A la ministra socialista Delgado
se le calienta la boca, suponiendo que sea la boca, lo que se le calienta,
claro. Hace unos días en una entrevista que le hacían en un medio de
comunicación amigo del gobierno, le preguntaba la periodista en relación con la manifestación convocada por PP,
Ciudadanos y Vox. La respuesta le subía los colores y dejaba flipada a la
profesional de las ondas.
Delgado se refería a los lideres allí
presentes como la “derecha trifálica”… ha dicho trifásica?, tricéfala?¡¡No¡¡ Ha
dicho trifálica. Para explicarse con más propiedad, por si hubiera suscitado
alguna duda la palabrita, añadió que había mucha testosterona en el plaza de
Colón. Al minuto siguiente de estas declaraciones el cachondeo patrio cundía en
las redes sociales, proclamando a los cuatro vientos el infranivel del gobierno
socialista que padecemos.
El lenguaje de Delgado tiene su
aquel. En confianza, y en reuniones con hombres provistos de sus
correspondientes falos, que además arrastran sus bemoles por las alcantarillas
junto a los reptiles, y presididas por Villarejo, la hoy ministra socialista
jaleaba los comentarios sexuales, repugnantes, no por sexuales sino por
inmorales del comisario delincuente. Jajaja, que risa tía Felisa… adultos en
Cartagena de Indias tirándose a menores…prostíbulos para conseguir información
vaginal… ¡ que gran idea, éxito seguro…¡ buen rollito, y jarana, ya sabes en
confianza... por cierto, menudo mariconazo el juez…que me parto jua juaa juaa. Los
falos y sus aconteres parece que tienen un notorio interés para la ministra del
gobierno socialista de Sánchez, Pedro.
Ahora va y se despacha con lo de
la derecha trifalica. Es curioso que cuando todo el mundo ve en el estrado a
Rivera, Casado y Abascal sin mas, Delgado ve...¡¡¡sus miembros fálicos¡¡¡ Imagino
la cara que se les ha quedado a Santi, Albert y Pablo después de saberse en el magín
de la ministra de aquella manera, y esgrimiendo razones nada que ver con las
políticas. Y no solo eso, sino que además, les presupone sobrados de
testosterona, la imaginación disparada a todo trapo¡¡ ¡¡ Ahí es nada¡¡
Leo por otro lado, que en el
Consejo de Ministros, después del cual Sánchez, Pedro ha comunicado la fecha de
las elecciones, salió el temita a colación, y que al jefe le hizo muchísima
gracia. No me extraña. Supongo que cuando eligió a su ministra ya sabía de que
pie cojeaba y cuales serían sus puntos fuertes, y los mas vulnerables. Lo digo
porque todos, sin excepción, tenemos nuestra ración de ambos. Sánchez es un
crack en esto de elegir ministros/as raritos como ellos solos. Raritos y
pringados. No llevo la cuenta de los escandalazos protagonizados en tiempo
record del gobierno de Pedro el breve. Delgado, en mi opinión se lleva, si no
el oro, la medalla de plata en lo impresentable, por lo que tiene de zafios y barriobajeros
(en el peor sentido de la palabra) sus
comentarios. No soporto el machismo y sobre todo no lo soporto en las mujeres. Alguien
se imagina que cuando vemos a tres mujeres socialistas juntas, habláramos de “tricoñicas”
y que eso lo dijera un cargo publico masculino de la derecha?
La cuestión de fondo a lo mejor,
no es la pésima educación de la ministra sino quizá las circunstancias personalísimas
de la susodicha que por otra parte, a la ciudadanía nos importan menos que nada.
Quizá anda empachada, o quizá a rigurosa
dieta, de estas cosas en las que pone tanto énfasis, vaya usted a saber; quizá,
nos encontremos ante lo que Freud denominaba, actos “fallidos”, un desliz
inconsciente, “una especie de «traición»
del inconsciente, que hace que el sujeto diga lo que conscientemente no quería
decir o haga lo que no quería hacer, revelando así un deseo o intención
inconscientes.”
Estas cosas, un pelín guarritas
de la ministra, dichas así, en público, como que quedan fuera de lugar, feas y
de mal gusto. Que le diviertan al jefe, y que el jefe, Sánchez, Pedro las jalee
no tiene precio para comprender el percal del socialismo español que nos
gobierna. Lo de la estética y la clase, la elegancia, lo dejan en manos de los
asesores, aquí te pongo una cana, y a aquí un pluma. Pero que va, para nada,
que diría mi amiga Carmen T. Lo que natura no da, Salamanca non presta o mas a
las claras, de donde no hay, no hay nada que rascar y aunque la mona se vista
de seda, mona se queda. Al gobierno socialista de Sánchez, le sobra soberbia y
desparpajo y le falta todo los demás. Lo indispensable para no ser un gobierno
que nos avergüence.
Que Delgado, ministra de Justicia, para nuestro
bochorno, cuando valora un acto político de la oposición este pensando en los
“falos regados de testosterona” de sus lideres, es para hacérselo mirar, porque
al parecer, ya llueve sobre mojado y por lo que se ve a Delgado las salsas que le
abren el apetito parecen ser las picantonas. Bien está que la ministra diserte
y se coma lo que guste en la intimidad. Pero queda feo, muy, pero que muy feo, vaciar
su imaginario fálico en las ondas, porque igual que no se come con las manos y
las ventosidades de cada cual son para cada uno/una, los asuntos por del
ombligo para abajo, es de buena educación compartirlos en la intimidad. Si a
Delgado no le enseñaron estas cositas básicas de niña, que no desespere, nunca
es tarde para aprender y sobre todo nunca es tarde para no molestar.
En todo caso, que la ministra que
ostenta la cartera de Justicia haga política recurriendo la sexualidad
masculina da una idea del asqueroso machismo/hembrismo que padecemos por parte
de la izquierda. Las dos caras de una
misma moneda, que atenaza nuestra libertad, que atenta contra la verdadera igualdad entre
hombres y mujeres. La ministra socialista Delgado es un claro exponente de
ello. Menores abusadas, mujeres prostituidas, calificativo despreciativo hacia
la homosexualidad, en las conversaciones de las que forma parte de manera
deshonrosa, y ahora, nos ofrece su particular visión de sus oponentes políticos
como símbolos fálicos, poniendo de manifiesto sus delirios pornoeróticos de
andar por casa.
Que ascazo y que bochorno la
izquierda española…por cierto, hablando de ridículo y de sonrojo, según creo
Manuela Carmena y su acólito Errejon, se han empeñado en hacernos tragar a los
madrileños a carretadas sus madalenas. Ojo con la doña y el peligro de sus pócimas
y comistrajos, tóxicos y con colesterol. Quedamos para hablar de esto en otro
momento. Que en Madrid hay mucha tela que cortar, mucho destrozo socialista que remendar.