lunes, 30 de septiembre de 2013

"DJANGO DESENCADENADO" … Estupenda película de Quentin Tarantino

Nuevamente Tarantino, mi admiradísimo Tarantino,  me ha hecho pasar un par de horas fascinada por el séptimo arte. Django Desencadenado, el último trabajo de este genio de la creación cinematográfica me ha parecido una película sencillamente maravillosa.

Sin concesiones, de la mano del director, hacemos un recorrido a veces doloroso, a veces divertido, por la naturaleza humana en su dimensión más certera, en la que la poesía está presente en cada plano.

Tarantino construye un mágico y sufriente cosmos,  redimido por la belleza, por la bondad, por la lealtad, por la fuerza arrasadora del amor. Un universo en el que las pasiones que se nos muestran  desatadas y desplegando todo su poderío, son, a la vez, mantenidas a raya por el creador de la ficción, medidas escrupulosamente, cuidadosamente y siempre al servicio de una verdad intelectual que resulta inapelable.

La película aborda, en un contexto de la persecución racial y esclavitud en Estados Unidos, en el tiempo histórico previo a la Guerra Civil americana, cuestiones que sin embargo son  de absoluta actualidad, por ser  intemporales y recurrentes en la historia de la Humanidad:  el Hombre y la Libertad; la insultante banalidad del Mal; la capacidad transformadora del Bien. Agradezco a Tarantino el respeto con que trata a los espectadores de su película, y no cede un ápice a falsos mitos o estereotipos engañosos a que tan acostumbrados nos tienen los cineastas que se autodenominan progresistas a uno y otro lado del Atlántico. Los buenos y los malos ocupan lugares alternativos de manera que el mejor amigo hasta la sangre, es, el contrario y el enemigo más cruel pareciera ser el semejante. Al fondo un paisaje de humanidad descanada donde la vida vale lo que cuesta un negocio, y donde la sumisión convierte a la victima en el mas atroz de los verdugos.

Viendo la película de Tarantino sentimos que no hay nada de novedoso en los actos de los hombres que nos aterrorizan en nuestro tiempo, se cambia de estilo y de escenario, de formas y matices quizá folclóricos, localistas y transitorios, sin embargo, la esencia de la naturaleza del ser evolucionado que habita en nosotros permanece. Las pulsiones de muerte y de poder, de dominación y de sometimiento de unos seres humanos por otros, y también, diría yo, y sobre todo, la necesidad irrefrenable de trascender, de jugarse la vida por respirar en libertad, de ser leales a lo que somos y a lo que de nosotros se espera. Y, luego está el amor, manoseada palabra por aquellos que seguramente no pueden perdonarse no haberlo encontrado; palpitar vital que lo llena de todo de interrogantes insondables, mágicos hilos que determinan el destino de aquellos que lo darán todo por una mirada que es una caricia para el alma. Tarantino aborda el enamoramiento de sus personajes desde la ternura, la  sensibilidad y la fidelidad,  sin asomarse siquiera por los derroteros harto frecuentes del reduccionismo del amor erótico a la genitalidad y a la desnudez desprovista de significados espirituales y/o sicológicos.

Tarantino ha querido narrarnos una historia de verdades y mentiras, de buenos y  malos, de esclavitud y de libertad, y lo ha hecho, como él lo hace, sin complejos y sin contemplaciones. A veces como un cuento, a veces como un cómic, con inteligencia, y con poesía. De fondo, y enraizada a las imágenes bellísimas y  de acción trepidante, la música recorre las más de dos horas que dura la película. Excelentes piezas musicales que contribuyen de manera definitiva a que el trabajo de Quentin Tarantino sea, en mi opinión, una obra conmovedora, emocionante, y muy divertida.

Decir, finalmente, que los actores bordan sus personajes. Jamie Foxx  Leonardo DiCaprio Christoph Waltz Kerry Washington Samuel L. Jackson es una verdadera gozada verles interpretar.


Ahhh, se me olvidaba  decir que, al final, muy al final de la historia, les aguarda una sonrisa, la de ustedes mismos, antes de que las letras THE END aparezcan en la pantalla. No se la pierdan si no la han visto.