Las victimas no deben condicionar la evolución sociopolítica de España… Así lo ha soltado la Señora vocal del CGPJ en una conferencia que ha pronunciado….., y se ha quedado tan ancha. No es la primera voz a la que escuchamos este discurso, ni es la primera vez, al contrario, en este país nuestro, que cada día tiene menos de país y menos de mío, al menos, se ha generalizado en los últimos años un cierto estado de opinión que aboga porque en el tinglado este de la pacecilla, que se ha pactado con la ETA, las victimas asistan como convidados de piedra a los tejes y manejes ideológicos y políticos en los que participan de manera activa importantes personajes de la vida pública. Cuando digo pública me refiero a un amplio espectro social que incluye a políticos y jueces; al mundo de la cultura y de las finanzas, a la mismísima Iglesia del nacionalismo católico. Todos ellos, de relumbrón y fama. Todos ellos, están a diario en los papeles y bajo los focos. Son actores que se mueven en la pomada del día a día con la ETA. Unos, comparten mesa y mantel con asesinos de niños, como declaraba el mismo el socialista Eguiguren, en sus míseras y deleznables memorias de las conversaciones que mantuvo en su día con el asesino Josu Ternera, en las que cuenta literalmente “hice la hoja de ruta con Josu Ternera. Me entendía bien porque sabía exactamente como era. Comimos bastantes veces juntos, eso da pie a hablar de muchas cosas (...) somos de la misma edad más o menos, tiene hijos, enseguida conectas con ciertas reflexiones.". Que curioso, y que asombroso, hablaban entre si, como si fueran personas humanas; conversaba Eguiguren con el monstruo sin sentir arcadas. Dice Eguiguren que ambos tienen hijos. Les habrán visto crecer, reír, aprender, vivir… Las gemelitas sobrinas de José Alcararz a las que Josu Ternera mandó asesinar de un bombazo en la casa cuartel de Zaragoza tenían tres años cuando sus cuerpecillos saltaron por los aires destrozados, junto al cuerpo de su tío, también asesinado en el mismo atentado con 17 años, junto a las vidas arrancadas de cuajo de otras tres niñas de 6, 7 y 12 años, junto con los padres de estas …. Así hasta 11 personas que murieron en aquel terrible ataque terrorista.
Las opinión pública ha tolerado sin inmutarse las repugnantes declaraciones de este socialista vasco. La Fiscalía no ha ordenado inmediatas actuaciones contra este señor que se reúne clandestinamente con asesinos prófugos de la Justicia. El Partido Socialista mantiene en sus filas a Eguiguren, como presidente de los socialistas vascos que en su repugnante curriculum personal, a sus actividades de trajinador con la ETA, suma sus antecedentes de maltratador de mujeres como quedó probado por sentencia condenatoria. Este señor, golpeó a la que era su mujer, con las manos, con un paraguas, con un zapato, produciéndole lesiones en la cara, en los brazos… que tardaron en curar 20 días. El PSOE debe ser el único partido del mundo civilizado que mantiene en su cargo a una persona de estas características. Ellos sabrán porque, otros, nos lo podemos imaginar.
Pero en el País Vasco la inmoral desmemoria no la ha protagonizado únicamente el PSOE. No. Hace bien poco, pudimos ver como concejales de Partido Popular, cambiaban impresiones, tomándose unos pinchitos en las fiestas de Semana Grande de San Sebastián, a carcajada limpia, con el Juan Carlos Izaguirre, alcalde de Bildu de la ciudad. En este caso, tenían entre los dientes pinchos de tortilla y chorizo, y mucha, mucha, sonrisa fiestera. Estos politiquillos del PP tampoco tuvieron inconveniente alguno en departir como si nada hubiera sucedido en el País Vasco y en España con los colaboradores “civiles” necesarios de la ETA. Se encontraban en San Sebastian, sobre el suelo por el que corrió la sangre de Gregorio Ordoñez asesinado de un tiro en la nuca, por dos sacos de mierda, llamados Casatorre y Chapote, en los tiempos en que los hombres y mujeres del Partido Popular se vaciaban la vida en el pozo de la soledad política y en el amor a la libertad y la democracia. Los políticos vascos del PP quieren hoy su cacho, su parte de la tarta, no importa con quien tengan que compartirla, ni sobre el mantel que tengan que comerla, ni que mesa tengan que sentarse. Se comportan como perros sumisos y quizá terminen convirtiéndose en sonrientes hienas. Me temo que llevan ese camino, al menos algunos. María San Gil podría, seguramente, pdría contar muchas cosas al respecto. La madre de Silvia Serrano, asesinada en Santa Pola por una bomba de ETA cuando solo tenía 6 años, lo ha tenido claro y se ha dado de baja como militante popular. También lo hizo hace mucho tiempo Ortega Lara. La traición esta servida. Las hienas han comenzado a devorar a los perros. Era de prever.
El Tribunal Supremo, sentenció que Bildu era ETA. Algunos de los terroristas iban a cara descubierta y pretendían acceder a las Instituciones a través de las urnas. Hoy están sentados en el Parlamento de España para insultarla, para humillarla, para destruirla, por obra y gracia de la manipulación de la izquierda socialista-nacionalista del Tribunal Constitucional y la inanidad (sino de peores y mas inconfesables actuaciones) del Partido Popular, hoy en el Gobierno. Y, los españoles, aceptamos, nos tragamos todos y cada uno de los sapos y de las culebras que nos pongan en la mesa negociadora en la que se han sentado con los asesinos de españoles los que deberían defendernos. Los acuerdos están ahí. Aunque los ciudadanos no tenemos pleno conocimiento de ellos. Todos los días nos encontramos en los medios con declaraciones de las autoridades políticas (antes del PSOE y ahora del PP), que inciden en la necesidad de la “discreción” para abordar “la nueva situación”, eufemismos de lo que no es otra cosa que negociaciones con los asesinos a espaldas de las ciudadanía, y sobre todo y fundamentalmente, de las víctimas.
Desde que la ETA ha decidido darnos cuartelillo a los españoles, y no ir por las ciudades y los pueblos de España destrozando cuerpecitos de hijos de Guardia Civiles, o amputando miembros a chicas inocentes, o destrozando vidas, arrancando corazones… Desde ese momento en que con la cara tapada y vestiditos a la moda del KU-KUX-KLAN con boina, nos comunicaron que les venia en gana, en este momento, hacer un paroncito en la masacre, con el fin de comprobar si España estaba suficientemente “madura” para el asalto final; mientras en el corral, en el en lugar más pútrido del estiércol, curas y hasta obispos nacionalistas estaban en tratos con los peores, con los asesinos, y con éstos, negociadores extranjeros venían a nuestro país a cambio de dinero y del prestigio infame que dan los asesinos a sus amigos; mientras todo esto sucedía, a la llamada de la repuganante de la negociación acudían raudos los responsables políticos, perdiendo el culo por sumarse al carro de los pacifistas, enterradores de la libertad, la memoria y la justicia.
A esto es, a lo que se refiere la señora Bravo, cuando se pone estupenda y rimbombante y suelta de lo la “evolución sociopolítica española”. Lo cierto es que la ETA, como profesionales de la tortura que son, ha sometido a España a terribles castigos, tensiones y terrores durante décadas. El pánico, la amargura, la desolación y sobre todo, la impotencia, se han fraguado a lo largo de los años en la sociedad de nuestro país y como expertos en el suplicio y en tormentos que son, los asesinos ponderan hoy si el prisionero, es decir España, esta suficientemente ablandado con el trabajo hecho. El verdugo nos ha dado un poco de agua para calmar el miedo, y nos deja respirar sin azotarnos. Ha lavado con agua sucia nuestras heridas y encapuchado, con voz serena, nos recuerda lo que nos ha venido repitiendo implacablemente antes y después de cada uno de los sufrimientos que nos ha infligido: el precio que tenemos que pagar por conservar nuestra vida.
Recuerdo con verdadera tristeza y rabia, como el Partido Popular elaboraba sus listas en el Pais Vasco sabiendo, que, casi con toda seguridad, alguno de los hombres o mujeres concejales incluidos en las mismas estaría muerto antes de acabar la legislatura. Fueron carne de cañón. Todos lo sabían. Cada uno de ellos se imaginaba a si mismo o a sus compañeros con un tiro en la nuca sobre el asfalto de su pueblo y, todos, aceptaron el cargo de concejal inserto en una ruleta rusa mortal. Entonces pensé que había que romper la baraja. Que las opciones políticas democráticas y españolas debían pasar a la clandestinidad en el País Vasco y que, la vida política vasca debía quedar al descubierto como lo que realmente era, un ejercicio de onanismo nacionalista, en el que el PNV partido xenófobo y racista, siempre cruel e indigno, recaudador de las nueces sacudidas por la ETA encada atentado, se batiera el cobre, es decir, el poder, con la ETA. Arañas contra gusanos y viceversa, esa ha sido la realidad de la política vasca durante decenios, mantenida por una sociedad temerosa, amoral e indiferente. La vidas entregadas de las victimas, lo fueron, por librar a la Nación Española en general y al País Vasco en particular, de la indignidad de ser, simplemente, un régimen totalitario y fascista. Creo que ni el Pais Vasco ni España se merecieron nunca tan gran generosidad. Nunca estuvieron a la altura de sus héores. Solo hay que abrir lo ojos hoy, y no solo ver, sino mirar.
Los que dicen que ETA está derrotada, mienten. Son ellos, precisamente ellos, los que le han dado a ETA la victoria. Porque la tortura a la que la organización terrorista nos ha sometido durante decenios ha hecho mella en nuestra sociedad. España esta madura, la resistencia del su alma civil se ha “ablandado” usando el lenguaje de los torturadores, y finalmente, la nación está dispuesta a entregarse para conservar la “vida, sin darse cuenta de que ya no le queda nada que conservar. La vida como nación tampoco.
La sociedad española se registra los bolsillos buscando algo que ofrecer a los terroristas, ahora que quieren perdonar nuestra existencia, algo con que agradarlos, con que apaciguar sus saña asesina; está dispuesta a sentarse con ellos en el Parlamento español, mientras babean sus demandas secesionistas; a corromper a sus jueces, y a desollar la Justicia mientras la Iglesia nacionalista que negó los funerales cristianos a los asesinados en cientos de atentados, durante decenios de ignominia, esconde ahora bajo las sotanas sus inconfesables acuerdos con los asesinos.
España está madura, dispuesta a pagar el precio demandado, porque los jueces se han pringado la toga con el sangre de un camino salpicado de cadáveres injustamente asesinados por la ETA ; porque los medios de comunicación hacen como que el pasado nunca hubiera existido y dibujan el futuro con una ETA reconvertida en interlocutor legitimo, cuando aún hay 300 asesinados por la banda criminal, cuyas familias ni siquiera saben quien fue su asesino; España esta madura, si. Porque aquellos que se dicen a si mismos “creadores”, ponen paños calientes, cataplasmas justificadoras nacionalistas sobre las dolorosas heridas de las victimas, mientras eximen de la culpabilidad efectiva y tangible a los criminales poniéndoles claveles blancos en la solapa; porque, los lideres políticos empujan a los suyos a confraternizar con las hienas mientras estas se ríen, porque saben, que les tuvieron muertos y a ahora, y únicamente mientras lo deseen, les dejarán comer los desechos de sus manos para saciar su hambre de tranquilidad estabulada. Juegan los asesinos a la caza del gato con el ratón que solo de mata cuando se aburre de jugar o cuando tiene otra cosa mas interesante que hacer.
España está madura. Si. España que lo ha perdido casi todo, en medio de una corrupción estructural, de una crisis económica sin precedentes, entrega también a sus victimas. A sus héroes. A sus mejores ciudadanos. A los símbolos vivos de la Libertad y de la Democracia. España manda callar a las madres, y a los hijos de los españoles muertos de un balazo, destrozados por las bombas de ETA. Manda al rincón los que todavía sufren el dolor de sus miembros amputados, el terror de la matanza en los sueños, la tristeza infinita de de su desesperanza.
¡¡Silencio¡¡ ¡¡Que se callen¡¡ Que les den cuatro duros y les manden flores en los aniversarios a los cementerios, pero que no estorben. Estamos, dicen, en otro tiempo y no son horas para el recuerdo incómodo, que sale demasiado caro y estamos en tiempos de crisis. Estamos, “en plena evolución sociopolítica” como muy bien dice la señora Bravo. Y aquí paz, y después gloria.
¿O no?. NO