España se asoma a los balcones, se da cita en las plazas, se
jalea y sonríe, se defiende. Decenas de miles de personas vestidas de bandera
rojigualda se han dado cita en emblemática plaza de Colón de Madrid, convocados
por los partidos constitucionalistas que han superado, al menos para este
acontecimiento, sus discrepancias ideológicas. Los lideres del Partido Popular,
de Ciudadanos y de VOX se han hecho visibles en la concentración pero han
cedido el protagonismo a la ciudadanía en un acto memorable de transcendencia
histórica. La concentración ha sido un éxito sin matices. En tres días ha sido posible movilizar a mas de 200.000
ciudadanos unidos en la defensa de la patria. Si. La patria, porque ha llegado
el momento de que, sin complejos, sin miedo, sin vergüenza, los españoles
podamos decir en voz alta, y orgullosos de serlo que tenemos una patria, una
bandera, un himno, una constitución democrática que nos define como una nación de ciudadanos libres e iguales en
el universo de las naciones libres del
mundo.
He dado un vistazo a los medios de comunicación que han
recogido el acontecimiento como no podía ser de otro modo. Decenas de miles de
personas en la calle no pueden ocultarse debajo de la alfombra y hacer como si
no existieran. De haber podido ponerle sordina a la fiesta por la unidad que
hoy se ha celebrado en Madrid, no tengo la menor duda, de que lo habrían hecho.
Los medios de comunicación mas poderosos
de este país, a los que no voy a mencionar aquí, porque de ningún modo voy a
contribuir a su difusión, son claramente, radicalmente de izquierdas, lo que equivale
a afirmar, que aborrecen, que odian a nuestra patria. Desgraciadamente, ser de
izquierda en España se ha vuelto incompatible con sentirse español. A lo mejor
esta aseveración resulta muy contundente, pero, a las pruebas me remito. La
descalificación cuando no el insulto dirigido contra todo aquel que se niegue a
posicionarse con el secesionismo y del lado de los filoterroristas y
comunistas, está a la orden del día y hoy, mas que nunca, no iba a ser una
excepción.
En todo caso, la desinformación de los medios que la
izquierda controla a su antojo, incluyendo Televisión española, felpudo del
partido socialista, ha alcanzado los limites de lo grotesco. Sin el menor
pudor, sin un ápice de prudencia ante el
ridículo, han sacado en las televisiones y los digitales, un dibujito con los supuestos datos de
asistencia a la concentración, que han cifrado en lo que a la Delegación del
Gobierno socialista le ha venido en gana. Dan un número de asistentes que no
viene al caso de tan irrelevante que es su valor. La maquinara mediática una
vez mas, al servicio de la estulticia y de la mentira, se dirige a los
españoles como si fuéramos, con perdón, un país de gilipollas. No digo yo que
haberlos hailos, pero me da la impresión de que no son precisamente aquellos
que a ellos les ignoran. Dicen que una
imagen vale mas que mil palabras. Pues eso. Los que conocemos Madrid, vivimos
en Madrid, y hemos asistido a multitud de manifestaciones sabemos que mienten
por toda la boca, pero esto, no nos engañemos, es mas de lo mismo, por eso, por
esto mismo, ha tenido lugar la concertación exitosísima de españoles en Madrid
en la defensa cívica de nuestra unidad, de nuestra libertad.
La izquierda esta de los nervios, babeando de rabia insulta
abiertamente a los manifestantes y a los convocantes que se han dado cita en la
plaza de Colón. Desde los representantes políticos mas campanudos hasta los que
ejercen de mamporreros de quinta fila, se afanan en colocar los sambenitos que
todos conocemos, y especialmente Santis Abascal… ¡¡fachas¡¡. A mi me da un poco
la risa, porque de lejos se huele su canguelo. Algunos de los que están en el
machito manejando la cosa publica, parecen comenzar a coscarse de que a lo peor
para ellos, y a lo mejor para España, les queda un telediario, que diría aquel.
Echenique, Lastra, Iglesias, el inefable y nunca poco ponderado por sus dotes
cómicas, D. Pepiño, Blanco… y muchos otros cuyo nombre me da pereza recordar
por insignificantes, apestan a la zurrapa de la que no pueden desprenderse con
solo pensar que la ciudadanía pueda cantarles la cuarenta en las urnas y que
además piten bastos.
Leo que una señora que vive de los chistes en una cadena de
televisión caracterizada por ser experta en la intoxicación, ha dicho de los
manifestantes que son unos mierdas. En fin, se ha desahogado, imagino, que se
ha quedado a gusto. Bien está. Para eso vivimos en una democracia donde la
libertad de expresión es un valor sagrado, pero ni siquiera con esa posibilidad
voy a calificar a esta graciosilla exponente paradigmático de la mediocridad.
No tengo tiempo, bueno si lo tengo, pero no para desperdiciarlo con ella. Le
agradezco, sin embargo, los votos que llenaran las urnas para los partidos de
la derecha, nacidos en sus insultos. Gracias señora comosellame.
La alcaldesa de Madrid, Carmena, como el perejil mustio y
ajado de las salsas aguadas y mal hechas, no podía faltar en el sarao de los
improperios. Dice la doña que lo que hubo en Colon, fue… un guiñol, para a
continuación añadir una parrafada de las suyas, pringosa de melaza de la que
produce en el peor colesterol. La alcaldesa experta en no pronunciar una mala
palabra ni realizar una buena acción, en su estilo mas genuino se ha subido
al pulpito, nos ha reprendido por ser
chicos malos y traviesos, nos ha dicho que lo del relator, figurita guarripe de
la negociación entre golpistas y socialistas, es una cosa “bella”, y que el
dialogo patatín, y patatán es una cosa estupenda, con todo bicho viviente,
incluso con los alacranes. Sinceramente a Manuela la prefiero cuando le da por
cascar sobre su vida sexual, no se si de la pasada, de la presente o a lo
mejor, futura, que nunca se sabe. Ya nos puso en su día al corriente en una entrevista
que a ella, “lo del punto G, como que no, que a ella lo que la mola es tener muy en
cuenta el clítoris porque es ir a lo seguro, al tiempo que nos hacia
participes de su matrimonio había sido “abierto”. Y yo me digo, pues mira tu
que bien, nos alegramos y felicitamos profusamente con los orgasmos y devaneos
de anciana alcaldesa, pero no puedo por menos que decir, que Carmena nos haría
mucho mas felices a los madrileños, si no tuviera a nuestra hermosísima ciudad sumida
en el caos y en la mierda, mientras ella anda de turisteo por medio mundo
apuntada al gratis total del erario publico, sin dar un palo al agua.
La izquierda al unísono se ha apresurado descalificar e
insultar a los partidos y ciudadanos que se niegan a que España sea destruida,
desmembrada por el partido socialista y los apoyos de la ignominia con los que
cuenta en el parlamento. Pero de todas las perlitas que van soltando por su
boca, a mi la intervención que mas me ha
divertido ha sido, la declaración de Sánchez. Tengo que reconocer que Pedro es
mi debilidad prácticamente desde el primer día, en que le vi en la tele llamando
indecente a Rajoy, en sus mismos morros. Me dije este Pedro va a dar mucho
juego. Bien es cierto que es el juego propio de los tahúres, de los trileros,
pero juego al fin y al cabo, y verle actuar no deja de ser divertido. Esa voz
impostada, el grácil contoneo de su figura chupando cámara, los posados
vestidito de presidente de gobierno y señora, los robados de mentirijillas
haciendo footing, es que me puede…, que le voy a hacer. Es como el clítoris de
Carmena, que no defrauda.
En esta ocasión Sánchez ha elegido para la puesta en escena,
el reproche victimista en forma de lamento lastimero. Se queja amargamente de que
la manifestación ha sido contra una persona, que no es otra que “EL mismo,
mismamente, en cuerpo y alma. Nótese que lo escribo con mayúsculas, no merece
mi Pedro menor consideración y aprecio. Ay, Sánchez, mi pobre Sánchez¡¡¡ que no le
comprenden esas masas de fachas cantarinas y vocingleras… cuando lo que el
quiere es lo mejor para los españoles, que naturalmente no es otra cosa que lo
mejor para él. No tiene precio los buenísimos ratos que he pasado con Pedro, el
mejor, sin duda alguna, la transformación de su jeta sonriente en la carita del
muñeco Chucky el muñeco asesino, cuando en el parlamento Rivera le reto a
publicar su tesis. Solamente hay que seguir un poquito al personaje para darse
una idea de que lado caen las neuronas que le patinan.
Ahora creo que van a publicar un libro que ha escrito. Bueno, no exactamente. La cuestión tiene un
poco mas de complicación, porque el libro es suyo pero no es de él, aunque al
parecer la idea del libro ha sido suya, sin embargo, las palabras son de
alquiler, prestadas a buen precio, imagino. Además, es nuestro inconmensurable
EL quien pone su rostro de hormigón armado en la portada, por lo que no me
queda claro si la pasta le repercute en su cuenta bancaria, o ira parte a parar
a su negro, que creo que en esta ocasión no es negro sino negra y además cobradora
del erario publico. El engendro se llama
“resistencia” o algo parecido. Aunque parezca increíble se refiere a SU
resistencia para llegar y mantenerse en
el machito, no a nuestra colectiva resistencia para soportar su toxica y
corrosiva acción de gobierno, que si se alarga un poco mas en el tiempo dejara a
los españoles abocados a la ruina económica, y a nuestra patria destrozada en
mil pedazos, en manos de lo peor de cada casa, entre las que se encuentra, la
suya propia, el partido socialista.
El aquelarre de la izquierda ya esta montadito y ahora se
disponen a echar en la hoguera las voluntades unidas de los españoles
orgullosos de su historia de 500 años y dispuestos a permanecer juntos otros
500. No lo van a tener fácil. En España cuando todo falla, y muchos la
traiciona, siempre queda la nación, es decir, los españoles a los que les corre
la patria por las venas. Es la España bailona y alegre, la que se ha dado
cita en Colon celebrando su unidad, jaleando la gozada de
sentirse españoles entre españoles, compartiendo su himno y su esperanza; es la
España del pasado y del futuro, imperfecta y genial, una caja de sorpresas
desconcertante, contradictoria y valerosa, forjada en el sufrimiento, victima
de las traiciones, pero renacida desde las cenizas, y emergida desde el
desconsuelo. Esta es la España que los que no alcanzan la categoría digna de
los tontos, y se quedan en tontainas, llaman la España de los fachas, haciendo
alarde de su estupidez y de su ignorancia, y a la que mi divertimento particular,
mi Sánchez, de nombre Pedro, pretende insultar, leyendo el papelito que el
negro de turno le ha pasado, diciendo que esa es la España gris, del blanco y
negro. Que poco acertada la metáfora, para describir la España que colapsa las
calles de Madrid, derramando el fuego y oro de la bandera de la patria, a
raudales.
La plaza de Colon fue toda ella una bandera rojigualda, un grito de libertad, un clamor exigiendo urnas,
ley y democracia. Los enemigos de España deben tener muy claro, diáfano como el
agua transparente, que nuestra patria común no está en venta, no se negocia a
ningún precio, porque sencillamente los españoles no lo toleramos en el pasado
y no lo permitiremos, ni en el futuro, ni en el presente. Tomen nota, y vayan
preparando las maletas. Es lo que hay, y son lentejas.