miércoles, 18 de abril de 2018

EL CASO CIFUENTES Y LA IZQUIERDA IMPUNE


Que las cosas en España anden así, de mala manera, no es del todo malo. Ya se sabe que en pocas de crisis, a cada uno y cada cual, no le queda mas opción que retratarse. España está manga por hombro, pero poco a poco, escuchamos cada vez más voces que denuncian la gravísima situación por la que pasa nuestro país.  Sin embargo, pocos motivos tenemos para el optimismo. Mientras España, y los españoles, en Cataluña y no solo en Cataluña, están sufriendo la embestida del independentismo de una manera brutal y de consecuencias aun imprevisibles para el futuro existencial de la nación española los titulares, estas últimas semanas están  dedicados casi en exclusiva a la Presidenta popular de la Comunidad de Madrid.

La maquina de picar carne trabaja a todo trapo. El despelleje es implacable. Cristina Cifuentes ha falsificado dicen, un master en no se que cosa, en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Al parecer le han amañado las notas en un par de asignaturas y el mundo mundial pide su dimisión. A mi francamente me parece que es mas que probable que la aprobaran por la cara, y si me apuran, que la regalaran el master. Y si es asi….que? A ver si nos vamos a hacer de nuevas y ponemos el grito en el cielo por lo que no es otra cosa que un hábito común y endémico de la vida académica en  España.
Esto es algo parecido a lo de la financiación de los partidos políticos de manera ilícita, irregular, y delincuencial. Obra pública a cambio de prebendas para los nuestros. Los nuestros somos, nuestro partido, y de paso, nuestra cuenta bancaria. En otras ocasiones se altera el orden del destino de los fondos amañados, y recalan primero en el bolsillo del interesado y lo que queda disponible, se destina al partido para financiar la campaña que toque en ese momento. Llevamos años, lustros, décadas con sucesivos escándalos de corrupción.

La izquierda en pleno, cuando digo en su totalidad, es exactamente lo que quiero decir, se pone superferolítica y pide su cabeza en la plaza publica que hoy constituyen las cajas tontas instaladas en nuestros hogares, a lo que hay que sumar para que salga la ecuación a la primera, las redes sociales que reducen toda la filosofía política que los ciudadanos parece somos capaces de procesar, a dos renglones escasos de  los tuits y breves segundos de imágenes al servicio de la manipulación.

Los medios, y los periodistas a sueldo babean oliendo la sangre pepera corriendo por los despachos. Disfrutan de lo lindo aplicando la picana, y no me extraña, porque delante, frente al morro que se gastan y el desparpajo malencarado que exhiben en su supuestas defensa de la “legalidad” denunciando la corrupción de sus oponentes politicos, no hay nadie que tenga ni media torta ni media neurona, ni un ápice de inteligencia y ni de dignidad para ponerles los puntos sobre las ies, o lo que lo mismo, para bordar el problema de la corrupción heredera del caciquismo decimonónico, repartiendo responsabilidades, y poniendo soluciones que impliquen radicales cambios de comportamiento en la vida pública.

El Partido Popular hace muchísimo tiempo  que no es nada distinto de un rebaño de ovejas calvas, alopécicas, a penas sin aliento para otra cosa que seguir triscando hierbas envenenadas. El partido representante del centro derecha agoniza, y encima se le ha puesto cara de gilipollas madre, que no se si es lo peor que podría sucederle pero estoy segura que es lo mejor que podría pasarle a la izquierda que jamás se resigna a estar fuera del poder, ni siquiera por mandato ciudadano.  Nada extraño, por otra parte, cuando constatamos que padecemos la peor izquierda de Europa, la mas radical y sobre todo, fundamentalmente, la única izquierda europea caracterizada por una sistemática traición a su país. Una izquierda que tiene la peculiaridad de trabajar ideológicamente en la destrucción de España como nación. 

A la señora Cifuentes resulta que se la quieren cepillar por corrupta dicen. A mi, que francamente no me cae nada bien esta señora, me parece que la guillotina que le quieren aplicar debería rebanar antes que la suya, o por lo menos a la vez, numerosas cabezas (políticas, se entiende) que sin embargo, andan por ahí, por las tertulias televisivas, radiofónicas, y las redes sociales, con la cresta bien tiesa, cacareando medias verdades a veces; a veces rebuznando insultos y patrañas, en una mezcolanza convertida en almagama mas dura que el cemento armado, con la que tapan toda suerte de vergüenzas, chanchullos, saqueos públicos, y usos y abusos de poder que les atañen directamente y que, por supuesto, pasan olímpicamente de reconocer.

Dicho de otro modo, la izquierda esta envalentonada. Llevan muchos años, décadas diría yo, cortando el bacalao en España, y así nos va. En mi opinión, nos va, peor mal, de mal en peor. No quiero decir con esto que los gobiernos del partido popular, autonómicos y/o centrales hayan sido gobiernos caracterizados por la honradez impoluta. En absoluto. A las pruebas me remito. Los casos de corrupción están ahí, omnipresentes. Lo que si me parece importante destacar es que en este pantanoso lodazal de  corrupción política,  la culpabilidad ni es exclusiva del partido del gobierno, ni es en términos de importancia real, la mas relevante. En primer lugar, porque la corrupción no es exclusivamente de naturaleza económica. En segundo lugar, porque esta, siendo gravísima, no tiene por que ser la más nociva, ni la mas destructiva para un país.

El Partido Socialista Obrero Español, sin ir más lejos, tiene el dudoso honor de llevarse la palma, la medalla de oro, y la gran copa de todas las corrupciones posibles. Durante los gobiernos de Felipe González, larguísimo periodo de poder socialista, se robó a troche y moche, y en todas direcciones. No solo eso, la corrupción alcanzó peligrosamente al terrorismo de estado con el mandato socialista de González. Quiero no obstante matizar esta última cuestión.

Que los métodos utilizados en la lucha del Estado contra los asesinos etarras se condujera por caminos poco o nada escrupulosos en unos momentos de nuestra historia en los que ETA mataba día si y día también, secuestraba, extorsionaba y constituía un tumor que amenazaba la Democracia de nuestro pais, no reviste para mi otra importancia que el daño producido a nuestro propio sistema de libertades que precisamente pretendía socavar el independentismo vasco, meditante la actuación asesina del terrorismo. No estoy pensando en este momento en como la actuación del poder del estado afectó a la izquierda abertzale. Sus miserables vidas, y su asquerosa existencia, hasta el día de hoy no tienen para mi valor alguno. Mi posición critica en cuanto a la actuación gubernamental de entonces, no tiene que ver con la preservación de la integridad de personas miserables, de filoterroristas repugnantes, sino con el respeto ineludible a los procedimientos y cauces legales que la Democracia prevé para la resolución de los conflictos cualesquiera que estos sean.

Los socialistas han tocado todos los palos a la hora de emplearse a fondo en el asunto de llevarse la pasta del erario público. Ejemplo paradigmático de lo que digo, es  el cachondeo mayúsculo del atraco de los eres en Andalucía, por el que están siendo procesados a sus dos presidentes autonómicos, y ya veremos si no le tocan las talandas a Susana Díaz. Recientísimamene, nos hemos encontrado con la gurtel socialista valenciana afectando directamente al señor Puig, y cuyas salpicaduras parecen alcanzar al presidente de la risa floja y la mano dura, el insigne José Luis Rodriguez Z.  y la financiación de sus campañas electorales en Valencia. No me extiendo con los innumerables casos de corruptelas socialistas a lo largo de todo el periodo democrático. Lo de los 100 años de honradez del PSOE, francamente parece una tomadura de pelo.

Le sigue muy de de cerca, con grandes meritos en esto del latrocinio toda la casta política independentista catalana, con la que el partido popular, pero sobre todo el partido socialista ha mantenido una suerte de maridaje repugnante que me ahorro describir en detalle. Lo de la familia Pujol y Convergencia y Unión es que no tiene parangón salvo en las estructuras mafiosas descritas en el mas puro estilo de las novela negra negrísima.

No haríamos justicia en este brevísimo esbozo, si no mencionáramos aquí con el honor que les corresponde a los sindicatos de clase de nuestro país. La clase a las que dicen representar les otorga una afiliación nacional de un escaso 2 por ciento, vamos que la constituyen ellos mismos para a si mismos representarse y pillar cacho.  En la ardua tarea de no pegar clavo, salvo para tocar el pito por las calles y llevar cuatro pancartas,  han sido sin embargo enormemente eficaces, en plantear a los distintos gobiernos, que hay de lo suyo. Y, lo suyo, que no es otra cosa que lo nuestro, el dinero publico de todos, que  han controlado y distraído como les ha venido en gana. Los ejemplos son numerosísimos, especialmente contumaces, en Andalucía, pero no solo. Me llama muchísimo la atención, la participación de UGT y de CCOO en las manifestaciones independentistas a favor de los políticos golpistas encarcelados por gravísimos delitos contra España y los españoles,  y me pregunto, en qué moneda recibirán su recompensa por el apoyo dado a los que quieren destruir España, porque otra cosa no sabrán los jerifaltes sindicalistas de turno pero, desde luego, tienen bien acreditado que no dan puntada sin hilo.

Lo de la corrupción del PNV como ya he comentado en alguna ocasión, es de otra naturaleza, harina de otro costal. Aquí, la absoluta carencia de ética ha ido por otros derroteros, los de la vista gorda, cuando no la connivencia política con los gudaris de la muerte por un lado y el continuo y permanente chantaje al Estado.  No dejaré  de recordar las palabras de Arzalluz, Eta sacude las ramas y el PNV recoge las nueces. No se me ocurre comportamiento más abyecto. Quizá pudiera compartir semejante nivel de infamia, con el también, como no, independentista en esta ocasión, catalán Carod Rovira, negociando con los mismos asesinos, que ETA matara en España toda, a excepción de Cataluña. En cuanto al chantaje al gobierno central es tan cotidiano que parece estar asumido por la ciudadanía. De hecho, en el momento actual, no tenemos PPGG aprobados a la espera de que el PNV decida que ya ha exprimido la vaca suficientemente y que ha sacado del gobierno central, la pasta que considera y las competencias que requiere, entre ellas, las relacionadas con la vuelta a casa de los asesinos etarras cumpliendo aun condenas. Será que no tienen ya suficiente basura etarra en las calles de sus ciudades y sus pueblos…

En este escenario patrio, contamos también, para que no falte de nada, con trompetería de las rastas y los coletudos. Ellos y ellas, pijos rojos, que están, como quien dice, recién llegados a la esfera política. Son la guinda del pastel, el perjil de la salsa,  el niño en el bautizo, y la novia en la boda. Jóvenes, advenedizos, pero prometedores en esto de poner el cazo, y repartir sillones. Los ayuntamientos del cambio son un ejemplo de lo que lo que digo absolutamente elocuente. Los ciudadanos esos que ellos denominan “gente” estamos ya coscándonos de que no son trigo limpio. Las encuestas parecen poner de manifiesto que se les ha pasado el arroz y están de los nervios. Yo que les sigo con atención les veo un pelín histéricos. Se apuntan Podemos, las confluencias y mareas, y demás patulea progrecapitalista a lo que haga falta para arrastrar por el fango al gobierno de Rajoy. El pim pam pum  al PP, se ha convertido en deporte nacional. La mayor parte de los medios con  mas importantes audiencias, trufados de mercachifles y ansiosos de su minuto de gloria, se enorgullecen proclamando que  a rojos no les gana nadie, la prueba está en como le atizan al monigote.

Para que seguir … La corrupción en España no es un síntoma, es la enfermedad en si misma. El síntoma, en mi opinión, es el silencio y sobre todo, la impunidad. El Partido Popular es el rostro enfermo de nuestro sistema, es la estructura política decadente, sin resuello. Los populares están acabados, y de dirigen sin pausa hacia su propio suicidio político. No seré yo quien derrame una lágrima por su deceso. La cobardía de la que ha hecho gala el Partido Popular para  enfrentar los problemas de España fundamentalmente el independentismo y el terrorismo etarra ha supuesto una enorme decepción para sus votantes, y muchos de ellos no se lo perdonarán. El partido de Mariano Rajoy votado por mayoría absoluta por los españoles, inició su gobierno con una insultante deslealtad, manifestada en prácticamente todos los aspectos de su actividad gubernamental, incluyendo además, una infame política de comunicación que ahora le está pasando factura, hasta el punto de ser su verdugo. Sus adversarios políticos son sus enemigos, y se le han tirado a la yugular. Personalmente creo que no soltaran la mordida hasta que no hayan terminado con él.  Los numerosos casos de corrupción del partido, que involucran directamente a Rajoy, son motivo de vergüenza y de un asqueo insufrible para sus votantes, que ya ni le respetan ni confían en él.

La corrupción  sin embargo, no nace ni se agota en el Partido Popular. Sin embargo, mientras el vocerío clama por la cabeza de Cristina Cifuentes, el silencio y la impunidad envuelve en celofán la inmensa y estructural tangana que apesta en  España. Estos días, con motivo del famoso master de plexiglás que dicen le ha regalado la universidad RJC a la presidenta de Madrid, solo algunos medios de comunicación rebeldes y contestones, han puesto encima de la mesa infinidad de casos de nepotismo, enchufismo, abusos de poder,  títulos universitarios inventados, de licenciaturas que son ensoñaciones, de curriculums inflados, de personajes engrandecidos de la nada, que son en si mismos, un falsedad con patas y que son miembros del Partido Socialista o de Podemos.

Cargos públicos de izquierdas que no tienen capacidad ni méritos para gestionar ni su comunidad de vecinos, y que forman parte del corral que cloquea en torno al gallo machirulo del partido político de turno. Por cierto que, estos políticos  tan comprometidos con la transparencia, y tan interesados la corrupción del Partido Popular de Madrid, tienen un amplio campo de investigación de esa misma transparencia y limpieza, investigando como que se llevaron a acabo exámenes, pruebas, trabajos de fin de carrera, etc, realizados por terroristas de la ETA presos para la obtención de sus titulaciones de la Universidad del País Vasco, mediante las cuales los asesinos han  obtenido suculentos beneficios penitenciarios. Me temo que no veremos ninguna investigación en este sentido. Este es el síntoma por antonomasia: la impunidad de la izquierda, incluso cuando esta izquierda esta constituida por asesinos de niños y de personas indefensas y constituye un grupo terrorista.

Tengo la impresión, sinceramente, que ni los partidos políticos ni los medios de comunicación, ni otras esferas como las judicial o el ámbito universitario, resistirían ni las mas básicas pruebas de transparencia. El clientelismo, el caciquismo, el enchufismo, el servilismo, están instalados en nuestra vida sociopolítica. Y prueba de ello, no es tanto ser conocedores del mastercillo que al parecer le han regalado a Cifuentes, como el silencio impune que ampara y alimenta el gusanal de la Izquierda en nuestro país. Sin embargo, en mi opinión, paradójicamente el papel de la derecha política ha sido fundamental en esta deriva. Una Derecha, o Centro Derecha si se quiere, carente de valores, oportunista, codiciosa y cobarde; profundamente desleal con sus votantes, cortoplacista, estúpida hasta cavar su propia tumba.

El futuro, cualquiera que este sea, debería pasar por una profunda renovación de la clase política que represente al centro derecha en España con capacidad de gobierno, o al menos de influencia en el Gobierno. Que el partido popular sea desalojado del poder, lejos de percibirse como una catástrofe debería dar motivos para el optimismo.  La esperanza pasa por nuevos actores políticos, con un pasado limpio y con un mensaje diáfano en cuestiones fundamentales como la cuestión independentista, la unidad nacional, la defensa de las libertades en nuestro país, (económica, política, de comunicación y religiosa), la defensa de la familia, la independencia del poder judicial, la defensa de la libertad y la Democracia en política exterior, la incuestionable defensa de nuestros intereses nacionales en el ámbito de la Unión Europea etc. Ciudadanos y VOX, deberían ser el reemplazo natural del Partido Popular, dar cobertura de voto, al electorado huérfano de centro derecha. Mucho me temo los poderes fácticos controlados por la izquierda y unas agónicas estructuras de poder del partido popular, intentarán por todos los  medios aplicar la mordaza a los nuevos partidos ahogando su voz y manipulando su mensaje. La impunidad y el silencio son instrumentos extremadamente eficaces de control político cuando actúan contra la Libertad, contra la Democracia y en este momento de nuestro país, también contra España y por tanto, contra los españoles. Habrá que ver si los votantes, llegado el momento,  nos comportamos como gente o como Ciudadanía.