Escribo
esta página alejada de Madrid, en un lugar de la Castilla que
llamaban la Vieja. El paisaje es extraordinario, recio y sereno,
salpicado de lomas y de viñedos. Tengo la sensación de que el
tiempo transcurre muy despacio, marcado por el sonido de las campanas
de la Iglesia centenaria que preside el pueblo desde lo mas alto. Es
un templo bellísimo, silencioso, testigo de decenas de miles de
nacimientos, de muertes, de bodas, de plegarias y, estoy segura
también, de maldiciones, de odios, de insidias, de violencias y
venganzas, de secretos inconfesables, de lamentos, y de días de
gloria, de perdones, de arrepentimientos.
En
el pueblo, la vida que vivo se queda arrumbada al margen del tiempo,
de los avatares políticos, de los acontecimientos sociales, que
engloban lo que denominamos genéricamente "las noticias”.
Después de varios días sin ver la televisión o escuchar la radio,
columpiándome en el limbo de la desinformación, hoy he cargado en
mi móvil la las páginas de los diarios informativos en la red y he
dado un vistazo a vuela pluma, a los titulares mas significativos,
francamente, con notable desinterés. Sin embargo, algo me ha
devuelto a una realidad lejana de un manotazo psicológico, un
latigazo ha sacudido mi conciencia, y durante unos instantes, un
profundo horror me ha invadido.
La
noticia, era muy escueta, y venía acompañada de un video de
youtube, verdaderamente espeluznante. La información presente en los
medios de mayor difusión decía así: "El ejercito islámico
enseña a los niños a decapitar con muñecos". Los terroristas
islámicos del EI enseñan a sus hijos pequeños a ser yihadistas, en
lo que han denominado Baby Yihad. El video en cuestión muestra a una
niña de corta edada, cubierta con un velo negro, recitando en voz
alta el Coran, con un cuchillo en la mano; fríamente se arrodilla y
tumba a su muñeco-bebe, y le rebana el cuello con saña, con un odio
que da pavor...El video ha sido subido a red por los propios
yihadistas, imagino que para causar el horror y el terror mas
profundo en todos nosotros.
Niños
asesinos y niños víctimas. Niños usados y abusados en los
conflictos políticos o religiosos o ambas cosas, en multitud de
lugares en el mundo, me han venido al recuerdo. Muy cerca de esta
niña, en Irak quizá, centenares de niños cristianos son
decapitados y sus cabezas clavadas en las plazas de ciudades como
Mosul, para escarmiento de herejes.
Memoria.
Hace unos días, con motivo de la visita del Papa Francisco a Corea,
los periódicos recogieron las declaraciones de una anciana victima
de abusos por parte de las tropas japonesas, durante la Segunda
Guerra Mundial. Ella ha recordado al mundo su espantoso calvario.
Hoy sabemos que 200.000 niñas y adolescentes, jovencísimas mujeres,
fueron raptadas, violadas y la mayor parte muertas por abusos. Las
llamaron "las mujeres del consuelo". Las esclavas sexuales
entregadas a las tropas fueron violadas por treinta o cuarenta
soldados diariamente, algunas de ellas no habían cumplido los doce
años. Miles de chicas coreanas, filipinas, de China, de Taiwan
murieron fruto de terribles torturas sexuales.
Niñas.
Leo la denuncia realizada por World Vision España que tres millones
de niñas y adolescentes son mutiladas cada año en el Mundo. En
Egipto, siete de cada diez niñas, son sometidas a la tortura de la
mutilación genital.
India.
Las violaciones de niñas y jóvenes dalits en este país son una
práctica habitual que ha saltado a los medios de comunicación con
el asesinato de sus victimas por parte de las castas superiores, por
no hablar de las condiciones de humillación y violencia de todo tipo
a las que se ven sometidas niñas y mujeres en todo el país.
Inglaterra.
Noticia que ha conmocionado a la sociedad inglesa, "1.400 niños
fueron sometidos a explotación sexual desde 1997 a 2013, en la
ciudad de Rotherham" . La autora del informe-denuncia Alexys Jay
inspectora de de Trabajo Social en Escocia explica que el tipo de
atroces abusos que sufrieron estas niñas (en su mayoria) son
difíciles de describir. Nadie puede saber el alcance de la barbarie
cometida contra los niños en esta ciudad de apenas 250.000
habitantes, explica la funcionaria. En este caso, la mayoría de los
violadores eran pertenecientes a la comunidad paquistaní .
Medio
Mundo. Niños y niñas son usados como soldados. Las niñas, ademas,
son objeto de todo tipo de agresiones, abusos y violaciones sexuales.
Según informes de Amnistia Internacional en 2012, 19 países en en
el mundo, reclutaban niños como instrumentos de violencia, víctimas
inocentes de adultos inmisericordes. Niños pobres, raptados en las
calles, sacados de sus escuelas, robados a sus padres nutren
numerosos ejércitos y guerrillas. Son incontables los niños y
niñas brutalmente tratados, vejados y humillados en entornos
militares y paramilitares.
Prostitución.
Según cálculos de Humaniun mas de tres millones de niños están
actualmente atrapados en las redes de prostitución en todo el mundo.
Las explicaciones a este fenómeno, cuya rentabilidad afirman, va en
aumento, son múltiples. Todas las causas confluyen en la tortura y
el abuso, en la enfermedad y la muerte prematura de los niños
indefensos.
Abortados,
asesinados recién nacidos.
Qué
está sucediendo con los hijos de las miles de mujeres que son objeto
de violencia sexual en la guerra?
Nada
sabemos sobre ellos. Y desde hace apenas dos décadas, la ley
internacional sobre tiempos de guerra ha borrado todo rastro de los
derechos de esos niños.
De
Norte a Sur, de Ese a Oeste de nuestro mundo, el maltrato a los niños
parece producirse con una impunidad que produce sonrojo. El poder, el
encubrimiento, la perversión, la pobreza, la maldad humana se
confabulan contra los mas débiles, contra las vidas mas frágiles
fracturando su existencia, corroyendo la esperanza, y destrozando el
futuro de los seres mas indefensos.
A
veces de me pregunto con que clase de barro fuimos modelados. Que
ponzoña impregnó la naturaleza que nos define como humanos. Que nos
hizo tóxicos y venenosos. Qué olvidamos. Que es aquello que no
conseguimos recordar, que ponga en nuestra conciencia la esencia de
ser, ademas de miembros de la especie humana, personas. Me digo a mi
misma que quizá exagero, que son la excepciones en un mundo
esencialmente honesto y generoso con sus niños; que cosas tan
atroces no sucedan de modo cotidiano... y sin embargo, son tantos y
tantos y tantos y tantos..., y tantos son los sollozos de los niños
tan vulnerables, tan débiles, tan indefensos. Y es tan grande y tan
poderoso el silencio, y su voz es tan lejana, y su lamento tan mudo,
tan ignorado.
Ellos,
los niños, parecieran estar amortizados, salir de balde, mientras el
mundo hace la vista gorda, y se pone de perfil, cuando se les
maltrata, se les viola, se les usa, se les explota, se les mata. En
defensa de sus pequeñas vidas no se rompen relaciones
internacionales, ni se llevan a cabo bloqueos económicos, ni se
deciden medidas enérgicas y radicales por parte de la ONU.
Pederastas de guante blanco y alma corrosiva compran y venden sus
lagrimas a su antojo. Hombres y mujeres miserables les usan y arrojan
al olvido sus pequeñas ilusiones de pequeñas vidas que no son
importantes para nadie.
Nuestras
opulentas sociedades, nuestros sociedades pobres, nuestros Organismos
Internacionales, nuestras democracias y nuestras dictaduras, nuestras
tribus y nuestras ciudades, en todos los lugares que habitamos los
seres de nuestra especie dejamos libres y campantes a demasiados
hombres del saco, a los ogros feroces, a la brujas cantanas, a los
malos dragones, y ellos, los malos, y de entre los malos, los peores,
devoran a nuestros niños en sus tenebrosas telas de araña.
Esa
niña, cuyas manitas se afanan en degollar al bebe de juguete nos
muestran la obscenidad de un mundo sórdido e inmoral, que transforma
la inocencia en un asesinato.
No
ha sido para mi, esta una escritura, solaz y veraniega. Ya comprendo
que a alguno de aquellos a los que estas palabras lleguen habrán
abandonado antes de llegar a su final inminente. No lamento sin
embargo cada punto, ni cada coma, ni frases ni adjetivos, ni palabra
alguna hasta el punto y final. Es tanta la tristeza que me producen
los ojos que no veo de la niña que se esconde tras el velo negro,
tanto el miedo que me da su vocecita clamando la suras. Es tan grande
mi angustia que sigue al cuchillo rasgando de verdad el cuello que se
desprende del bebe de mentira. Es tan profunda mi verguenza por lo
que le han hecho a esta pequeña. Pobrecita niña asesina de
muñecos.