato, y la palabra dada tenía el valor de lo sagrado, forma parte de un vestigio del pasado cada vez más remoto, y lo que queda es la palabrería vana que tiene mucho más que ver con el sentido de la oportunidad que con el deber sentido, y así nos va, y así les va a ustedes con nosotros. En esta ocasión como en tantas ocasiones en la Historia, parece que la tumba del poderoso la van a cavar el pobre y el tonto, con la ayuda inestimable del espabilao, arrastrados todos ellos por una fatalidad cuya embestida no es posible esquivar. Arrastrados por un acto inconsciente y suicida parecen deslizarse hasta el desenlace final en el que se verán convertidos en el festín que esperan impacientes los gusanos. Esos gusanos que hoy reinan en la puerta del Sol bien pertrechados por las indeseables excrecencias del Sistema.
Hace nada, leíamos con ingenua esperanza en la prensa, que Alemania había demandado mano de obra cualificada de nuestro país. Ingenieros, nada menos, decían que necesitaban de nosotros… Como la alegría en la casa del pobre, se esfumó en breve la creencia de que podíamos ofrecer nuestros vástagos formados en altas cualidades del intelecto y la formación académica. Como prueba, además de la valía patria, no dejaba de ser un aliciente en esta época oscura que nos atenaza. No había pasado el tiempo de un suspiro cuando los alemanes van y nos dicen, que no, que examinados a los demandantes de empleo tan cualificado, han llegado a la conclusión de que nuestros chicos no saben idiomas y que no dan el nivel, que se las apañaran con los suyos que, son menos numerosos pero saben más, sobre todo en lo tocante al currelo, y si tienen que contratar a extranjeros, dicen que se traerán los ingenieros de la India, que son unos máquinas en la cosa de darle a la sesera y ejercitar la voluntad y la responsabilidad. En otras palabras, que a los nuestros les hacen una pedorreta y tendrán que seguir ocupando en España el lugar que les corresponde en las listas del paro. ¡Es que, no estamos para nada, y no sale una a derechas, y a izquierdas, ni te cuento...ni para un aprobado ramplón damos la talla¡
Rodríguez ha dicho que se pira a León, a contemplar la evolución de las nubes a tiempo completo. ¡Qué suerte¡ Que nos deja a Alfredo Pérez, para los amigos Rubalcaba, al frente del Psoe y como candidato electoral ...¡¡¡¡Que miedoooooo¡¡ A lo malo, se junta lo peor de lo peoooorrrrr. Solo pensar en Pérez y Rubalcaba al frente del Gobierno da pavor. El hombre que fue ministro portavoz de los gobiernos del Gal asesino, el hombre de las negociaciones con la ETA, ministro de Interior en el chivatazo a la ETA en el Faisán, el coparticipe durante estos larguísimos ocho años de los gobiernos de Zapatero que nos han llevado a la ruina, el tapador de corruptelas al por mayor, y el bruñidor de apaños a todo nivel, el ojo del gran hermano que todo lo ve... ¡Qué espanto¡
Pérez pone en el anzuelo electoral a los españoles el broche del gobierno de la paz de la ETA que ya pregunta que hay de lo mio, con la mano en el gatillo debao de la mesa. El socialismo español lleva a la urnas su opción política para que los españoles les otorguen la confianza otros cuatro años y saca a pasear el espantajo de todo el odio, el rencor y el frentismo ancestral y fraticida que los españoles padecemos, rebuscando en las memorias lo peor de nosotros mismos. Así son ellos, desgraciadamente, siempre tan previsibles. Siempre más de lo mismo.
Se ve que todavía tienen que rematar la faena y darle la puntilla a España. Bien es cierto, que el trabajito lo llevan muy adelantado, con la inestimable colaboración de los partidos independentistas catalanes y vascos, léase PNV, CIU, los diminutos partidillos de la izquierda radical, los jueces enmedallados, los tribunales metidos en cintura, y los aledaños a las más altas instituciones cogidas en renuncios de facturas y tejes manejes que no quedan nada bien en los reportajes de la revista Ola, que eso no hay photoshop que lo disimule. Y, la ETA también apoyando, a su modo, el mantenimiento del PSOE al frente del poder.
Entre tanto, los gerifaltes de la gran banca española han acabado la partida con el Gobierno agotada la legislatura, consistente en tu me sueltas centenares de miles euros para tapar mis verguenzas y yo te compro tus cromos y estampitas varias. Entre tahúres anda el juego en el que siempre perdemos los mismos. A unos y a otros se les ha visto el plumero. Entre tanto, centenares miles de españoles se disputan las frutas y verduras medio podridas de las basuras para llevar a casa y llenan el estomago en los comedores sociales de la Iglesia católica a través de Cáritas.
Las encuestas parecen indicar que esta vez la mayoría de los ciudadanos, los unos porque llevan recibiendo patadas en las espinillas desde hace algunos años en el recibo de luz, la nómina disminuida y la pensión congelada etc, y los otros porque los mandobles les han dado de lleno en el hígado, o zonas más nobles (que omito por pudorosa discreción), van a coger la papeleta del otro montón a lo hora de votar. Como ya he comentado en alguna ocasión, al español cuando le tocan el bolsillo es como si le apuñalaran el corazón.
Dicen que llegamos a las elecciones al borde del abismo. Yo creo más bien que nos encontramos despeñándonos en caída libre. Solo nos detendremos cuando toquemos el fondo y para entonces, será difícil que quede algún español con ganas de seguir siéndolo. Porque, volviendo al principio de estas líneas, como aventuraba Guerra, Alfonso, a España no la conoce hoy ni la madre que la parió. Ya se han encargado de ellos, los socialistas, de que así sea. Han actuado con la precisión de un reloj suizo, durante sus muchos años de gobierno, primero con González, luego con Rodríguez, y siempre con Pérez y Rubalcaba.
Me parece a mí que estamos ante en el inicio de otro tiempo en el que la pervivencia de la nación exigiría enormes sacrificios a sus ciudadanos, y una adhesión alimentada por la voluntad y deseo de construir un futuro nacional cimentado en los valores de Justicia, Libertad individual e Igualdad entre todos los ciudadanos españoles. España necesita para sobrevivir, más Democracia, más Libertad, y más Responsabilidad. Este es, en mi opinión, un escenario francamente impensable en este momento. No hay liderazgo político capaz de asumir tan alto compromiso histórico, ni creo que exista tal voluntad en los ciudadanos de a pié.
Me parece a mí que estamos ante en el inicio de otro tiempo en el que la pervivencia de la nación exigiría enormes sacrificios a sus ciudadanos, y una adhesión alimentada por la voluntad y deseo de construir un futuro nacional cimentado en los valores de Justicia, Libertad individual e Igualdad entre todos los ciudadanos españoles. España necesita para sobrevivir, más Democracia, más Libertad, y más Responsabilidad. Este es, en mi opinión, un escenario francamente impensable en este momento. No hay liderazgo político capaz de asumir tan alto compromiso histórico, ni creo que exista tal voluntad en los ciudadanos de a pié.
En todo caso, las elecciones generales están ahí, esperando el 20 de noviembre para dilucidar el inmediato futuro de la nación española. Me he planteado con frecuencia la inutilidad de votar para que nada cambie; de cambiar el signo del Gobierno para que las cosas verdaderamente importantes se mantengan desgraciadamente igual o muy parecidas. Me dicho a mi misma muchas veces que no valía la pena el paseo hasta la urna para manifestar una voluntad popular que valdrá lo que vale el papel mojado; hacer uso del derecho democrático de elegir a nuestros gobernantes, a nuestro Parlamento, que hará lo que le venga en gana con el poder delegado por la soberanía del pueblo porque el poder en España no rinde cuentas a nadie, nunca. Esto es lo que hay.
Sin embargo, y pese a todo, en estas Elecciones si tengo una razón para votar, para acudir al colegio electoral el día 20 de noviembre de 2011 y depositar mi voto. Tengo una principal razón, casi una única razón: expulsar del poder a aquellos que son radicalmente responsables con su actuación, perfectamente diseñada, desde todos los ámbitos en los que han dispuesto de capacidad ejecutiva (que han sido prácticamente todos), de llevar a España a la tristísima situación de emergencia nacional en la que hoy se encuentra. Una España a la que no la reconoce ni la madre que la parió. Una España a la que tampoco pueden reconocer sus propios hijos