jueves, 20 de abril de 2017

EL PARTIDO POPULAR CONTRA LAS CUERDAS?

El Partido Popular ha comenzado su Vía crucis particular. Hace años que los casos de corrupción protagonizados por personas de enorme relevancia dentro del partido, y con responsabilidades de gobierno tanto en la ejecutiva de la nación como en gobiernos autonómicos, ha conducido a la formación política de centro derecha a una situación imposible de sostener. O eso parece. Francisco Granados, hoy Francisco González, lo que pueda salpicarle a Esperanza Aguirre que mañana declara como testigo, y por último, la citación para testificar del mismísimo presidente de Gobierno Rajoy, además de muchos otros nombres de segundo nivel en el ámbito político, pero de primerísima línea en lo tocante al  desvío y recepción corrupta de fondos públicos, parece que fueran razones  mas que suficientes para que algo importante, radical, y definitivo pudiera suceder generando una catarsis en el primer partido de España, el partido del Gobierno, y como consecuencia de ello, dando lugar a movimientos convulsos en la política nacional que pudieran desembocar incluso a un adelanto electoral.

Las televisiones todas, los medios digitales, las redes sociales, las emisoras de radio, son un clamor, pisándose las unas a las otras, las primicias de tan importantes acontecimientos. Figuras históricas del Partido Popular protagonistas de la información nacional, no por ser responsables de unas u otras decisiones de gobierno, buenas o malas,  sino por verse involucradas en una inmensa corrupción. El hedor que destila la política es verdaderamente insoportable. 

Vistos los acontecimientos con un poco de detalle, en la distancia un poco mas corta, es sencillo encontrar algunos de los hilos conductores y de los desencadenantes que han dado lugar a estos “paseillos” vergonzantes entre flases, cámaras, y fotógrafos, de camino a los Juzgados o directamente a la trena de los políticos populares. Entre los que dirigen las acusaciones, encontramos todo tipo de intereses espúreos, movimientos de fichas y alianzas interesadas de lo peor entre lo peor,  filias y fobias, rencores y venganzas.  Jueces de ida y vuelta de la política, que desde la poltrona judicial parecen dirigir sus vengativos dardos por los favores no correspondidos, periodistas que babean literalmente a los pies de sus amos con el objetivo cumplido de reventar el higadillo al oponente político, mientras ensayan a toda prisa, como colocar el taparrabos sobre las vergüenzas de algunos recién llegados a la política, que ostentan, sin embargo, lo que parece dibujarse como una larga trayectoria de oscuras y criminosas relaciones con deleznables poderes lejanos. Imagino que en el ansia por pillar cacho, comienzan muchos a verse cabalgando a lomos de la fama y el poder que vislumbran como finalmente posibles.

La demoledora realidad es que nadie parece ser inocente en este patio de Monipodio que es España. Sería sencillo de solucionar nuestro al parecer endémico problema del latrocinio público, si todo consistiera de desalojar del poder al partido del Gobierno. Pero sinceramente creo, que las cosas son muchísimo más complicadas de resolver y sin embargo muchísimo más sencillas de comprender. Porque, como ya he comentado en alguna ocasión, aquí no hay nadie libre de culpa. Recordando las palabras bíblicas, no creo que fuéramos capaces de encontrar siete justos, ni siquiera tres, que nos libraran del camino tortuoso del inmenso e irritante aburrimiento al que nos someten día tras día los desmanes y abusos de la corrupción en nuestro país. No les encontraríamos, entre los que nos gobiernan, y muchísimo menos entre aquellos que les acusan, al grito de quítate tú para ponerme yo,  desde la oposición.  La cosa, de todos modos,  se está poniendo interesante, y tan caliente, que arde. O eso parece.

Nuestra joven Democracia, cada día tiene menos de joven y menos de Democracia. Es verdad que en todos los sitios cuecen habas, pero en nuestro país, parece que tenemos que tragarnos las habas a calderadas.  A todo esto, los “Pujoles” en la calle, tan ricamente, con los ojos de tío Gilito que se les salen de las orbitas de tanto cuenteo de ceros ilegales como llevan practicado desde hace varios lustros, pero eso sí, sin pisar el trullo, oiga, ni por el latrocinio del tres por ciento y por ninguna otra circunstancia relacionada con la mangancia de la que saben más que nadie. Los políticos catalanes se han subido al machito del poder autonómico, y desde la atalaya de los numerosísimos medios de comunicación que controlan,  amenazan  a la nación española con un golpe de estado secesionista, que viene a ser como un corte de mangas a todos los ciudadanos, incluyendo los españoles catalanes. Para aderezar convenientemente las ensalada amarga con la nos han puesto a régimen forzoso las autonomías que se  consideran a si mismas comoun hecho diferencial en el universo mundo, los “moderados” nacionalistas vascos, nos dicen, que ellos, quieren que Vascongadas tenga rango de estado coasociado. No deja de tener cierta sorna la propuesta del PNV flanquedado por Otegui y blanqueado por el PSE, porque me pregunto yo, y en España que ganamos…?, que ganamos en España con un grano pegado al culo, que no sea seguir poniendo pasta para que los señoritos rústicos del Norte inauguren autopistas, y rediseñen sus pueblos y aldeas, hasta parecer el reino de los Hobit mientras los pueblos de Castilla envejecen y se agrietan destinados al olvido silente de los sucesivos gobiernos de la nación. El ministro de la pasta, el vaciador de bolsillos por la vía de la generosidad obligada impositiva, el señor Montoro, ha hecho su particular propuesta para intentar calmar el estridente griterío independentista y como ya nos tienen acostumbrados los partidos de ámbito nacional, les ofrece el moro competencial, pero sobre todo el oro de la pasta, a ver si cuela y permiten mantenerse en el machito al Gobierno una temporada.

En Andalucía seguimos enredados en el mastodóntico fraude de la PSOE y de los sindicatos de Izquierdas, con los ERES y los cursos de formación, que se habían convertido en algo así como la sementera de votos para el partido socialista. Decenas de miles de euros procedente de la Unión Europea, que han servido para pastorear lo que restaba de pastoreo con el PER. Se había conseguido la cuadratura del circulo, y el voto de izquierdas mas cautivo que nunca, apuntalaba el poder político que lleva tantas décadas gobernando como décadas lleva Andalucía a la cola de los países de nuestro entorno en lo que respecta a la prosperidad económica, al paro, y a la educación de sus jóvenes. Siempre a la cabeza de la corrupción y a la cola del progreso. Es lo que hay. Como no han tenido suficiente, al parecer, y el voto sigue siendo libre, por fortuna, los andaluces votan lo mismo de siempre, pero peor. Y personajes como “er  Kichi” de alcalde Cadiz, materializan lo que parecía imposible, la superación de la política más cutre y de peor nivel que pudiera imaginarse. Eso si, crecidos y mandando en la calle, que es su medio natural, aspirando a controlar la ejecutiva del poder autonómico, con bastantes posibilidades de hacerse realidad. 

Podríamos seguir el recorrido, y fijarnos en Valencia que no tiene desperdicio. Allí, la corrupción ha hecho mella, y de qué manera. La prueba está en quien lleva hoy las riendas políticas de la autonomía y quien las llevaba hace prácticamente un suspiro. Los valencianos han puesto un pie en la otra orilla, y andan a la pata coja camino de no ser otra cosa que la provincia subalterna del sur de la pan-Cataluña. Pareciera que estrenan la voluntad de no ser, porque, de ser algo, Valencia es en España, y sin España, solo les queda mendigar las migajas que deje caer de la Generalidad catalana. 


Pero hoy, lo que nos ocupa, es Madrid, el Partido Popular, y como máximo representante, del mismo y del Gobierno de la Nación, Mariano Rajoy y el pedazo de marrón que se le viene encima. La deriva del partido bajo su hegemonía ha sido suicida. Rajoy, implicado si o si, por acción o por omisión, y sobre todo como cabeza visible del partido, tenía y tiene absoluta responsabilidad, al menos política de lo que en el partido se hacia o deshacía a todos los niveles, también en el ámbito de su financiación. Por supuesto, si hubiera responsabilidades penales que afectaran a su persona, no le quedara otra que asumirlas, faltaría más.

Con todo, lo verdaderamente preocupante, es que el partido, sus bases, no han tenido el coraje y la honestidad de forzar una renovación mandando a su casa a los dinosaurios que se habían convertido en auténticos depredadores de los fondos públicos, y con a la corte de bufoncillos aprendices de brujo, que le han hecho el caldo gordo a los jerifaltes vinculando su joven presente a un futuro que nace avejentado y corrupto, dando apoyando y tratando de tapar la corrupción de sus mayores, por un carguito de escasa enjundia. Así, congreso tras congreso se ha cavado la tumba el Partido Popular, después de que la cuerda del ahorcado cada vez se tense más sobre el gaznate de todos aquellos que están o han estado pringados en guarrerías financieras a costa del erario publico. Están quemaos, y lo peor, es que están achicharrando a un electorado que se debate entre alternativas políticas que le son imposibles, bien por carentes de credibilidad, bien por encontrarse en sus Antípodas ideológicas.

Personalmente creo que con todo, la sangre no llegará al río, aunque me gustaría equivocarme. Este es un momento en el que los que están siendo sometidos a juicio sumarísimo de los medios y la opinión publica lo van a pasar canutas, al tiempo que el PSOE intentara por todos los medios de los que dispone, que no son muchos, para recuperar protagonismo e iniciativa política de oposición. Pero el partido paralizado y estupefacto por sus repetidas debacles electorales, mientras  sus cabezas visibles se arrancan a puñados las greñas. Los líderes del Psoe tienen un nivel mas bien escaso siendo generosos, y están muy ocupados en atizarse de puñaladas traperas los unos a los otros. No parece vislumbrarse una estrategia capaz de darle un poco de oxígeno a este psoe no se si convaleciente y moribundo, a costa de los árboles caídos, partidos y machados del partido popular.

Por otro lado, las fuerzas nacionalistas imagino que estrecharan todo lo que este a su alcance, el cerco a este Gobierno exhausto ya, sin comenzar a penas la legislatura, y le pegara todas las dentelladas de que sean capaces, en forma de cómo decía antes, competencias y de pasta, pero sobre todo pasta gansa, que es a la postre lo que interesa a la insaciable y voraz casta independentista.

A la izquierda nos queda Podemos y sus excrescencias. Por ahora Iglesias anda enfrascado en sus chorradas, la última,  el patético numerito-tour con el autobús que circula por Madrid, y sus frasecitas soltadas en el Parlamento de la nación, tan llenas de glamour y buena educación, como me la suda, me la pela, me la refanfinla… en fin ese vocabulario delicado al que nos tiene acostumbrados la sobresaliente sabiduría de Don Pablo. Al parecer considera que los españoles compartimos ese lenguaje,   que pertenece dice, a la  manera de expresión de la “gente”. Para empezar, gente será él y su grupo, los suyos, no se si sus votantes o simpatizantes. Quizás esos sean gente. No lo se. Lo que si se es que otros, muchos otros, somos ciudadanos, personas uno a uno. Ni gente, ni rebaño, somos.  Ni súbditos, ni lacayos… ni somos pueblo ni somos masa. Somos individuos, cada  uno de nosotros  y en conjunto, somos ciudadanía.¡ Un respeto, señor diputado¡

Llegados a este punto, me interesa mucho resaltar, esta cuestión de la consideración de la ciudadanía porque en ella se sustenta mi parecer de que, finalmente, y pese a todo, las cosas en un futuro inmediato no van a cambiar sustancialmente. En primer lugar, por motivos económicos. El Gobierno del Partido Popular, ha puesto de manifiesto que sin ninguna duda es capaz de mejorar la situación economica del país. Y en segundo lugar, por resumir, porque a  todos aquellos que no se consideran gente, en los términos podemitas, les produce pavor imaginar un gobierno dirigido por el señor Iglesias en España. Y ello, por múltiples motivos.

La imagen de un presidente de gobierno, que disimula su cifosis de espalda, con una coleta hasta media espalda, y una dentadura necesitada de visita urgente al dentista, mientras lanza insultos y ordinarieces a troche y moche, francamente, me parece que no va a encontrar apoyo una parte muy mayoritaria del electorado. Además los ayuntamientos del cambio están ayudando extraordinariamente a acrecentar el hastío y el desprecio de los ciudadanos por sus políticas sectarias, de rojerío fachoso, mientras a las ciudades como mi adorado Madrid, se las come la mierda, con perdón.

Cabe preguntarse, entonces los españoles seguirán manteniendo al PP como el partido mas votado?. Yo creo que si. Contra viento y marea, hay un parte importantísima de electores que siendo conscientes de la corrupción en el Partido Popular, volverían a votarle masivamente, con argumentos tales como: en todos los partidos hay ladrones, el partido popular se ha mostrado eficaz conduciendo la salida de la crisis económica, y sobre todo y fundamentalmente, cualquier cosa mejor que la izquierda percibida como agresiva, intolerante y peligrosa,  de Podemos.

Pablo Iglesias y su grey genera desconfianza y temor en una parte muy importante del centro derecha y en los votantes conservadores y muchos de centro-izquierda. Su ideología política en sintonía con dictaduras repugnantes, su odio profundo a los sentimientos religiosos de los católicos, su visión guerracivilista de la historia de nuestro país, su azuzamiento del odio entre españoles, su desprecio por las libertades también por la libertad económica, su defensa del feminazismo y de la ideología de genero, sus muestras de fraternidad con terroristas confesos, y  … su mala, malísima educación y su vulgaridad, le convierte en  la opción a evitar de manera prioritaria y por encima de cualquier otra consideración. Iglesias es una maquina de votos para el Partido Popular. Es de un valor incalculable para que el Partido Popular siga manteniendo sus opciones de Gobierno.

Creo que la marejada que vivimos hoy, con las idas y venidas a los Juzgados pasará y volverá la calma. Queda mucho para las próximas elecciones y dudo seriamente que la deriva de los acontecimientos llegue hasta imputación del presidente del gobierno ante los tribunales. Incluso, de ser asi, el reemplazo político a Rajoy que decidiera el partido seria igualmente respaldado. Convertiría esa circunstancia  en un momento extraordinario para hacer limpia de la basura que se acumula en las filas del Partido Popular, de renovar caras, modos, y criterios de actuación política. Con un poquito de aseo que pusieran en la casa del centro derecha creo que garantizarian su permanencia en el poder.


Es tan horrorosa la opción de un gobierno podemita, que si, creo que mayoritariamente los españoles volverían a votar aunque fuera con la nariz mas tapada que nunca. Mejor soportar el hedor de la corrupción desde la libertad y la esperanza de la prosperidad, que ser gobernados por una ideología totalitaria cuyas dramáticas consecuencias son sin duda alguna, el empobrecimiento y la destrucción de las libertades. No se si eso “a gente” puede percibirlo y valorarlo, pero la “ciudadanía” si.