martes, 24 de septiembre de 2019

EL PSOE SACA A FRANCO DE SU TUMBA.


Intentaré transmitir a las personas que se acercan, por esta mi casa de vez en cuando, la sensación que he tenido en el día de hoy, cuando he leído, visto y oído, en diferentes medios de comunicación que el Supremo da vía libre al Partido Socialista, hoy en el Gobierno (en funciones) al traslado de los restos del General Franco, del El Valle de los Caídos, presumiblemente al cementerio de Mingorrububio, en el Pardo, Madrid.

La noticia no es una sorpresa, mas bien, era algo previsible. Estamos en campaña electoral. A nadie se le escapa que esta decisión de los jueces llega en un momento sensible de cara a la inmediata contienda en las urnas y seriamos muy ingenuos si pensáramos que es una simple casualidad. Incluso aunque aceptaramos pulpo como animal de compañía. Hace décadas que en España los partidos políticos no dan puntada sin hilo y especialmente el Partido Socialista, cuya ascensión a  los gobiernos de España ha estado precedida en todos los casos y por una u otra razón, por situaciones traumáticas, históricamente opacas: González llego al poder tras el golpe de Estado del 81, Zapatero tras los atentados del 11 de Marzo, y Sánchez, tras una moción de censura al Gobierno del Partido Popular que acababa de sufrir un golpe de estado separatista en Cataluña y contando con el apoyo de los neocomunistas de Podemos, los independentistas/golpistas catalanes y su extrema izquierda, los filoterroristas de Bildu bajo cuya sombra política se cobija el PNV.

El socialista al mando en este momento, Sánchez, por voluntad propia, ha decidido no formar gobierno con la pléyade que constituye sus apoyos naturales, comunistas e independentistas. En mi opinión el PSOE ha valorado la situación critica en la que España va a encontrarse si o si, casi de manera inmediata, con nubarrones económicos en el horizonte que ya han desatado la tormenta y han comenzado a lanzar sus primeros rayos sobre la economía internacional, y europea en particular con el asunto del brexit británico y el parón alemán. Por si fuera poco, tenemos a la vuelta de la esquina las sentencia del enjuiciamiento del los políticos delincuentes por golpismo en Cataluña. En este escenario, en el que las encuestas que maneja el PSOE le son favorables, ha decidido convocar nuevas elecciones con el objetivo puesto en arañar escaños a Podemos y a Ciudadanos, a ver si suena la flauta y puede hacer con España, de su capa un sayo.

Sin embargo, no siempre las cosas suceden con la precisión cartesiana que proyectamos, y prueba de ello, es que ayer mismo, le ha salido, un grano en salva sea la parte, al doctor Sánchez. Errejon, ha pegado la segunda puñalada trapera a su antiguo socio, amigo, y camarada Iglesias, y ha decidido presentarse a las inmediatas elecciones, dicen que contra él. Yo creo que el personaje que se come las madalenas y se da besos en la boca con la anciana ex alcaldesa de Madrid, se parece muchísimo al actual presidente en funciones y lo creo por diferentes motivos de los que quizá tratemos en otro momento. Por ahora, vale la pena poner el acento en una primera  característica muy notoria que comparten: la ambición, y en segundo lugar, la impostura. De manera que lo que Errejon pueda o no pueda decir, comunicar, o prometer a su grey, y al resto de los mortales que asistimos a sus devaneos políticos, tiene muy poca importancia. De manera que es previsible, que Errejon se presente a las elecciones para comerse el mundo, como vulgarmente se dice. Primero a Iglesias, y luego a Sánchez. Ya sabemos que por ahora, no les va engullir del todo, pero, en mi opinión a Iglesias le dejará medio muerto de las dentelladas que le va propinar y a Sánchez, no me extrañaría, que le dejara con un buen dolor de meninges según donde le hinque los mas que notorios colmillos que Dios le ha dado.

Sánchez dice que Errejon suma y que limitara la abstención de los votantes de izquierdas, y a lo mejor tiene razón. Pero, pudiera ser, que por esas casualidades con las que el destino tiene a bien hacer una pedorreta en el morro de los mas soberbios, una parte significativa de los que el PSOE llama “los nuestros” resulta que se convierte en los de “ellos”, y al fin y la postre, el Partido Socialista ha hecho un pan como unas tortas, convocando elecciones para no solo no ganar votos, sino para perderlos.

Y, en estas estábamos ayer mismo, cuando hoy,  se pronuncia el Supremo a favor de la decisión del gobierno socialista, en su doble vertiente, la de sacar a Franco de su tumba y la de  no depositar sus restos en La Almudena sino en el Pardo, en una especie de cripta que mas que un lugar sagrado parece los aposentos del Conde Drácula. La noticia ha sido un notición. Todas las terminales mediáticas del espectro izquierdista, que no me canso de repetir son prácticamente todas, se han puesto a dar palmas con las orejas. Periodistas, tertulianos, intelectuales (soy benevolente con el calificativo, mas que nada para que se me entienda), etc.., a los que llevamos años viendo y escuchando mañana y tarde en prácticamente todas instancias de la comunicación, desde su adhesión a la ceja de Zapatero, le hacen hoy la ola con entusiasmo inusitado al Gobierno socialista, que con un empalago que va mucho mas allá del hartazgo, rayano con la nausea, se emociona hasta las lagrimas por boca de sus representantas gubernamentalas femeninas con la decisión del Tribunal.

La familia Franco según leo tiene intención de seguir litigando y llevara su causa al Tribunal Constitucional y en última instancia al Tribunal de Derechos Humanos Europeo. Pero a mi no me interesa nada la actitud ni los intereses de los nietos del dictador. A mi me interesa muchísimo las intenciones del Partido Socialista que ha traído a España la Ley de la Memoria Histórica, apoyado por los comunistas, y por todos aquellos que tienen como intención política y  como único objetivo, la desmembración de España y la abolición de la Monarquía. Para la consecución de su proyecto destructivo ha sido necesaria (entre otras cosas) la implantación de una Ley la memoria que pusiera sobre la mesa con naturaleza de absoluta actualidad la Guerra Civil, y el periodo de la dictadura del General Franco, en virtud de la cual, el PSOE sacará los restos del difunto Jefe de Estado del lugar que ha sido su tumba desde hace 40 años.

Mi impresión al respecto es facil de definir. Como decía con anterioridad, en absoluto me sorprende, pero me asquea tanto odio babeante, tanto desprecio por la esperanza. Y, me asusta, me atemoriza, y me sobrecoge la profunda inmoralidad de sus argumentos que esgrimen, la manipulación de las conciencias, y el poder desafiante que muestran en el ejercicio de su particular vendetta contra la otra media España que piensa y vota como alternativa a su liberticida perspectiva de la vida, las opciones politicas diversas desde el centro, a todo el espectro liberal conservador. La estrategia de hacer cómplices de una dictadura a todo aquel que no comparta la visión social comunista de nuestra Historia, es a todas luces, una maniobra sucia y toxica.

El Partido Socialista hace décadas que ha encaminado su rumbo por la radicalidad. Formalmente demócrata, ha ido, en la práctica, abandonando los postulados de la social democracia, para abrazar y competir con las ideologías mas radicales que se defienden desde el socialcomunismo del siglo XXI. Al margen de cuestiones de carácter macroeconómico, embridadas desde las imposiciones y los intereses de la Unión Europea, que deben ser diligentemente obedecidas por los gobiernos comunitarios, incluyendo el de España, la orientación de los gobiernos socialistas de Zapatero y Sánchez, han estado teñidos de odio, de acorralamiento, de desprecio por la España que no les vota. Una España que no es Franquista, pero que no es ni sera nunca comunista. Una España de centro y/o de derechas, a la que la izquierda otra vez, una vez más, no le reconoce su derecho a existir, si no es fuera del poder, en silencio y de rodillas.

La aprobación de la Memoria Histórica, es en si  misma, una falacia. Pero es mucho más. Es una ley liberticida que atenta contra la libertad intelectual y de cátedra. Relato de una verdad, la de nuestro país, desnaturalizada por el filtro ideológico de su particular e interesada interpretación impuesta en los ambitos educativos, en la universidad, y en la actividad intelectual de la investigación histórica. Una ley que imposibilita el derecho al debate, a la discrepancia,  la puesta en común de diferentes percepciones e interpretación de los hechos históricos, en beneficio del conocimiento y divulgación en libertad de la verdad, a veces terrible y otras veces ilusionarte, de la historia de España

El Partido Socialista, es absolutamente responsable de que en un dia cómo hoy, el rencor y el  odio que corre por las venas de muchos, se vea momentáneamente satisfecho, circunstancialmente reconfortado hasta las lagrimas como las de la señora Lastra que cuando murió Franco debía ser un bebe, si es que había nacido. A lo mejor es la alegría que sienten porque sus abuelos, que estuvieron en el bando perdedor, se puedan ver resarcidos en su tumba de su derrota militar contra la otra España, igual de sufriente, aunque vencedora de una guerra fraticida.

El Partido Socialista, protagonista en el asesinato del inocente diputado conservador, Calvo Sotelo, debería saber a estas alturas que el recuerdo no es patrimonio exclusivo de la izquierda, ni el sufrimiento tampoco, ni el hambre, ni siquiera los muertos en las cunetas, ni los fusilamientos en las tapias de los cementerios. La otra España también tiene memoria y un dolor insoportable también atenaza  el corazón y despierta su ira, cuando respira el aire impregnado de sangre de de los centenares de hombres torturados hasta lo inimaginable en las incontables checas rojas de Madrid. Que muchos, muchisimos, hijos y nietos, rememoran estremecidos los gritos de adolescentes abrazados a sus padres en Paracuellos del Jarama, cuyo asesinato en masa y por miles, se llevo a cabo por orden de un señor llamado Santiago Carrillo, que fue  de invitado estelar de un programa de radio de máxima audiencia durante muchísimo tiempo, hasta que murió de viejo, recientemente, llevándose con él todos sus pecados, contados por miles, uno por cada muerto. Imagino que la mismísimo Infierno.

España tiene memoria, ¡claro que tiene memoria¡ y reza por los miles de sacerdotes asesinados, torturados, lanzados muchos de ellos a la muerte en los acantilados del Cantábrico; reuerdo para las monjas violadas y finalmente muertas por aguerridos hombres “rojos” que decían follarse a Dios en los cuerpos de mujeres de habito, indefensas. La otra España tambien tiene memoria, y soporta en silencio, que las calles de nuestras ciudades se vuelvan a nombrar con el recuerdo de aquellos que asesinaron durante a miles de españoles durante los años terribles de una republica con actividad criminal desde el gobierno o desde la cámara republicana, como Santiago Carrillo, La Pasionaria, Indalecio Prieto, Companys, Negrin o Margarita Nelken etc. En virtud de la memoria historica se ha cambiado el nombre a las calles de España para recordar a muchos que formaron parte de lo que sus contemporaneos conocían como “el terror rojo”.

Llegados a este punto lo facil, por evidente, e incontestable es decir que a resueltas de la guerra España sufrio un dictadura liderada por Franco. Efectivamente.

Sin embargo siendo esto una verdad inapelable, en absoluto es toda la verdad. Lo cierto, para nuestra desgracia colectiva, es que solo una dictadura de corte fascista fue capaz de pararle los pies a una terrible y criminal dictadura comunista de corte soviético. En Europa los países sometidos por el comunismo de Stalin no corrieron por los mismos derroteros. Rumania, Polonia,  Hungría, Bulgaria, Checoslovaquia, etc., y la mismisma URSS sufrieron la esclavización de sus poblaciones empobrecidas, hasta limites extremos,  y masacradas durante décadas bajo el yugo soviético, que sembró Rusia y sus republicas anexionadas, así como los países de su orbita de dominación de asesinatos en masa y campos de concentración y de exterminio. No me cabe la menor duda de que este y no  otro hubiera sido el destino de nuestro país de haber triunfado el régimen rojo en la  Guerra Civil.

Si se deduce de mis palabras la menor simpatía por una dictadura como el franquismo es no haber entendido una palabra de lo que quiero expresar. Seguramente será por mi falta de pericia para explicarlo. La libertad y el respeto a los derechos individuales y colectivos, son en mi opinión condición indispensable para el desarrollo de la persona humana y de las naciones. Las dictaduras contravienen absolutamente la oportunidad de progreso colectivo y ahogan el potencial humano estrangulando su libertad. No hay disculpa alguna para una Dictadura. Si hay, sin embargo, posibilidad de comprender su origen, su naturaleza y la gravedad de sus consecuencias.

Es justamente por este motivo, por el que la Transición española con todas sus sombras que las hubo, fue en mi opinión una apuesta valiente por la reconciliación, por la esperanza, en la que todos, uno y otros, pedimos perdón, por lo que hicimos, por lo que no evitamos, por lo que no supimos ver, por nuestra culpabilidad, por nuestra venganza, por nuestros silencios. Así llegamos a reconocernos con mucho esfuerzo y dueños de nuestra voluntad como un país moderno, que miraba al futuro, sin tiempo que perder en acusaciones ni represalias. Somos una Monarquía parlamentaria, y tenemos una Constitución, democrática impecable que votamos prácticamente por unanimidad en todo el territorio nacional, hay que decir,  por cierto, que especialmente en Cataluña.

Durante todo este tiempo, cuarenta años, en que nos ha pasado todo, Franco dormía el sueño de la Eternidad. La opinión pública no se cuestionaba el lugar donde estaban depositados los restos del dictador. Como Lenin, o Stalin, o Castro, o recientemente Hugo Chávez los muertos están donde se les coloca. No hablan, ni protestan, ni piden pan. Sin embargo, el Partido Socialista radicalizado y rivalizando con los neocomunistas en cuestiones de fondo ideológico, y con los independentistas en el progresivo abandono de su “españolidad” se ha sacado de la chistera, en este caso, no conejo blanco y risueño, sino un cadáver ya en manos de la Historia y sujeto a su juicio.

El PSOE ha sacado a pasear su rencor y su odio, pero sobre todo, su inabarcable ambición política, su deseo patológico de poder, su pretendida superioridad moral como arma política arrojadiza, que transgrede con absoluta impunidad las líneas rojas de la ética y la verdad histórica, y niega el agua y la sal, al oponente político entendido como un enemigo con una concepción desgraciadamente fraticida de la naturaleza política del ser humano. El PSOE, llevado de su absoluta irresponsabilidad lanza el cadáver de Franco sobre la cabeza de la que supuesta es la “otra España”, y en un acto en mi opinion teñido de autoritarismo rancio y peligrosísimo se atreve a abrir una tumba y exhumar un cadáver, el cadáver de un Jefe de Estado, que vuelvo a repetir, es propiedad de su familia y forma parte yacente de la Historia de España. Es de autentico sonrojo el nivel reptiliano de la izquierda española y de sus comparsas de agradaores.
Una izquierda cegada por el ansia de poder que quizá no vea que esta sembrando vientos que traerán tempestades. O quizá, si.  Y por el contrario, estemos asistiendo a una estrategia perfectamente orquestada en la que se prevea que después de la tempestad venga la calma, y en esa paz quieta y silenciosa, solo queden ellos. Están muy confundidos.

Volverán a equivocarse, otra vez.